La campaña de Sincronía "Son víctimas, no verdugos" (No queremos armas españolas en manos de niños soldado) recoge y relanza la iniciativa promovida a principios de 2013 por el actor Gustavo Salmerón, uno de los protagonistas del corto nominado, ‘Aquel no era yo’, dirigido por Esteban Crespo.
España vende armas y munición a países como Ghana, Burkina Faso, Haití o Paquistán. Parte de este material bélico es desviado y vendido en el mercado negro y acaba en manos de organizaciones paramilitares, guerrillas y mafias que utilizan niños soldados.
Más de 300.000 menores participan en conflictos bélicos, según informes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Los menores son arrancados de sus hogares, sometidos a todo tipo de abusos, drogados y torturados para obligarlos a servir de carne de cañón y cometer todo tipo de crímenes y atrocidades.
Sincronía está recogiendo firmas para exigir al Congreso de los Diputados que se reforme la ley sobre el control de armas y se deniegue explícitamente la autorización para exportar armas a países que apoyen a grupos militares, paramilitares, guerrillas o milicias que recluten a menores como soldados.
El fotógrafo Micki Ávila, tercer ayudante de dirección y foto-fija del corto, ha cedido a Sincronía su material fotográfico para ilustrar la campaña, que también ha contado con todas las facilidades por parte del productor ejecutivo, José Luis Matas-Negrete, y el resto del equipo.