En su nuevo libro "La nueva anormalidad" Nicolás Sartorius se interroga sobre una serie de frases hechas y el hilo invisible que existe entre las palabras y la movilización de las conciencias. Trata sobre algunas de las expresiones "más populares" del nuevo lenguaje de la actualidad, posterior a la crisis del coronavirus.
Preguntas como ¿La anormalidad era lo que vivíamos? ¿Hemos vuelto a una nueva normalidad? ¿Debemos crear una normalidad diferente? tratan de orientar con algunas respuestas adecuadas el camino hacia un orden diferente, una normalidad distinta de las incongruencias e injusticias de la vieja normalidad. Apunta que las soluciones vendrán de la mano de los avances de la ciencia y de la profundización de la democracia. Anima a hacer el esfuerzo colectivo de ir conquistando, democráticamente, una normalidad nueva, más justa, más libre y más fraternal.
Nicolás Sartorius analizas las anomalías y los desórdenes que persisten en nuestro mundo y como lo que nos aseguran que es normal en realidad no lo es. Basta con echar un vistazo a la situación de la democracia, a los enfrentamientos políticos, a las nuevas esclavitudes y las nuevas guerras permanentes, a las demenciales desigualdades económicas y de género o a la destrucción sistemática del medio ambiente.
"Pues bien, con esa afición por distinguir la verdad de la apariencia, que se oculta tantas veces a través del lenguaje, me preguntaba si esa realidad de la que veníamos y a la que, por lo visto, se deseaba regresar, era normal o anormal, si se trataba del mundo de la normalidad, o por el contrario de la anormalidad"
Y llegué a la conclusión, quizá equivocada, de que aquello que se llama normalidad era de los más anormal que uno pueda imaginar, dejando constancia por prudencia de que esa anormalidad no es la misma en todas partes. En consecuencia, si lo que deseamos es convivir en una sociedad y en un mundo realmente normales tenemos que crear una "normalidad nueva".
¿Ustedes creen que es normal que ocho grandes fortunas, por ejemplo, acumulen tanta riqueza como 3.600 millones de personas?
Sinceramente, me parece una anormalidad indecente. Como lo es igualmente, que cerca de 900 millones de seres humanos, incluyendo niños, pasen hambre crónica, o que 1.000 millones no tengan electricidad o agua potable, o que en países europeos como el nuestro el 1% de la población detente el 25% o más de toda la riqueza.
Nicolás Sartorius es abogado y periodista. Cofundador de Comisiones Obreras, pasó más de seis años en la cárcel por sus actividades políticas y sindicales. Diputado por el PCE e IU durante tres legislaturas.
