EDUCACIÓN

Un modelo abierto y diversificado para el profesional de la educación española.

Conde de Romanones

Emilio Nieto López | Primer Decano de la Facultad de Educación de Ciudad Real

Hablar de la educación me parece un objetivo muy complicado a pesar de que todos los españoles hablamos de este tema como si todos supiéramos lo que se debe hacer para resolver sus muchos problemas. Creo que no hay, hoy, en el panorama nacional, salvando el independentismo catalán y vasco, otro tema más recurrente y del que todo el mundo habla, más aún, se participa dando  soluciones de todo tipo y condición y casi siempre en contra del profesional de la educación, según la opinión pública, creada desde altas instancias, haciéndole responsable de todos los males que aquejan al sistema.

No cabe duda, que tenemos un sistema educativo,  en referencias al profesional de la educación, que es totalitario, cerrado y sin promoción incentivada alguna. Posiblemente muchos al oír la palabra totalitario se echen las manos a la cabeza y digan que es participativo que es...pero esa participación nunca ha movido voluntades de cambio para el profesional por lo que su incidencia es totalmente negativa. Es un sistema cerrado porque su estructura es monolítica y llamada: saco del tiempo porque solamente un profesional puede cambiar de puesto de trabajo cuando te toca por años de servicios. No tiene ninguna promoción incentivada porque para nada o para muy poco se potencia al profesional a cambiar y ascender en su profesión sino recurre a estrategias temporales. En definitiva todos los profesionales de la educación de infantil, primaria y secundaria serán siempre lo mismo que cuando empezaron su profesión es decir reclutas del sistema educativo.

¿Ustedes creen que una administración o un sistema moderno puede funcionar si no establece un mecanismo de motivación profesional y económico que no sea solamente los años de servicio? ¿Ustedes creen que hay algún otro profesional, en cualquier campo de las administraciones públicas y privadas, que por menos puedan hacer un trabajo como el que hacen los profesionales de la educación? ¿Usted administración educativa no le da vergüenza tener un sistema de promoción interna cerrado, a cal y canto, sencillamente porque es incapaz de crear y de potenciar a los mejores o al menos a los que se esfuerzan por progresar dentro de su profesión? ¿Cuesta mucho o poco incentivar al profesional de la educación? Averiguarlo no creo que sea muy difícil para ustedes siempre que sean capaces de hacer su trabajo tal como les exige esta sociedad cada vez más liberal y exigente

Por favor no me gustaría oírles hablar de la educación, pública ni privada, sin antes establecer un mecanismo de promoción interna, de superación, de incentivación económica y social de sus profesionales y así trabajar de verdad por la superación individual y colectiva,  creando un conjunto de profesionales capaces de ser los mejores e investigar sobre lo que hacen y cómo mejorarlo. Ustedes cometen el gravísimo error de dar a todos lo mismo cuando ninguno es igual. No se conformen con  la idea de proporcionar un sueldo para todos igual por el mismo trabajo, porque eso es totalitarismo profesional. Ahonden  y se interesen de verdad por la educación  y por sus profesionales porque son la pieza fundamental del sistema educativo  de este país.

¿Cómo pueden ustedes creer que sin incentivación personal,  social y económica alguien está dispuesto a tener, durante toda la vida, el ánimo preparado para la superación personal, que no sea otra que el tiempo? Cuando un cuerpo docente no tiene ninguna motivación de superación profesional que no sea la propia del cumplimiento bien hecho, al final las fuerzas flaquean y se impone la rutina y  el que más da. Esto es terrible para la educación y esto es una desgracia que genera el sistema cerrado actual.

¿Para qué vale investigar, hacer cursos y más cursos si al final los años de servicio se imponen, por ejemplo,  para  desempeñar la profesión en una población de mayor número de habitantes? Esa es la única promoción que ustedes han creado en el sistema profesional de superación personal y social. ¿De verdad que ustedes se sienten satisfechos de ser tan creativos? Entiendo que lo deben  estar, porque no cambian sus hábitos de abandono y de desidia hacia los profesionales del sector educativo. No es momento de hacer comparaciones con otros cuerpos de la administración general porque los profesores quedarían mal parados como bien sabe todo el mundo.

Para ustedes es lo mismo  un profesional que comienza su andadura, después de aprobar las oposiciones, que otro con treinta años de servicios. Perdón al último le dan la posibilidad de concursar a una localidad de más habitantes y encima le ayudan con los trienios. ¿Eso es todo?  En realidad así es y así trabajan los profesionales de la educación. Ésta es toda la motivación  que  presenta el sistema educativo español, diseñado para crear frustración, hastío y cansancio entre estos mártires del sistema. ¿Podríamos entender que un soldado, (recluta antes)  a lo largo de su vida, solamente pudiera ser soldado o recluta sin tener ninguna otra posibilidad salvo irse del cuerpo al que pertenece?

Se me olvidaba que al profesional de la educación también se le da otro incentivo que consiste en que el maestro que quiere ascender se le obliga a irse del cuerpo, presentarse a otras oposiciones y si las aprueba puede ser profesor de secundaria y lo mismo para el profesor de secundaria si quiere pasar  a la universidad aunque sea ya doctor.

Es evidente que este sistema no puede ni debe permanecer por más tiempo así, si en verdad, apostamos por la educación de calidad y si queremos que nuestros alumnos salgan mejor preparados para la vida, para la universidad, y dispuestos a competir con sus socios europeos y mundiales.  ¿Acaso alguien se extraña de los malos resultados en ciencias de nuestros estudiantes comparados con Europa?!Nunca más hablar de la educación ¡si de verdad no cambiamos lo que no sirve, lo que es caduco, antiguo y discriminatorio para el que desea superarse y ser mejor profesional. !Nunca más subirse al púlpito de la demagogia¡ y lanzar al aire propuestas igualitarias para todos los profesionales educativos, porque eso discrimina al que quiere ser mejor en todo.

Apostemos por la creación de dos cuerpos en infantil y primaria (Titulares Y Catedráticos)  por la implantación del doctorado en secundaria para ser catedrático, convoquemos todos los años plazas de catedráticos, diversifiquemos y clasifiquemos los centros en categorías y los incentivemos económicamente  para  los que quieren progresar y trabajar mejor y más por la educación. No creo que sea necesario recordar a D. Álvaro Figueroa y Torres, más conocido por el nombre de Conde de Romanones, y su Decreto de Segunda Enseñanza de 1901 en el que establece hasta cinco categorías de catedráticos. Con un perfecto modelo de ascenso y de incentivación económica. Este puede ser un modelo histórico entorno al que se podría construir uno nuevo,más actual, más creativo, más abierto y diversificado con otras posibilidades de ascenso profesional, facultades universitarias, inspecciones, administraciones públicas y un largo etcétera  etc.

Lo que es inadmisible  y lo que no se puede presentar como progreso educativo es seguir con los brazos cruzados esperando que alguien, como a Lázaro, le diga al oído: levántate y anda.