viernes. 29.03.2024
PCF

El Partido Comunista nació el 29 de diciembre de 1920 en el Congreso de Tours del Partido Socialista, aunque al principio se denominó Sección Francesa de la Internacional Comunista. Una mayoría de los delegados socialistas decidieron incorporarse a la III Internacional y pasar a denominarse comunistas. La minoría, dirigida por Léon Blum, se opuso a esta decisión y decidió mantenerse como socialista. El nacimiento del PCF rompió, como en la mayoría de los países occidentales, con la unidad de la izquierda.

El nuevo Partido Comunista no parecía que tuviera mucho de comunista. Dentro de la formación se podrían diferenciar dos posturas. Una de ellas representaría la izquierda y era minoritaria. Abogaba por una bolchevización del Partido. Pero, además, su composición era heterogénea, ya que incluía militantes socialistas de extrema izquierda junto con anarcosindicalistas, pero que estaban unidos en su defensa del anarcomunismo y estaban fascinados por lo que estaba ocurriendo en Rusia. La corriente mayoritaria, más moderada, pretendía utilizar el ejemplo ruso como un revulsivo para revitalizar al socialismo francés, en crisis después de la Gran Guerra, ya que destacados socialistas había apoyado la unión sagrada frente al pacifismo defendido en la II Internacional. El Partido Socialista había fracasado en las elecciones a la Asamblea General de 1919, y tampoco habían tenido éxito las huelgas de abril del año siguiente. La postura de continuar con la vía parlamentaria y reformista de Blum fue duramente criticada en el Congreso de Tours. Por eso, una mayoría en el Partido Socialista pensó que la apuesta por la Internacional Comunista podría galvanizar al socialismo francés y conseguir una victoria que en aquellos momentos se escapaba.

Los rusos aceptaron la nueva formación por razones estratégicas del momento, aunque eran bien conscientes de la realidad específica de la izquierda francesa. En los inicios de la década de los años veinte, después de los fracasos revolucionarios en Occidente al terminar la Primera Guerra Mundial, se era consciente de las dificultades para que se produjera una Revolución mundial. Por eso se podía aceptar al nuevo Partido Comunista francés y con el tiempo influir para que se transformase en verdaderamente comunista. Conviene añadir que Moscú no podía despreciar a una formación que aglutinaba a la mayoría de la antigua militancia socialista. Tampoco tardaron muchos los rusos en transformar al nuevo partido, ya que en 1923 consiguieron neutralizar a la mayoría “centrista” con la expulsión del secretario general Frossard. Al año siguiente, le tocó a la minoría “izquierdista”. Se iniciaba la estalinización del Partido Comunista francés.

El nacimiento del Partido Comunista francés