martes. 23.04.2024

Santos Rejas Rodríguez, colaborador habitual de nuevatribuna, es un extremeño residente en Madrid. Psicólogo y Maestro. En el mundo de la novela se inició con Eti, la caminera (ECU,2017) y Caminando el vivir (ECU,2019). Su relato corto, La cubertería de la abuela (2020) ha recibido el accésit en el Certamen literario Hablando en cobre, VI edición, considerado uno de los más importantes de España por la cuantía de su galardón, así como por la calidad literaria de los relatos premiados (Fundación Atlantic Copper).

Hoy traemos a estas páginas su nueva novela, Muerte en Aguas Vivas (Editorial ECU, 2021). En la sinopsis de la contraportada podemos leer: «¿Novela negra, trama policiaca, costumbrista, una historia de amor? ¿O un pretexto para recorrer calles y plazuelas de Cáceres…?». Intentamos una respuesta preguntando a su autor:

− ¿Con cuál de los interrogantes te quedarías?

−Como al final de la reseña se añade: «lo dejamos en tus manos, lector, para que a través de las páginas vayas descubriendo las claves…» prefiero dar respuesta transcribiendo la opinión de una lectora:

«El autor nos hace un magnífico recorrido por los lugares en los que suceden los hechos que invitan, a quienes aún no la conozca, a visitar Cáceres.Es una novela ágil que provoca en sus lectores enfrascarse en una trama de la que le cuesta salir.
Aunque la novela invita a ello, y más tratándose de una novela negra, desaconsejo que se lea de un tirón. Y si así se hace, como me ocurrió a mí, que hagan después una segunda lectura más sosegada, porque una vez, descubierto "todo", en la segunda lectura puedes disfrutar de las costumbres y usos de esta tierra, contadas con mucha fuerza y a la vez ternura, analizar el paisaje y el paisanaje que encierra la novela y a descubrir a todos y cada uno de sus personajes y las circunstancias que les rodean.
A mí me ha gustado mucho la manera de narrar la historia, siendo lectora apasionada de la novela negra, agradezco que haya poco ornamento que me distraiga de lo verdaderamente importante…»

¿Por lo expresado por esta lectora, nos quedamos pues con novela negra?

−Con un añadido de costumbrismo y una guinda de amor, sí.

¿El amor ha impulsado la creación de la novela?

−El amor es el impulso de todo lo que merece la pena en este mundo que habitamos. La novela, en su origen, pretendía contar una historia de amor, pero…fueron naciendo personajes, brotando calles y plazuelas, susurrando la voz de abuela Martina y resucitando un pasado que parecía borrado, pero seguía latiendo muy adentro.

¿Cómo te gustaría que fuera el recorrido de Muerte en Aguas Vivas?

−Que se lea. Es la pretensión de todo escritor. También me atrevería a soñar que se convirtiera en imágenes, que algún productor extremeño o no, considerara que los personajes merecen recorrer Cáceres, su entorno, las piedras milenarias que la sustentan y un director ruede la película de su vida. (guiño de complicidad sonriente).

Se indica en la contraportada que el 50 % de los derechos de autor de la novela van destinados a la Fundación Oncoayuda

−Sí, desde enero del 2014 colaboro, como Psicólogo de la Fundación Oncoayuda, con el Institute of Oncology del Hospital Ruber Internacional. La Fundación, sin ánimo de lucro, tiene como fin, entre otros prestar ayuda al colectivo de pacientes que padecen una enfermedad oncológica, así como a sus familiares y cuidadores. Poco es la aportación de los derechos de autor, pero la Fundación está necesitada de ‘muchos pocos’ para cumplir los objetivos propuestos.

Que se cumplan tus deseos, Santos.

−Gracias por vuestra ayuda y colaboración.

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