viernes. 19.04.2024

Especialmente cuando el vómito-proyectil de la ganadora del Oscar Kate Winslet desató las carcajadas durante la proyección.

Parte de la adaptación de la obra teatral de Yasmina Reza Un dios salvaje fue escrita por el cineasta franco-polaco mientras estaba bajo arresto domiciliario en Suiza el año pasado.

El director de 78 años, autor del clásico Chinatown, fue liberado después de que las autoridades suizas decidieran no extraditarle a Estados Unidos, donde se le busca por haber tenido relaciones sexuales con una menor de 13 años en 1977.

Como cabía esperar, Polanski no estuvo en el Lido para el estreno mundial de su última película, una de las 22 a concurso en Venecia. Pero tres de los cuatro miembros del reparto, los oscarizados Winslet y Christoph Waltz, y John C. Reilly, sí estuvieron en el festival para promocionar el filme.

Jodie Foster, dos veces ganadora de un Oscar, completa el elenco, pero no acudió a la conferencia de prensa en Venecia.

Polanski situó la comedia en Nueva York, aunque la rodó en París, y se hubiera sentido arropado por el fuerte aplauso después de la proyección para la prensa de la cinta que provocó muchas risas.

UNA ESCENA "HILARANTE"

Winslet, que interpreta a la broker Nancy Cowan, consiguió la mayor ovación por su vómito sobre la pantalla, una experiencia que después describió como "hilarante". "Fue totalmente hilarante rodar la secuencia del vómito", declaró la actriz a los periodistas.

"Todos estábamos completamente fuera de sí con la risa. Tenía que contener un montón de vómito en la boca, lo cual no es posible para una persona. Así que sin entrar en demasiados detalles, era un mecanismo bastante complejo y había implicadas unas imágenes generadas por ordenador extremadamente ingeniosas".

"Mis hijos vinieron al trabajo (...) el día del vómito, y estoy tan emocionada de que estuvieran allí porque literalmente no han dejado de hablar de ello desde entonces", aseguró.

Waltz, que da vida a su marido abogado Alan, agregó: "Hace falta decir que el vómito se preparó según la receta de Polanski".

La acomodada pareja de los Cowans visita la casa de la escritora liberal y activista Penelope Longstreet (Foster) y su marido vendedor Michael (Reilly) después de que sus hijos se vieran implicados en una pelea.

Lo que empieza siendo un intercambio civilizado sobre el incidente se convierte en un altercado entre las dos parejas y después entre los hombres y las mujeres.

La bebida y los problemas de las relaciones yacen de fondo mientras la crueldad emerge a la superficie, aunque la historia nunca se aleja de la comedia.

TEATRO EN EL CINE

Rodada en un apartamento a tiempo real, Un dios salvaje parece una obra de teatro en la pantalla grande, y algunos críticos se lo han reprochado. Pero la reacción general en la proyección para la prensa fue positiva.

Winslet dijo que su experiencia como madre la ayudó a entender la situación de las familias. "Siendo madre estoy familiarizada con la política de las zonas de recreo y de lo complejo que puede ser, y a veces lo ridículo y divertido", dijo.

Sobre protagonizar una película de Polanski, contestó: "Cuando Roman Polanski te invita a unirte a él en cualquier proyecto, realmente no dices no".

Polanski y su ingenio se dejan sentir en Venecia