martes. 16.04.2024
Luis Landero 2

El escritor extremeño  Luis Landero acaba de publicar El Balcón en invierno (Tusquets), unas memorias de su juventud en la ciudad de Alburquerque (Extremadura) y en la que nos cuenta sus primeros pasos en el ámbito de la literatura. Todo ello se combina con una reflexión desde distintos ángulos y desde el presente, sobre la escritura.

Landero ha explicado que esta obra surgió de "una pequeña crisis" en la que se planteó los libros que quería escribir en la etapa vital en que se encuentra y mirando al futuro. "Los 66 años es una edad muy seria y a lo mejor no me quedan muchos libros por escribir: no es pesimista, es realista", ha afirmado, añadiendo a continuación: "Te planteas el sentido de tu vida".

Por ello, a pesar de que, según sus propias palabras, comenzó las primeras líneas de este trabajo con el objetivo de terminar una novela, el texto fue evolucionando hasta convertirse en un recorriedo por sus recuerdos de infancia y madurez, todos ellos escritos "con la misma rigurosidad" que sus obras anteriores

.Precisamente, Landero no cree que esta "rigurosidad" literaria o de escritura pueda aplicarse a las memorias de los propietarios de grandes fortunas en España, algunos recientemente fallecidos como  Emilio Botín o Isidoro Álvarez, de los que se pudieran publicar, en el futuro, libros de memorias. Preguntado por esas "obras" y por las diferencias que pueden existir entre las memorias de un escritor como él escritor y las de los citados personajes , el autor aseguró que la clave es "la sinceridad".

"Esa gente no cuenta su vida, está prohibido. ¿Has visto alguna vez a un rico sincero? ¿Cómo va a ser sincero, cómo va a contar sus cosas? En todo caso haría una apología de sí mismo, pero yo no recuerdo unas memorias de un señor poderoso que sean fiables", aclaró

Por las páginas de El balcón en invierno desfilan los recuerdos de Landero junto a su madre, su primer libro en propiedad (Las mil mejores poesías de la lengua castellana, por ejemplo) o algunos de sus primeros trabajos como mecánico o administrativo en la Central.

Pero también se cuestiona el futuro de la literatura, llegando a poner sobre la mesa, por ejemplo, una visión crítica hacia una sociedad en la que los lectores se agrupen en 'sectas', y repasa su trayectoria debatiéndose entre lo que ha logrado y las cotas que le hubiera gustado alcanzar.

"NO ME ARREPIENTO DE NADA"

Landero ha reconocido que lleva muchos años (con varias interrupciones) registrando su día a día en unos diarios que, no obstante, no verán la luz. "Ni ahora ni nunca, son ejercicios literarios que hago porque, si no escribo, no pienso el mundo", ha concluido.

"No me arrepiento de nada porque creo que he hecho lo que tenía que hacer. Los sueños de juventud no se cumplen, ni siquiera el sueño del amor. De todas maneras, siempre añoras aquella vida que no tuviste: a mí también me habría gustado ser Darwin, viajar o tener una vida de acción y, por qué no, haber sido delantero centro del Real Madrid", ha bromeado.

LA LITERATURA "EN LAS CATACUMBAS"

Por el contrario, no es tan optimista con el estado actual de la literatura, con una reducción de lectores debido a la crisis y los recortes presupuestarios y a la reducción de los contenidos y de las asignaturas en materia de humanidades, según Landero. "Las obras literarias han bajado mucho con la crisis y los lectores han disminuido mucho y esto va a menos, pero siempre nos quedarán las catacumbas", ha ironizado.

Por otra parte, ha apuntado a la sociedad como responsable de este descenso en las ventas y, por derivación, en la lectura. "Más pueril que la gente no se puede ser, vivimos en una sociedad absolutamente pueril como un niño en víspera de Reyes y los Reyes Magos son Google o Apple. Muchísima gente se ha desinteresado de la tradición humanista", ha afirmado.

Luis Landero recapitula sobre su vida y su obra en "El balcón en invierno"