viernes. 29.03.2024

El ser humano construye muros como medida de protección frente a amenazas externas por su propia seguridad. Según los historiadores, el mismo nacimiento de la civilización tuvo como base la construcción de esas defensas.

La construcción de muros casi siempre ha supuesto una medida de defensa frente a potenciales enemigos, aunque, sin embargo, también se han levantado barreras para diferenciar distintos sistemas de valores, creencias, estilos de vida, etc. de aquellos que viven al otro lado de la frontera.

La aparición y el declive de los muros divisorios en Asia Central es la historia de la gradual superación de las diferencias entre los mundos nómadas y sedentarios, de los agricultores y los pastores

Gran parte de la antigua muralla se encuentra en ruinas, habiendo sido erosionada con el tiempo dejando poco más que una cicatriz en el paisaje

La Gran Muralla China se comenzó a construir en el s. III a. C., marcando la máxima extensión por el norte del poder chino, que se vio en la necesidad de protegerse de los ataques de los “bárbaros” y poder, así, consolidar los reinos conquistados en un verdadero imperio.

f8Fotografía de satélite corona tomada en c.1969 que muestra el curso serpenteante de un canal que conducía el agua desde el río Gorgan a la zanja al norte del Muro de Gorgan en Fort 17

La situación de la frontera oeste de Asia Central era diferente. Allí se levantaba el Muro de Gorgan, que bloqueaba el paso hacia el Caspio. Estaba destinado a impedir las incursiones de los nómadas centroasiáticos hacia el interior de Irán. Alejandro Magno cruzaría esta barrera en sentido contrario para penetrar en Asia Central.

Las murallas de Gorgan son conocidas popularmente como “la Serpiente Roja” por el color de sus ladrillos. La Gran Muralla de Gorgán es una de las construcciones defensivas más largas del mundo y una sofisticada obra de ingeniería que guarda todavía muchos secretos de la época sasánida.

Se cree que fue construido durante el Imperio Parto entre los años 247 a. C y el 224 d. C., pero que fue restaurado durante la era sasánida entre los siglos II y VII d. C. El descubrimiento de cerámica parta sasánida en varios lugares a lo largo del muro sugiere que se edificó por primera vez durante esta época y posteriormente se restauró.

Es una construcción defensiva increíble y sofistificada en el noreste de Irán. Se cree que tiene mil años más antigua que la Gran muralla china y más larga que el Muro de Adriano y de Antonino juntos. El trazado del muro parece haber sido determinado por la topografía del terreno, y con frecuencia cruza montañas, alcanzando alturas muy significativas.

Los historiadores europeos tenemos una visión en muchos aspectos eurocéntricos y la aparición del muro de Gorgan rompe nuestros esquemas historiográficos. Su construcción se da cuando el Imperio Romano de Occidente estaba bajo la presión e iba colapsando poco a poco. El Imperio Romano Oriental también se encontraba muy presionado.

Sin embargo, el Imperio Sasánida fue capaz de reunir la economía y mano de obra necesarias para construir y guarnecer un muro que resistirá el potente empuje de los pueblos centroasiáticos. Este Imperio estaba emparejado en varios aspectos al Imperio Romano en lo que respecta a la fuerza de su ejército, en sus habilidades organizativas, en ingeniería y gestión del agua

Tiene una longitud descubierta de al menos 200 km y es superior a la de cualquiera de los muros romanos, incluso que el de Adriano y Antonino juntos, y data de mil años antes que la Gran Muralla China. Sin embargo, pese a su importancia, es poco conocida y solo ha sido parcialmente excavada.

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Los arqueólogos llevan tiempo estudiando este muro, construido en ladrillo en el norte de Irán, pero a día de hoy sigue habiendo muchas preguntas sin respuesta.

Ninguna fuente antigua se refiere a esta muralla y no se ha encontrado ninguna inscripción ni moneda alguna. Los registros de la historia saben muy poco acerca de esta increíble construcción, de la que probablemente no hayamos oído hablar nunca.

La aparición del muro de Gorgan parece ser que no es la única construcción defensiva con semejantes característica que hay en Irán. Según los estudios arqueológicos nos dicen que estos muros podrían haber formado parte de un largo muro defensivo que iria desde el mar Amarillo en el este de China hasta el mar Negro en el oeste.

Las fuentes históricas indican que la muralla de Gorgán tenía 300 km de largo, que empezaba en el mar Caspio y continuaba hasta Marv, que es una ciudad del vecino país de Turkmenistán, según el arqueólogo iraní Hamid Omraní Rekavandí. Hasta el momento se han podido identificar 200 km, pero que es posible que algún día en las futuras exploraciones se descubra toda su longitud.

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Esta increíble fortificación comienza en la costa del Caspio, al norte de Gonbade Kavous, continúa hacia el noreste y desaparece en las montañas de Pishkamar.

También es conocida como la Gran Muralla de Gorgan, la pared de Gorgan Defensa, Anushirvan Barrera, Firuz Barrera y Qazal Al’an y a veces como Sadd i Iskandar. Su anchura oscila entre los seis y diez metros. Requirió una gran cantidad de mano de obra para su construcción.

La longitud de la pared no es conocida en su parte occidental, pues está inundada por las crecientes aguas del mar Caspio, mientras que al este se ejecuta en el inexplorado paisaje montañoso de los Montes Elburz. 

Un canal, cinco metros de profundidad, con una pendiente continua funcionó junto a la mayor parte de la pared, conduciendo el agua desde un embalse construido en las tierras altas hacia abajo en la cuenca del Caspio. Además de funcionar como una fuente de agua, el canal sirvió como foso defensivo. 

La muralla y sus monumentos militares son, según la Unesco, un testimonio único de las habilidades de ingeniería y de la organización militar de la dinastía sasánida, que tuvo que defender su territorio de invasores del norte.

Estuvo en uso desde su construcción hasta el siglo VII, una época en la que el Imperio Persa, bajo la dinastía sasánida, se enfrentó en una serie de guerras en su frontera norte primero con los heftalitas o hunos blancos y luego contra los turcos.

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En aquella época aumentó la población de los heftalitas y ante la falta de alimentos acudieron a las zonas más fértiles de Irán, como la actual provincia boscosa de Golestán. “Atacaban y saqueaban y, cuando se les acababa la comida, volvían de nuevo”, esto es algo que continuamente vemos en las grandes emigraciones asiáticas hacia Europa.

Al ocupar el espacio del Irán Sasánida, los árabes tuvieron que comenzar a determinar sus relaciones de interacción tanto con la población local como con las fuerzas políticas de la región.

Con Bizancio se mantuvo, debido a las diferencias ideológicas y políticas, un conflicto constante; con los jázaros del Cáucaso se libró una guerra cruenta hasta la llegada de Harún al-Rashid. Por otro lado, las relaciones con los turcos nómadas de Asia Central también fueron tensas, hasta el momento en que se inició una política más pacífica con el objetivo de asegurar la paz en las rutas comerciales.

La construcción de la muralla y el hecho de que penetre incluso en el mar Caspio fue una gran iniciativa de los sasánidas para proteger su territorio, a su población y la producción económica del país.

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El muro tiene unos dos metros de ancho y en algunas zonas alcanza hasta quince metros de alto, aunque quedan pocos restos de esta envergadura, y cuenta en su zona norte con un foso de treinta metros para inundar con agua de los canales cercanos en caso de emergencia por un ataque.

El agua era uno de los principales problemas, pues el muro está situado en una zona semiárida y eso creaba dificultades para la fabricación de los ladrillos, pero también para asegurar necesaria para asegurar la supervivencia de las guarniciones que defendían el muro.

El suelo de la zona era arcilloso y propicio para la fabricación de los ladrillos rojos estandarizados. Formando el muro una mezcla de tierra, ladrillo, madera y piedra. Los sasánidas estudiaron la inclinación del suelo y canalizaron el agua del río a través de los canales. El estudio de la cuestión hídrica esta en el inicio de la investigación.

A lo largo de la muralla hay restos de treinta y ocho castillos. El más grande de los cuales tiene una superficie de casi 162.000 m2 y el más pequeño, de más de 16.000 m2. En ellos residían, según las investigaciones, unos 30. 000 soldados.

Además, en la zona se levantan otra veintena de fortificaciones de mayor tamaño, los llamados “castillos ciudad”, entre los que destaca Dashte Ghale, con 338 hectáreas y con una población en su momento de alrededor de 100. 000 personas.

La inclusión de la historia de Zul-l-Karneio y la construcción de las murallas en el texto coránico indica que el concepto de amenaza por parte de los nómadas del norte ya estaba en la mentalidad de los primeros musulmanes. De hecho, más adelante, y hasta la segunda mitad del s. VII, los árabes continuaron manteniendo las murallas que existían en Rashta, Bujará y Sahsha, es decir, en la frontera entre el mundo campesino agrícola y el de los turcos nómadas.

Las estepas eurasiáticas e Irán han sido escenario de las rutas comerciales que unían China con Europa, y que más tarde pasaron a ser conocidas con el nombre de Ruta de la Seda. Una frontera segura ofrecía la tranquilidad de los establecimientos comerciales y, por tanto, un aumento de los ingresos.

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A pesar de las tentaciones de los imperios por tratar de extender un control directo sobre las rutas, los diferentes intereses implicados en todos los actores participantes hicieron que todos llegaran a un acuerdo beneficioso. 

Con este proceso y con el debilitamiento de las llegadas de los pueblos del centro de Asia y con la consolidación de las relaciones comerciales este muro dejo de tener sentido y fue dejando de tener una finalidad militar.

Dashte Ghale era el centro donde residía el jefe del ejército del rey o del mandatario local de Gorgán y que en general estas ciudades amuralladas se empleaban para entrenar a los soldados, antes de enviarlos en caso necesario al frente.

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El estilo de vida de los soldados y de la gente que vivía dentro de los castillos ciudad, cómo se ha construido la muralla, cómo se pagaba a la mano de obra o qué comían son algunas de las cuestiones que todavía no se conocen.

En la zona hay también miles de hornos en los que se fabricaron unos 200 millones de ladrillos para construir la muralla, el monumento militar más importante conocido de la dinastía sasánida, cuyo imperio abarcó desde el sureste de Turquía hasta Pakistán, y partes del Cáucaso y de la península Arábiga.

Hoy, gran parte de la antigua muralla se encuentra en ruinas, habiendo sido erosionada con el tiempo dejando poco más que una cicatriz en el paisaje.

Las murallas de Gorgan