jueves. 25.04.2024

Una de las canciones más emblemáticas del repertorio de Frank Sinatra es «My Way», y las circunstancias que hicieron que se convirtiera en un clásico de la música ligera —como diría el recordado Ángel Álvarez—  son debidas a un cúmulo de eventualidades entre las cuales destaca que un joven inglés de apenas veinte años llamado David Bowie pudo haber sido el autor de la letra en inglés pero los autores de la música prefirieron vender los derechos a Paul Anka. No obstante será mejor que comencemos por el principio y dejemos esta historia para más adelante.

Encontramos el germen de «My Way» en otra canción —en realidad la misma— que en principio llevó por título «For me» y fue compuesta por el músico francés Jacques Revaux en 1967. La intención del autor era que la cantante Dalida la interpretara, pero tanto ella como Petula Clark rechazaron la oferta. Inasequible al desaliento, Revaux ofreció «For me», a su amigo Claude François y este la aceptó con la condición de constar como coautor en los créditos,  y también que el título de la canción fuera «Comme d'habitude» ya que narraba el tedio de una pareja que, tras muchos años de matrimonio, había caído en una monótona rutina, tanto que hacían el amor casi por obligación, “como de costumbre” (en francés, ‘comme d'habitude’).

En el registro francés de autores apareció Gilles Thibaut como letrista, junto a Revaux y Claude François como compositores de la música. El tema fue grabado por Claude François y alcanzó un éxito considerable en Francia, aunque sin llegar a las ventas millonarias —vendió cerca de cuatrocientas mil copias— a las que el ídolo francés estaba acostumbrado como cantante juvenil de moda.

El destino decidió que estando de vacaciones en la capital francesa, el cantante canadiense Paul Anka escuchara a Claude François interpretar «Comme d'habitude» en un programa televisivo y la melodía le cautivó de inmediato. Tanto que Anka hizo una oferta para comprar los derechos editoriales de la versión inglesa y  Revaux y François no se lo pensaron dos veces a pesar de que previamente habían rechazado otras proposiciones. Transcurrido el tiempo, Paul Anka escribiría una nueva letra en la que cambió por completo la temática de la historia original.

Paul Anka y Frank Sinatra

A finales de los años 50, Paul Anka fue una estrella juvenil que con sólo 16 años consiguió varios éxitos internacionales con canciones como «Diana» o «Put Your Head On my Shoulder». Sin embargo, en la transición de la adolescencia a la madurez, su estrella se fue apagando y Anka acabó sobreviviendo como pianista y cantante en hoteles de Florida y en casinos de Las Vegas, donde fue adoptado por el clan de los cinco formado por Dean Martin,  Sammy Davis Jr., Peter Lawford y Joey Bishop, todos ellos liderados por Frank Sinatra. Por aquél entonces, aunque La Voz tenía sólo 53 años, se vio atrapado en un bache de inseguridad emocional debido a que las preferencias del público joven no tenían nada que ver con su estilo, lo que le predispuso a asumir una decadencia profesional que en realidad sólo existía en su mente. Sinatra, consciente de que los nuevos cantantes y conjuntos juveniles copaban las listas de éxitos, decidió aliarse con el enemigo y aprovechando el éxito de su hija Nancy Sinatra con «These boots are made for walkin», grabó con ella «Something stupid» en 1967, un tema pegadizo que atrapó al mercado juvenil y llegó al número uno. A continuación, ese mismo año, Sinatra grabó un disco de música brasileña con Antonio Carlos Jobim del que se extrajo un sencillo, «The girl from Ipanema», que también fue un éxito de ventas. Grabó admás temas de The Beatles y Simon y Garfunkel, pero la inestabilidad y el titubeo del crooner era cada vez mayor al sentirse acabado en un mercado de jóvenes estrellas.

Cierto día de 1968, mientras comían en un restaurante neoyorquino, Sinatra le confesó a Paul Anka su deseo de retirarse después de grabar su último álbum en el que intentaba ser actual al incluir versiones de una canción de The Beatles y otra de Simon y Garfunkel. También Paul Anka soportaba su propio declive después de haber conocido un gran éxito y tener que ganarse la vida actuando en hoteles de Miami. Como consecuencia del intercambio de confidencias Anka recordó la canción «Comme d'habitude», cuyos derechos había comprado tiempo atrás en Paris. Sin decirle nada a Sinatra comenzó a escribir una letra en inglés donde contaba la historia de un hombre que viendo próximo el final de su vida, hacía balance, miraba atrás y confesaba no estar arrepentido de nada debido a que siempre actuó a su manera. Una vez escribió la letra, Anka telefoneó a Sinatra y le cantó la canción. Transcurridas pocas semanas, estando Paul Anka en Nueva York recibió una llamada de Sinatra desde Los Angeles en la que La Voz le tarareó «My Way». La alegría de Paul Anka fue inmensa al comprobar cómo la canción se adaptaba a las necesidades de su amigo y ejercía un efecto de sesión de terapia en la que el cantante conseguía verbalizar a modo de catarsis la crisis que atravesaba. Don Costa escribió unos magníficos arreglos musicales para  «My Way» y la grabación se llevó a cabo el 30 de diciembre de 1968. Tras finalizar la primera y única toma sin que ningún error hiciera necesario un nuevo intento, los músicos presentes en la sesión manifestaron muestras de entusiasmo que hicieron mella en Frank Sinatra quien descartó en ese mismo momento la idea de retirarse del mundo del espectáculo.

¿Pero… que tiene que ver My Way con David Bowie?

Antes de que Paul Anka comprara los derechos de «Comme d'habitude», hubo otros intentos en el Reino Unido por adaptar al inglés el éxito de Claude François. Entre quienes presentaron un proyecto para hacerse con los derechos de la canción se encontraba un joven cantante llamado David Bowie, aun no muy conocido y centrado en aquél momento en un estilo que amalgamaba el rock psicodélico con el pop. A Bowie le gustó «Comme d'habitude», vio en ella posibilidades y le escribió una letra en inglés donde contaba la historia de un muchacho muy comunicativo que mantenía en secreto su amor por una chica de su grupo de amigos. David Bowie realizó una grabación casera de la canción (a la que puso por título «Even A Fool Learns To Love» ) poniendo su voz por encima del disco de Claude François. Luego grabó una maqueta en mejores condiciones y la presentó a los autores con ánimo de comprarles los derechos, pero estos no accedieron y poco después cerraron trato con Paul Anka, cuya oferta era más atractiva por la fama que le precedía. A Bowie no le sentó nada bien aquel menosprecio que ponía en evidencia su aun escasa popularidad.

Lo que no imaginaba el joven cantante inglés era las consecuencias en que derivaría su enfado, pues transcurridos varios años, David Bowie lanzó el álbum Hunky Dory (diciembre de 1971) que incluía «Life on Mars», una canción a la que añadió en los créditos de la carpeta un enigmático “Inspirada por Frankie”. Nadie llegó a interpretar que aquella dedicatoria iba dedicada a Frank Sinatra y era un guiño dirigido a Claude François a modo de venganza. Tampoco nadie reparó en que si se escucha con atención «Life on Mars», la progresión armónica así como los acordes del tema recuerdan mucho a «My way». Y sobre todo, cuando Bowie dice "Is there life on Mars?", da la impresión como si remedara a Sinatra cuando entona la frase "I did it my way" . Era tal el enfado de Bowie que quiso plasmarlo —mitad como broma y mitad como represalia— haciendo una especie de parodia de aquella canción cuya letra en inglés le rechazaron.

Pasado el tiempo (ya en la década de los 90) David Bowie reconoció en una entrevista su enojo de juventud al afirmar que «sentía venganza y decidí componer mi propia versión. Podríamos considerar a “Life On Mars’ como una lectura actualizada de ‘My Way’.

Lamentablemente para quienes seguimos la carrera de David Bowie, «Even A Fool Learns To Love» nunca llegó a grabarse en un estudio. No obstante, en 2016, la BBC británica realizó un documental titulado ‘The People’s History Of Pop’, donde se daba un repaso a la historia de la música que se escuchaba en Inglaterra entre 1956 y 1996. Y de la muchas primicias que aportaba el documental, destacó una versión hasta entonces desconocida de «My Way»  (con la letra de Paul Anka) cantada David Bowie. La cinta había permanecido hasta entonces en secreto y custodiada por los familiares de Claude François quienes tras la muerte de Bowie decidieron hacer pública la maqueta. Hay que reseñar que según otras fuentes, la cesión de esta grabación a la BBC habría que agradecerla a David Buckley, biógrafo del cantante y no a los herederos de François. Sea como fuere, la grabación existe, es una delicia y pongo a disposición de los lectores el enlace de tan interesante documento.

Hasta aquí la historia de como una canción consiguió entrelazar los caminos de dos cantantes, genios absolutos en sus respectivos estilos.

“My way", la canción que vincula a Frank Sinatra con David Bowie