viernes. 29.03.2024
CRÓNICA DE LA LIGA

Por fin, fútbol y sólo fútbol

José Luis Egido | Decepcionados por el nivel alcanzado en los llamados cuatro clásicos y desenchufada la campana mediática mourinhiana, equipos y futbolistas recuperaron el protagonismo que les corresponde.

La mayoría de la jornada 35 se jugó el sábado y los comentaristas deportivos no daban abasto cantando goles y emociones. Sin crispación, sin violencia, la tensión bajó al nivel del césped, donde debe estar.

Para los puestos de descenso se jugaban dos partidos claves. Exigido por las llamas del infierno el Getafe se jugaba en su casa algo más que las habichuelas contra los desahuciados del Almería. No defraudó, salió como un torbellino y al minuto cinco ya había marcado un gol. Ganó por un cómodo 2-0 dejando a los almerienses en Segunda y salvando la cara, de momento. En Alicante se jugaba otro partido clave entre el Hércules y el Racing. En un primer tiempo de locura, el marcador se movió cinco veces. Dos para los herculanos y tres para los cántabros. Los esfuerzos de Giovani fueron suficientes, con sus dos goles, y el Hércules se queda con pie y medio en el infierno.

 

En las puertas del abismo jugaban los del Deportivo en casa del Sporting. En un buen partido, que no explica su situación en la tabla, los coruñeses tenían la victoria en el bolsillo y con ello la permanencia, pero los cachorros de Preciado no estaban de acuerdo y empataron en el último suspiro. Sólo un punto para los gallegos, que a estas alturas no está mal. Por su parte la Real Sociedad acudía a Valencia hechizado por su triunfo ante el todopoderoso Barça. Le debió de parecer demasiado esfuerzo porque fue un juguete en manos de un sólido Valencia, quien con Albelda de jefe no tuvo problemas para meterle tres goles.

Tres puntos para la salvación

Cerraba la jornada otro encuentro trágico entre Zaragoza y Osasuna. El empate no les valía a ninguno y ambos salieron a ganar. Marcó primero el inspirado Lafita para los maños pero Osasuna aguantó y en el segundo tiempo remontó ganando por 1-3. Tres puntos que le pueden significar la salvación al quedarse en la tabla decimocuarto con 41 puntos.

Los mismos que la Real Sociedad, decimoquinto. Y a partir de ahí, se abren las puertas del abismo. Decimosexto el Getafe con 40. Seguido de Zaragoza y Deportivo con 39. A falta de nueve puntos por jugarse, uno de estos cinco equipos acompañará a Hércules y Almería al infierno de la Segunda.

Por arriba, reservada la tercera plaza para el Valencia, el Villarreal suma un puntito más tras su empate con el Mallorca y sigue cuarto. De los cuatro de arriba parece que es el que menos fuelle tiene. De los tres puestos de Europa League, los leones del Athletic se hacen de nuevo con la quinta plaza, no sin apuros tras dormirse después de ir ganando por 3-0. Los aguerridos jugadores del Levante no soportaban semejante paliza y en los últimos veinte minutos casi les empatan. De ese partido hay que destacar, una semana más, a uno de mis héroes: Muniain, que asistió en dos goles empeñándose en quitarle protagonismo al mismísimo Llorente.

A las ocho de la tarde el Málaga visitaba el Calderón ante un Atleti crecido en los dos últimos meses. Unos se jugaban la primera división, otros Europa. En una pifia más de los colchoneros, entre Rondón y Baptista les endosaron un justo 0-3 con dos goles de cabeza mientras De Gea tenía la suya en los fríos de Manchester. Groseros dice Quique que fueron los goles, supongo que por la falta de profesionalidad de los suyos. Yo sólo salvo a Reyes. Lo siento por los atléticos pero no gasto una letra más.

Tras el fiasco de los del Manzanares, cuando las cámaras de la televisión enfocaron a Sevilla, los feligreses del fútbol pasamos del desierto rojiblanco a la vega del Guadalquivir regada por los jugadores del Madrid, que no de Mourinho, quienes depararon un partido pleno de fútbol, de velocidad, de colocación, de energía, de profesionalidad, ante un Sevilla siempre temible en su campo. Lo de menos es el resultado, 2-6, o los cuatro goles de CR7. Lo mejor era la facilidad con la que jugaban dando la impresión que podían marcar cuando y como quisieran. Una maravilla, un regalo para los ojos. Por favor, ya que le gustan tanto los videos a Mourinho que se lo pongan veinte veces para que vea cómo se juega sin corsés tácticos. Cada minuto que pasaba comprendía menos su eliminación de la Champions. Claro, que siempre habrá algún malintencionado que diga que lo hacían así de bien y así de sueltos porque no se jugaban nada. Es posible, pero ¿a qué jugaron bien?

Con semejante exhibición en la retina, el domingo se celebraba en Barcelona el derbi catalán, un encuentro que otras temporadas había deparado emoción y sorpresas. Esta vez no la hubo. Jugó el Barça a lo suyo y ganó cómodamente por 2-0 con un Iniesta soberbio y, por los periquitos, un Osvaldo más que interesante, del que se dice suena para el Atleti.

Un aficionado no pudo ver el partido. Seve Ballesteros lo disfrutaría desde el Olimpo donde lo han recibido los dioses. Para terminar, una semana más, mi homenaje a los odiseos del Rayo que, aunque perdieron, siguen manteniendo once puntos de ventaja respecto al Celta, que también perdió. Tienen nuevo dueño y parece que van a cobrar. Ya les queda menos. En fin, lo dejo aquí. Señoras, señores, amen la vida, amen el fútbol, porque hoy ha vuelto a amanecer.

Por fin, fútbol y sólo fútbol