viernes. 29.03.2024
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Fotos: CaixaForum Madrid

¿Cuando nos robaron la ópera? Quizá nunca fue del todo nuestra. Aunque Mozart nos hiciera creer que ya éramos dignos de salir a escena o Verdi nos convirtiera en coro, la ópera nunca dejó de ser un espectáculo para las élites económicas. Siempre fue así. Aunque en la exposición Ópera. Pasión, poder y política, inaugurada hace apenas unos días en CaixaForum Madrid, podamos sumergirnos en la historia de la ópera a través de un viaje sonoro que nos hace viajar a ocho ciudades y ocho momentos históricos, soñando por un momento que formamos parte de aquellos privilegiados que pudieron asistir a sus estrenos. Un sueño imposible al que trata de acercarnos el espectacular o1montaje que se puede visitar hasta agosto en el centro de Madrid.

Ópera. Pasión, poder y política es sobre todo una exposición sonora en la que, gracias a la colaboración de la empresa alemana Sennheiser, el visitante se sumerge en ocho momentos históricos a través de ocho grandes óperas viajando a través de ellas a las ocho ciudades que las vieron estrenarse. Este montaje comisariado por Kate Baile del Victoria and Albert Museum (V&A) de Londres, asesorada por Kasper Holter, director de ópera en la Royal Opera House, es capaz de transportarnos al centro de cada una de las ocho óperas que conforman este recorrido, en un montaje expositivo de una gran belleza y sensualidad, que es capaz de aunar divulgación, erudición y belleza plástica.

Entrar en el mundo íntimo de la Venecia que vio estrenarse a L'incoronazione di Poppea (1642), de Monteverdi; sentirse en el centro del escenario londinense donde se presentó Rinaldo (1711), de Händel; pasearse por un salón de baile de la Viena de Le nozze di Figaro (1786), de Mozart; ser parte del coro y sentir el orgullo de una patria recién nacida en Nabucco (1842), de Verdi; notar en las venas la absenta y el tabaco del París en el que nació Tannhaüser, de Wagner (1861); formar parte de la Barcelona industrial y moderna de finales del XIX con Pepita Jiménez (1896), de Albéniz; visitar la Alemania expresionista de principios del veinte con Salomé (1905), de Strauss o asfixiarse bajo yugo de la dictadura de Stalin y poder tomar un poco de aire con Lady Macbetch del distrito de Mtsensk (1934), de Shostakóvich, son alguna de las sensaciones propuestas en Ópera. Pasión, poder y política.

Una exposición de arte total, o Gesamtkunstwerk, como definió Wagner a sus óperas, en la que viajamos a través del sonido, del arte, de la literatura y del espectáculo a través de Venecia, Londres, Viena, Milán, París, Barcelona, Dresde y San Petersburgo (Leningrado), justo en el momento de mayor esplendor de cada una de estas ciudades. Llegamos a cada una de ellas justo en el máximo momento de esplendor cultural y económico. El punto exacto en el que en un sólo lugar se reunían la creatividad máxima y un público dispuesto a consumir el espectáculo más caro del mundo en su versión más lujosa, pues como refleja muy bien el título de la exposición, no se rehuye en ningún momento la perspectiva social, las luchas de poder entre las clases sociales. Viajamos en el tiempo a través de la vertiente más bella y emocional, pero sin que dejen de estar presentes las preocupaciones sociales de cada momento, la perspectiva de género o la evolución de los argumentos.

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En total, podemos disfrutar de más de 300 objetos procedentes mayoritariamente del Victoria and Albert Museum, que unidos a materiales prestados por más de 30 instituciones internacionales, conforman una exposición también rica en lo material y en la que podemos disfrutar de una maravillosa selección de instrumentos de música antigua, bustos, elementos de las escenografías originales, vestuarios, carteles, libretos o partituras manuscritas.

En total la muestra reúne 302 objetos procedentes en su mayoría del Victoria and Albert Museum, junto a préstamos internacionales de más de 30 instituciones, que incluyen una selección de instrumentos de música antigua, pinturas, dibujos y bocetos, grabados y planos arquitectónicos de ciudades, bustos de compositores y cantantes, elementos escenográficos originales, libretos, fotografías, diseños de vestuario como el que realizó Dalí para la producción de Salomé de Peter Brook en 1949 o  partituras manuscritas como la de Nabucco de Verdi. En la exposición destacan algunas exquisitas muestras de vestuario original como el pícaro vestuario de L'incoronazione di Poppea  o el vestido de la emperatriz Victoria Eugenia, esposa de Napoleón III.

Esta muestra procedente de Londres, ciudad en la se expuso el año pasado, y que podrá visitarse en el CaixaForum Madrid hasta el 11 de agosto. Como novedad de esta versión madrileña respecto a la londinense encontramos el nuevo ámbito dedicado a la ópera Pepita Jiménez de Isaac Albéniz, realizado en colaboración con el Gran Teatre del Liceu, que nos traslada a la Barcelona modernista de la exposición universal y en la que podemos encontrar obras de Ramón Casas, incluido un retrato de Isaac Albéniz, o la partitura original de esta obra. Una exposición memorable.

Ópera, un viaje sensorial a la pasión, el poder y la política en CaixaForum Madrid