martes. 23.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES - 14.11.2010

Durante unos quince años, me he dedicado a recoger las intervenciones públicas de los obispos y cardenales. He seguido día a día, mes a mes, año tras años, hechos, declaraciones y escritos de la plana mayor de la Iglesia.

El objeto de mi investigación han sido pues los obispos y los papas, tomados de uno en uno y en manada; y la de algunos laicos metidos a cartujos, que, en materia doctrinal y defensa de un integrismo religioso talibán, son muchísimo peor que los propios casullas.

Y los he analizado en función de los actos de habla que han protagonizado. Y tengo que concluir que, estudiado un obispo, estudiados todos. Pues no hay nada que se parezca tanto a un obispo como un obispo. No existe mayor clonicidad ideológica que la del colectivo de los obispos
.

De esta manera el autor, Víctor Moreno, doctor en Filología Hispánica, presenta su último libro, "Los obispos son peligrosos. Así en la tierra como en el cielo" y propone un nuevo vocablo: "Obispada, dícese del acto de habla realizado con premeditada y alevosa intención ideológica por un obispo tendente a minar la estatura moral, que siempre es baja, del Estado de Derecho".

La obra la divide en dos partes, "una sobre la política seguida por la Iglesia en cuestiones como la violencia doméstica, el matrimonio gay, la enseñanza de la religión, su faceta como empresarios de la fe y la religión que es un desastre, la Educación para la Ciudadanía "que compararán con aquella asignatura franquista de Formación del Espíritu nacional" y el problema de la unidad de España que califican de problema moral, así como la Ley de Memoria Histórica "en la que los obispos campan a sus anchas por la historia sin reconocer su parte de responsabilidad en la Guerra Civil y la consolidación del franquismo, que sin el concurso de la iglesia nunca hubiera sido posible". La segunda parte del libro presenta a la Iglesia como institución "fetichista, dentro de la que el mayor fetiche es el crucifijo, en su nombre se han perpetrado miles de crímenes", y la doctrina de la fe frente a las razones de la ciencia.

Durante la presentación del libro, Víctor Moreno explicó que "los obispos no son peligrosos porque se opongan a las leyes promulgadas por el Gobierno central. Son peligrosos porque niegan radicalmente el Estado de Derecho, la democracia y la soberanía popular, así como la autonomía del sujeto para decidir por sí mismo en todas las cuestiones que le afectan a éste. La Iglesia sigue considerando que sin su mediación el ser humano es un desgraciado, cuando lo cierto es que los obispos lo único que logran con sus intervenciones públicas es irritar a más de uno, incluso a sus propios creyentes".

Y siguió: "Son peligrosos porque siguen considerando que los ateos no son ni siquiera personas y, como diría el obispo Martínez Camino citando al Papa Ratzinger, personas humanas. Son peligrosos porque consideran que si el ser humano no cree, es un ser infeliz y peligroso, cuando está claro que creer o no creer no te libra de ser un animal o, peor, un pederasta". Por último, el escritor significó que "lo que me produce cierta inquietud es la actitud del gobierno actual de sometimiento hacia la Iglesia. La Constitución marca que el Estado es aconfesional y, por tanto, en la esfera pública no debería existir ningún elemento religioso". Y terminó: "La religión es una superstición como un templo de grande".

"Los obispos son peligrosos. Así en la tierra como en el cielo" ha sido editado por Pamiela.

Los obispos son peligrosos. Así en la tierra como en el cielo