miércoles. 24.04.2024
El Socialista (número 6291)
El Socialista (número 6291)

@Montagut5 | En un trabajo anterior publicado en este mismo medio estudiamos la conferencia que Clara Campoamor dio en la Casa del Pueblo con motivo del vigésimo sexto aniversario de la creación de la Sociedad de Lavanderas y Planchadoras, versando sobre la historia del trabajo femenino. Pues bien, en la pieza presente ahondamos en otra aportación en relación con el trabajo femenino de Clara Campoamor al aceptar hablar en un acto organizado por las obreras de la Aguja, unas trabajadoras que se movilizaron mucho a fines de los años veinte y principios de los treinta. En el acto, celebrado en la misma Casa del Pueblo de Madrid el 8 de abril de 1929, hablaron también la activa sindicalista Luz García e Hildegart Rodríguez.

Campoamor recordó que por tradición materna también había sido obrera de la aguja, para hacer inmediatamente una glosa de la importancia histórica de la aguja. Por eso recordó no pudo dejar de aludir a la aguja de Mariana Pineda había tejido y bordado las banderas liberales.

Campoamor recordó que por tradición materna también había sido obrera de la aguja. La aguja de Mariana Pineda había tejido y bordado las banderas liberales

La abogada se preguntaba si las obreras de la aguja habían interiorizado su conciencia histórica, porque la mujer había sido fundamental en la obra de la civilización, poniendo ejemplos de dicha importancia.

Pero después de intentar demostrar la importancia de la mujer trabajadora pasó al plano reivindicativo. Las trabajadoras tenían que defender su salario, saber afrontar las situaciones de paro y prepararse para la organización corporativa. En este sentido, llama la atención cómo Campoamor valoraba este cambio en las relaciones socio-laborales de la Dictadura, frente a su crítica a que el socialismo aceptase algunos aspectos del nuevo régimen. La propia Campoamor había disertado unos días antes sobre el Seguro de Maternidad, y aludió a ello en su intervención. Llamaba a la acción a las trabajadoras para que extendiesen los beneficios de este mismo Seguro que, por ley iba a abarcar a las trabajadoras autónomas (“clase media”) después de un trienio, ejemplo para la abogada, de cómo los beneficios logrados por las trabajadoras terminaban alcanzando a otras mujeres.

Después trató de la importancia de la educación, de formarse, defendiendo la necesidad de la implantación de la escuela primaria única porque la cultura no podía ser negada a nadie.

Las trabajadoras tenían que organizarse, y tenían que trabajar para que cambiase el Código Civil.

Hemos consultado el número 6291 de El Socialista

La mujer trabajadora y Clara Campoamor en 1929