martes. 23.04.2024
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Represa Eder Región del Ruhr. (Fotos Wikipedia)

Los aliados buscaban desde hacía tiempo una posibilidad de mermar la producción de acero y en consecuencia la industria pesada armamentística de la Alemania nazi cuyo corazón funcionaba en el valle de la cuenca hidrológica del río Ruhr.

La cuenca del río Rhur estaba dotada de seis importantes presas que suministraban agua a las plantas termoeléctricas, plantas hidroeléctricas, plantas de suministro de vapor, refinerías de acero e industrias asociadas a la producción bélica, además de una vasta red de canales fluviales de transporte de materiales.

El importante complejo industrial de Krupp que producía acero era usuario energético de la Represa Eder. Además disponía de treinta y seis minas de carbón.

Las presas que regulaban los tributarios de la cuenca eran la presa Mohne y la Sorpe que eran las principales, otros embalses menores pero no menos importantes eran los de Eder, Diemel, Henne y Listers.

operacion castigo 1El ataque lógico era un bombardeo de gran escala a dichas presas. Eso provocaría la destrucción o al menos la paralización temporal de la producción bélica alemana que lideraba el ministro de armamentos, Albert Speer.

La tecnología que se disponía en ese momento histórico para un bombardeo de precisión con bombas de la suficiente potencia para destruir estructuras de hormigón no estaba al alcance hasta ese momento.

Un bombardeo masivo a gran escala de saturación con 3.000 aviones era visto como una alternativa única, pero implicaba un alto costo de vidas de pilotos y tripulaciones de bombarderos, que Inglaterra no estaba en condiciones de derrochar.

Los alemanes preveían además el empleo de torpedos, por lo que cada embalse contaba con una serie de redes antitorpedo que protegían las construcciones.

Sin embargo, un modesto científico-inventor inglés, Barnes Wallis, que trabajaba en la fábrica aeronáutica Vickers-Armstrongs dio con la solución.

Wallis estaba al corriente de las dificultades técnicas de Comando Estratégico había quedado fascinado con la posibilidad de formular una solución y proporcionó al Comando Estratégico de la RAF la aplicación de una invención revolucionaria, la denominada bomba de rebote basada en la física del rebote.

Esta solución no fue admitida en un principio por el mariscal del aire, Sir Arthur Harris y el ministro del aire, Francis John Linell, lo que había obligado a Wallis a desistir del proyecto.

Sin embargo, una grabación realizada sobre las pruebas de la bomba de rebote sobre modelos y una presa en desuso en Gales fue vista por un importante oficial de inteligencia británico, Frederick Winterbotham.

Este oficial vio buenas posibilidades a la que llamóbomba Dambuster”, y entusiasmado gestionó el retorno de Wallis como asesor técnico del Comando Estratégico.

Wallis desarrolló el proyecto para el lanzamiento de una bomba desde una altura de 12.190 m., pero la idea terminó descartándose porque no había en la época ningún bombardero capaz de volar a una altura tan elevada.

Todos estos experimentos aportaron informaciones valiosas para que Wallis llegase al diseño final de la bomba conocida como Upkeep. En teoría, el proyecto parecía que iba a tener éxito, pero la idea de lanzar una bomba saltadora a tan baja altura incomodaba al Alto Mando de las Fuerzas Armadas inglesas.

La primera Upkeep se materializó el veintisiete de febrero del año 1943, a tan solo once semanas del ataque

Ahora bien, con el tiempo escaso, dado que querían aprovechar la época en el que las paredes están más llenas, los militares se vieron obligados a dar luz verde para el diseño de Wallis. La primera Upkeep se materializó el veintisiete de febrero del año 1943, a tan solo once semanas del ataque.

Esta bomba tenía 1,4 m de diámetro y contaba con una carga explosiva de casi tres toneladas. Tenía forma cilíndrica y con un diseño en forma de barril, tenía tres pistolas hidrostáticas, diseñadas para activar el detonador a nueve metros de profundidad.

Quedaría instalada atravesada bajo el compartimento de bombas del Avro Lancaster, sujeta por los dos extremos y conectada a un motor hidráulico, por medio de una correa de goma, que hacía rodar la bomba con una rotación de 500 rpm en el sentido opuesto al movimiento de la aeronave.

Al ser lanzada sobre el agua, la bomba Upkeep rebotaba, sorteando los sistemas defensivos nazis y, tras colisionar contra la pared de la presa, se hundía sin apartarse del punto de explosión debido al movimiento de rotación contraria de la bomba iniciado ya en el compartimento de los Lancaster.

Winterbotham logró convencer al mariscal Harris para autorizar la formación de un escuadrón especial de ataque. Se formó un comité denominado “Comité Dambuster” formado por el vice-comandante, Ralph Cochrane, el comandante de escuadrilla, Guy Gibson, el mismo Rey Jorge VI y el Comandante de Grupo Aéreo, John Whitworth, quienes seleccionaron el bombardero Lancaster como el avión que debía ser modificado para llevar la bomba.

LA ORGANIZACIÓN DEL ATAQUE

El quince de marzo del año 1943, Ralph Cochrane formó “el Escuadrón X”, que estaba formado por un grupo de cinco bombarderos Lancaster, liderado por el experimentado comandante Guy Gibson.

El comandante Guy Gibson era un joven de veinticuatro años, nacido en la India. Este aviador ya había realizado setenta y una misiones de bombardeo, habiendo demostrado una gran técnica y valor que le valdrían cuatro medallas al mérito.

Fue seleccionado personalmente por el mariscal del aire Harris. Bajo su mando, volarían otros pilotos muy experimentados como Joe McCarthy, Dave Shannon o Les Knight.

La RAF solicitó con carácter de suma urgencia a la fábrica Avro la entrega de 23 bombarderos Lancaster modificados. Las modificaciones eran el cambio de la bahía de carga de bombas estándar por una bahía abierta sin compuertas y la dotación de un bastidor-lanzador de bomba en revolución.

Dentro de lo malo, las tripulaciones tendrían al menos entre sus manos uno de los mejores aviones fabricados por Gran Bretaña durante la II Guerra Mundial.

Edertalsperre

Represa Eder Región del Ruhr.

El Avro Lancaster tenía un tren de aterrizaje convencional y caída configurada con dos estabilizadores verticales, era impulsado por cuatro motores Rolls Royce Merlin de 1.280 caballos cada uno, que le daban a la aeronave una velocidad máxima de 455,6 km/h, un peso máximo de despegue de 32.725 kilos, un techo de servicio de 6.520 m y un alcance total de 4.075 km.

Las tripulaciones estaban compuestas por siete hombres:

  • Un piloto, que se sentaba en el asiento de la izquierda.
  • Un ingeniero de vuelo, que volaba a la derecha del aviador.
  • El navegador, que permanecía más al fondo, a la derecha, justo detrás del ingeniero de vuelo.
  • Un operador de radio, que se sentaba a la izquierda, cerca del navegador.
  • Un operador del compartimento de bombas y de los dos cañones delanteros, que viajaba casi pegado al polimetilmetacrilato del morro.
  • Un operador del armamento central superior del fuselaje que disponía de dos cañones.
  • Un operador de los cuatro cañones traseros.

cuadro Castigo al Ruhr

La bomba era de un peso de 5,5 t. En el momento de ser lanzada era revolucionada por un motor a 500 rpm en spin reverso para conseguir una mayor distancia entre rebotes sobre la superficie del agua y un mejor direccionamiento. En marzo del año 1943, se convirtió en “el Escuadrón X” para completar las dotaciones de 23 bombarderos.

Dicho escuadrón tenía su base en Scampton. El primer Lancaster fue entregado el ocho de abril y de inmediato se realizaron los ensayos de práctica de ataque en las costas del condado de Kent.

Un ensayo de bombardeo de prueba se realizó usando una maqueta de bomba de madera. El veinticinco de marzo del año 1943, las tripulaciones comenzaron a reunirse en la base aérea de Scampton, al norte de Lincoln.

Wallis se opuso al uso de madera en la fabricación de la bomba ya que la madera no resistiría el rebote en superficie y además su energía cinética no daría suficiente rango de distancia de rebote al blanco.

Su fabricación entonces se hizo en acero y a la cuarta prueba, la bomba Dambuster de acero fue aprobada, dando un cómodo rango de distancia de rebote de 613 m. Wallis después de realizar concienzudos cálculos determinó que la distancia de acercamiento al blanco y despeje de la bomba debía ser de 430 m como máximo manteniendo una velocidad de 338 km por hora y a una altura de 18 m sobre la superficie del agua con un ángulo de incidencia del avión respecto de la superficie de 7°.

Rotura de la presa de Mohne

Rotura de la presa de Mohne.

Se presentaron otros problemas técnicos, la precisión de los altímetros del Avro Lancaster eran ineficaces a baja altitud, entonces se dotó a los bombarderos de dos reflectores de haces que convergían a una distancia de 18-20 m, subsanando la imprecisión de la altura de bombardeo. Otro problema fue el determinar la distancia entre el bombardero y la represa.

Como las represas tenían torres en cada extremo se recurrió a un dispositivo simple en su diseño, en forma de Y en un ángulo de 29,3° denominado Dam bombsight de madera que al converger ambos extremos determinaba la distancia de lanzamiento por trigonometría. Este dispositivo resultó no ser muy fiable.

Gibson ensayó las aproximaciones nocturnas sobre la laguna Fleet en Cheasil Beach y en el embalse de Abberton. Las condiciones nocturnas de bombardeo practicadas sugirieron a Gibson que si existía luz lunar, sería más fácil calcular la altitud, ya que existía el riesgo de que la superficie del agua al momento del bombardeo no fuera la adecuada.

Con esta sugerencia, el departamento de meteorología fue solicitado para buscar la fecha más conveniente de fases lunares para elegir la fecha del bombardeo.

Durante las pruebas de baja altitud, tres bombarderos fueron dañados por la lluvia horizontal formada por la turbulencia del agua debida a la acción de los propulsores, finalmente el grupo de ataque designado por Gibson fue de diecinueve aparatos.

La elección de los objetivos fueron tres de las seis represas de la cuenca: la de Mohne, la de Sorpe por su vulnerabilidad e importancia económica y la de Eder por su importancia para inundar el valle. Las otras tres represas fueron dejadas en segundo plano por su dificultad geográfica para la aproximación de los bombarderos.

CÓMO ERA LA BOMBA

La bomba que un principio tenía la forma geométrica de una esfera había tenido problemas de direccionamiento vectorial y por tanto muy imprecisa. Wallis la modificó a la forma cilíndrica, zanjando el tema del vector de dirección y haciéndola más precisa con la apariencia de un gran tambor, conteniendo entre 2.900 y 3.300 kg de Torpex, dotado de detonadores hidrostáticos del tipo MK -XIV graduados a 9 m de profundidad.

Las dimensiones del artefacto eran de 152 cm de longitud y 127 cm de diámetro, con un peso de entre 4,2 y 5,5 t y un relleno de entre 2,9 y 3,3 toneladas de explosivo Torpex.

La bomba instalada en el bastidor de la bahía abierta del avión debía revolucionar, como ya hemos visto, a 500 rpm siendo activado el movimiento diez minutos antes del lanzamiento por un motor back-spin Jassey Vickers, que transmitía un movimiento giratorio a la bomba mediante un sistema de polea y correa.

Una vez arrojada tangencialmente, la bomba daba teóricamente siete rebotes saltando las redes antitorpedos en un recorrido de 400 m para luego, ya a velocidad atenuada chocar con la pared de la represa y detonar a 9,1 m de profundidad. Pruebas realizadas sobre una represa en desuso en Gales determinaron que la bomba tenía una efectividad demoledora efectiva con un 80% de probabilidades de éxito.

Mientras tanto, los cazas Spitfire se afanaban en sobrevolar a gran altura el territorio alemán con la intención de fotografiar las presas objetivo y de supervisar el nivel del agua para la Operación Chastise.

El ataque se realizaría cuando el nivel estuviese bien alto, con el fin de que la destrucción generada por el colapso de las presas fuese lo más grande posible. Por lo que los Spitfire lograron evaluar, la presa más defendida era la de Mohne.

bomba de rebote Upkeep 2

Bomba de rebote Upkeep alojada en un Avro Lancaster modificado.

Los alemanes habían dispuesto dos redes de protección antitorpedos en el lago, eso significa que las bombas tendrían que pasar por encima de ellas antes de hundirse y, lo más preocupante, había dos cañones antiaéreos instalados en cada torre así como un tercero instalado en uno de los extremos de la presa, y tres baterías antiaéreas ligeras dispuestas en un terreno más bajo.

A partir del once de mayo, algunas tripulaciones comenzaron a entrenar procedimientos de bombardeo con versiones de las bombas Upkeep sin explosivos, pero con el mismo peso que las que serían lanzadas contra las presas del Tercer Reich.

Los pilotos fueron entonces muy conscientes de que había que ejecutar el lanzamiento de las bombas con mucha precisión, ni a mucha altura ni a poca altura, en concreto a tan solo 18 m de altitud sobre el agua.

El Comité Dambuster determinó que la fecha del ataque debía ser el veintiséis de mayo del año 1943 ya que esa fecha era propicia pues estaba en luna llena y además habría condiciones atmosféricas favorables. Sin embargo, Cochrane abogó por que se realizara el quince de mayo, ya que se tendrían las mismas condiciones.

El plan original era realizar tres olas de ataques individuales a las represas de Mohne, Eder y Sorpe, las que fueron denominadas blanco X, blanco Y y Z respectivamente

Los entrenamientos se acentuaron exhaustivamente, ya que el escuadrón aún estaba atrasado en las prácticas de baja altitud en condiciones nocturnas. El plan original era realizar tres olas de ataques individuales a las represas de Mohne, Eder y Sorpe, las que fueron denominadas blanco X, blanco Y y Z respectivamente.

Barnes_Wallis_(RNV)La represa de Eder presentaba una dificultad, ya que al terminar el bombardeo, el aparato debía esquivar un encajonamiento de montañas y tomar altura inmediatamente para no impactar con el siguiente promontorio rodeado de tendidos eléctricos. (En la imagen: Barnes Wallis.)

El bombardeo de Sorpe era distinto al de Mohne, pues la aproximación se hacía en forma perpendicular a la represa debido a su configuración geográfica.

Una fuerza de distracción breve compuesta por aviones Mosquito, Wellington y Lancaster atacarían previamente el estuario de Scheldt y las Islas Frisias holandesas para distraer a los cazas nocturnos alemanes estacionados en las bases contiguas a las represas eliminando de este modo la oposición aérea.

Con los blancos establecidos, el escuadrón fue dividido en tres grupos de ataque:

  • Grupo n° 1: dividido en tres oleadas de nueve aviones comandados por los comandantes Guy Gibson, Hopgood y Martin con la asignación del blanco X: Mohne. Si quedaban aviones con bombas por lanzar se dirigirían al blanco Y: Eder.
  • Grupo n° 2: con cinco aparatos agrupados comandados por el teniente comandante Joe McCarthy con asignación del blanco Z: Sorpe.
  • Grupo n° 3: que era una agrupación de reserva, estaba compuesto por cuatro aviones divididos en dos grupos, liderados por el sargento de vuelo, Ken Brown despegarían dos horas después del Grupo n°1 con la misión de repasar si fuera necesario los principales blancos o atacar las otras tres represas consideradas menores: las represas de Ennepe, Henne y la de Lister.

Wallis había calculado que en la represa de Monhe solo bastaba un impacto bien colocado. Si el primero acertaba el resto de los aviones restantes debían buscar los siguientes objetivos sucesivamente en la medida que se fueran consiguiendo los resultados.

El Comité advirtió a las tripulaciones que se debían ceñir estrictamente a la ruta planificada, de lo contrario corrían el riesgo de sobrevolar emplazamientos artilleros o bases aéreas enemigas.

Wallis advirtió además que ningún avión podía retornar a la base con la bomba armada, ya que corrían el riesgo de explosión y destrucción consecuente del aparato.

El centro de comandos del comité se estableció en St Vincent Hall, Lisconshire. Una serie de palabras en código morse fueron acordadas para hacer el seguimiento de la misión:

  • Cooler: comienzo de la operación.
  • Pranger: ataque a Mohne.
  • Nigger: Mohne destruida.
  • Dinghy: Eder destruida.
  • Tulip: grupo de reserva 1 asume Mohne. / Grupo de reserva 2 asume Eder.
  • Gilbert: último ataque según plan.
  • Goner con sucesivos dígitos numéricos indicaban las situaciones particulares del resultado de los ataques.

EL ATAQUE

La noche del domingo dieciséis de mayo por informes meteorológicos que indicaban favorables condiciones atmosféricas y de luna, las tripulaciones fueron convocadas sorpresivamente a Scampton.

Una bomba de rebote "Upkeep" como las utilizadas en la Operación Chastise.

Los pilotos de la Operación Castigo, volaron por la noche, apenas a 60 pies de altura, es decir, a menos de 20 metros, manteniendo una velocidad de 386 km/h.

Realizar una incursión sobre territorio enemigo, a tan baja altura, entre obstáculos y fuego enemigo, utilizando solamente la iluminación de la luna llena para orientarse, no era una tarea apta para cualquiera.

Especialmente si tenemos en cuenta que en los años 40 los sistemas de navegación eran limitados y que el propio sistema para efectuar el lanzamiento de las bombas no era precisamente avanzado.

El comité dio la orden de inicio de la operación y a las 21:28 despegó la fuerza de distracción. La defensa de las represas y del área del Ruhr estaba a cargo del comandante de la Luftwaffe, Josef Kammhuber quien había ideado un eficaz sistema de defensa denominado Línea Kammhuber.

A las 21:59 despegó la primera formación del Grupo n°1 de nueve Lancasters, a las 22:07 despegó la segunda formación con Guy Gibson al mando, y a las 22:48 despegó la tercera formación de nueve aviones.

Volando a baja altura se dirigieron a su objetivo separados por una distancia de 60 km volando 300 km hasta ingresar a territorio alemán por el estuario de Scheldt a las 23.00, luego se metieron por un angosto corredor cerca de Eindhoven para enfilar al este en dirección a Ahien donde llegaron a la medianoche, en ese punto enfilaron directamente hacía los blancos asignados.

Presa de Eder después del ataque de los Lancaster

Presa de Eder después del ataque de los Lancaster.

Ataque a Monhe

El grupo de Gibson llegó a la zona minutos después de la medianoche, las condiciones no podían ser mejores, Gibson sobrevoló la represa sin ser recibidos por fuego antiaéreo, sin embargo, al volver para la realización del ataque fue recibido por la artillería.

A las 0.28, la primera bomba fue lanzada y dio tres rebotes antes de chocar con la pared explotando en una columna de agua, Gibson pensó que la tarea estaba realizada pero al disiparse la columna la presa seguía intacta.

Gibson dio la orden de atacar al siguiente avión pilotado por Hopgood, este enfiló a 7° de incidencia y lanzó la bomba, pero la bomba rebotó fuera de la presa explotando al otro lado de la pared, el avión fue alcanzado por la antiaérea en el ala izquierda, el aparato estaba condenado y solo un tripulante logró saltar en paracaídas, el avión de Hopgood se estrelló en llamas.

Gibson ordenó al aparato de Micky Martin el ataque a la presa. Gibson acompañaría a Martin atrayendo sobre sí el fuego antiaéreo, Martin lanzó su bomba en forma adecuada, pero un guiño involuntario en la dirección del aparato la hizo desviarse de su destino explotando fuera de la estructura de la represa.

Un cuarto aparato descendió entonces, pilotado por Dinghy Young, el lanzamiento de la bomba fue perfecto y dio en el centro de la represa levantando una columna de agua, parecía que todo estaba concluido con éxito. Al disiparse la columna, la represa seguía intacta.

Un quinto aparato pilotado por Gibson Maltby inició su descenso, cuando llegó a la posición de lanzamiento, la represa pareció comenzar a desmoronarse, Maltby lanzó su bomba perfectamente y la explosión terminó por desmoronar la pared de la represa. La misión del grupo n°1 había tenido éxito con la pérdida de un aparato. Los tres aviones restantes, más el de Gibson, que no habían lanzado entonces se dirigieron a la represa de Eder.

Ataque a Eder

La presa de Eder parecía estar menos protegida, pero había el problema de la orografía, que representaba un enorme desafío para los pilotos de los Avro Lancaster no solo para llegar al objetivo, sino también para remontar el vuelo tras soltar sus bombas Upkeep.

La represa Eder no tenía defensa antiaérea. Sin embargo, la complicada topografía de encajonamiento del lugar lo hacía prácticamente imposible para el desarrollo de un ataque aéreo.

A la 1:00 del diecisiete de mayo, los Lancaster sobrevolaron la represa, descendieron a la altura del castillo de Waldeck de modo perpendicular a la represa para cinco segundos después quebrar el rumbo en un ángulo de 100° y descender a 18 m de la superficie arrojando inmediatamente sus respectivas bombas, el grupo de ataque lo componían tres Lancaster.

El aparato de Shannon no pudo alinearse correctamente, por lo que fue relevado por el aparato de H.E Maudslay quien tampoco pudo alinearse para el lanzamiento, Shannon solicitó el tercer intento y bajó a la superficie, esta vez logró alinearse y lanzó su bomba, pero esta explotó al extremo derecho de la pared de la represa levantando una columna colosal de agua.

Maudslay solicitó el tercer intento a Gibson, y éste bajó para alinearse con la represa, pero soltó la bomba demasiado tarde, esta dio solo un rebote y explotó en el centro derecho de la represa levantando una nueva gran columna de agua. El aparato de Maudslay resultó alcanzado por la pluma de la explosión, sobrevoló unos 45 minutos más y se vino a tierra en Emmerich pereciendo todos.

La represa aún seguía intacta, Knight sobrevoló con su aparato y en el segundo intento soltó adecuadamente su bomba dando en el centro derecho de la represa. La explosión resultante desmoronó la represa con una gran vía de agua. Gibson dio por finalizada esta parte de la misión.

bomba de rebote Upkeep 3

La bomba Upkeep recuperada por los alemanes.

Ataque a Sorpe

El ataque a Sorpe estaba dirigido por el Grupo n°2 con cinco aparatos agrupados comandados por el teniente comandante Joe McCarthy. Esta misión comenzó mal desde el mismo inicio, una fuga de refrigerante en al aparato de McCarthy lo obligó a retrasar su salida 34 minutos, teniendo que ceder el liderazgo al sargento de vuelo Barlow.

Los cuatro aparatos del 2° grupo jamás llegaron a arribar al escenario, todos los aparatos se desviaron de la ruta, el aparato de B.Barlow se perdió al ser derribado cerca de Rees, el avión del sargento Vernon Byers corrió idéntica suerte, se supuso más tarde que habían sobrevolado la fortificada isla de Vlienland sobre emplazamientos artilleros que los derribaron.

El aparato de Munro fue alcanzado por la antiaérea de la isla de Vlieland, que le dañó su aparato de radio y provocó varios fallos eléctricos, por lo que optó por retornar a la base.

El cuarto aparato de Geoff Rice también sobrevoló Vlienland siendo recibido por la artillería de la isla, fue testigo del abatimiento de Byers y en un intento por burlar a los artilleros enemigos Rice descendió a nivel del mar, el descenso fue mal controlado y el Lancaster de Rice rebotó en el agua perdiendo la bomba, además dañó su sistema de aterrizaje y tuvo que retornar a la base, en el intento de retornar casi colisiona con el aparato de Munro en la aproximación a Scampton.

El aparato de McCarthy que había sido retrasado por un fallo hidráulico llegó a la zona de ataque después de una titánica carrera de vuelo a ras de suelo, esquivó emplazamientos artilleros y aviones cazas nocturnos.

Al llegar a la represa, esta estaba envuelta en niebla, además exhibió un perfil topográfico mucho más difícil que las maquetas mostradas durante la preparación de la misión.

Tuvo que realizar diez pasadas antes de lanzar la bomba, la cual lanzada a lo largo del muro de contención explotó en el centro de la presa sin daños relevantes. McCarthy radió la señal Goner 6 que indicaba que la represa no había sido destruida.

Tres aparatos del grupo de reserva fueron enviados a Sorpe. Solo dos de ellos llegaron, los Lancasters pilotados por Brown y York lograron llegar al área. La niebla existente hizo que el resultado de los bombardeos fueron los mismos, uno de los aparatos del grupo de reserva que se dirigía a Sorpe fue abatido por la antiaérea y tres tripulantes fueron tomados prisioneros. La represa de Sorpe quedó en pie.

De los aparatos de reserva solo quedaba uno disponible, el de Townsend que bombardeó la represa de Ennepe sin dañarla.

CONSECUENCIAS DEL ATAQUE

Retornados los once aparatos supervivientes a Scampton entre las 3 y las 4:20 del diecisiete de mayo, no sin pasar por algunos pasajes angustiosos, cinco spitfires de reconocimiento fueron lanzados al aire para visualizar el daño ocasionado a la cuenca del río Ruhr.

Las presas de Monhe y Eder definitivamente estaban semidestruidas, unos 300.000 m³ de agua arrasaron unas 114 fábricas de armamento, varios pueblos y ciudades y paralizó la producción de acero temporalmente.

La inundación generada por el bombardeo y el colapso de las dos presas barrió literalmente calles, vías férreas, puentes e industrias, y provocó también daños sustanciales en dos centrales hidroeléctricas.

Unos 64 km² fueron inundados, se destruyeron veinticinco puentes y dañaron toda la red fluvial de transporte, colateralmente se dañó la agronomía local con la eliminación de una gran proporción de animales domésticos y campos de pastoreo y labranza.

dam bustersFallecieron 1.650 personas, de ellas un millar eran prisioneros esclavos de origen ruso y polaco, y unos 650 alemanes fallecieron adicionalmente. El ministro Speer reasignó a la Organización Todt desde los trabajos del Muro del Atlántico a la cuenca, restituyendo en tan solo 45 días la energía eléctrica y en nueve meses las instalaciones destruidas, pero contribuyeron a acercar el término del conflicto.

La reconstrucción exigió que los alemanes desembolsaran más de 5.600 millones de libras según las estimaciones británicas y que tuvieran que desviar de otras labores a 70.000 hombres para estas tareas.

A finales del mes de junio, el suministro de agua ya se había restablecido, así como la red eléctrica. Las industrias bélicas alemanas afectadas también fueron reconstruidas en poco tiempo y en el mes de septiembre ya estaban operando a pleno rendimiento.

A pesar de que la Operación Castigo se recuerde como una de las operaciones míticas de la II Guerra Mundial, lo cierto es que el resultado estratégico de los ataques de la aviación británica generó opiniones divididas.

Para las personas que vivían bajo el régimen nazi, el ataque supuso un aliento, una gran victoria. En Inglaterra, la fuerza aérea usó los resultados como propaganda. Sirvieron para levantar la moral de la población británica y captar a nuevos voluntarios para continuar los combates de la II Guerra Mundial.

Algunos especialistas afirman, que el resultado estratégico no fue convincente y que el precio pagado por conseguirlo fue demasiado alto

Algunos especialistas afirman, que el resultado estratégico no fue convincente y que el precio pagado por conseguirlo fue demasiado alto. Fallecieron cincuenta y tres aviadores de la RAF durante la operación, tres fueron tomados prisioneros y dos de ellos fallecieron poco después. Treinta y cuatro aviadores aliados fueron galardonados con la Medalla al Valor en Combate.

El capitán Guy Gibson recibió la Cruz Victoria, el escuadrón 617 se convirtió en el escuadrón de élite de la RAF asignado a tareas especiales como “la Operación Catequismo” destinada al hundimiento del Acorazado Tirpitz, el doce de noviembre del año 1944.

Barnes Wallis fue el único cerebro que ingresó en el panteón histórico británico de la segunda guerra mundial, por detrás de Winston Churchill, pero en paralelo a Alan Turing, descifrador de Ultra, y los héroes que combatieron en el conflicto. Hasta el año 1951, cuando se publicó el libro de Paul Brickhill, casi nadie sabía o recordaba nada de Wallis.

Operación “Castigo al Ruhr” 1943