jueves. 28.03.2024

La liga está en el comienzo y nada es significativo aunque algo no cuadra en este bipartidismo futbolístico. Valencia y Betis ocupan los dos primeros puestos; los tres ascendidos ganan mientras que el Villarreal está penúltimo. Y de los titanes, uno golea con un fútbol de dibujos animados mientras el otro pierde en el campo de un modesto a las primeras de cambio.

En primer lugar hay que destacar el mérito del Rayo ganando en el campo del Getafe y la victoria del Granada en casa ante el Villarreal. Dos equipos modestos llamados a sufrir y a candidatos al descenso que, de momento, salen como fieras conscientes de sacar el máximo de puntos antes que las plantillas naveguen a velocidad de crucero. Lo del Betis es otro cantar. Ya en la segunda división hacía un juego preciosista más propio de la primera, donde le corresponde estar. Y no nos olvidemos de la guerra que le dio al Barcelona en la penúltima Copa del Rey ganándole un partido en las semifinales al todopoderoso Barça, campeón ese año.

Entrando en los grandes, lo del Madrid es preocupante. Mientras Don Florentino se pone el mundo por montera y se pasa por debajo de la entrepierna la crisis que padecemos fichando por 60 millones 60, de euros claro, a Neymar para engordar una plantilla inmejorable, su equipo pierde ante el Levante con un nuevo expulsado, esta vez Khedira y con una nueva bronca entre los jugadores. La obsesión por el Barça empieza a ser enfermiza. Tras el fichaje del brasileño anida la idea de sacar otro Messi para contrarrestar su influencia y el dominio sobre el fútbol mundial.

 

Mourinho, el rey mundial de la provocación, critica el error de sus jugadores de caer en las trampas del Levante y, seguramente, lleve razón. Otros hablan del árbitro que perjudicó al Madrid. Y los más sensatos escriben que le falta un esquema de juego o que el equipo se desquicia. Esa es la palabra clave y sólo estamos en la tercera jornada. Es el momento de hacer una reflexión que me ronda la cabeza. “Mourinho, tu dedo nos enseña el camino”, o algo parecido, aquella pancarta terrible que lució en el Bernabeu, sin que nadie la retirara, que muchos aplaudieron y que la campana mediática se encargó de presentar como muestra del apoyo de la afición. ¿Se ha perdido el sentido común en ese club? ¿Nadie es capaz de razonar que un jugador madridista es expulsado partido tras partido? ¿Es que nadie ve que en los últimos partidos se enfangan tangana tras tangana? ¿Es que nadie se fija que partido tras partido salen quejándose de los árbitros? Por el bien del fútbol espero que vuelva la cordura y esta derrota solo sea un accidente y no un síntoma.

Fútbol de dibujos animados

En la otra orilla del bipartidismo su realidad está en las antípodas futbolísticas. Como si quisieran pedir perdón a su afición por los dos últimos empates, van y le meten 8 goles 8 ante un bravo Osasuna que a pesar del transcurrir del partido no le perdió la cara. Y esa es la cuestión. Un BarçaWorld sin Piqué, Iniesta y Alexis con un fútbol de encaje de bolillos sólo le metió ocho goles a un buen Osasuna, más otros dos o tres palos y unas cuantas paradas del portero. No sé, es pronto para sacar conclusiónes, pero las diferencias entre los dos titanes parecen insalvables. Uno sigue perfeccionando su sistema mientras que el Madrid no consolida ese fútbol de tres toques, uno por línea, jugada eléctrica y gol que podría ser la alternativa.

En la lucha por no dejar una liga a la escocesa, ahí están el Valencia con Soldado y Guaita (ojo a este portero) a la cabeza; un valiente Betis; el multimillonario Málaga; un sólido Sevilla y que no se preocupen los bilbainicos que su equipo estará arriba como el año pasado. Ya se encargarán de ello Muniaín y Llorente. Los puestos europeos van a estar muy difíciles.

Que no se preocupen los aficionados colchoneros que no me he olvidado de su querido Atleti. Tercer partido de liga y las piezas van engranando aunque todavía les falta mucho. Ante un flojo Racing (en fútbol nunca se sabe si es por demérito o por el juego del contrario) que tiró a puerta una vez en el minuto 91, un Atleti desconocido se dio y le dio una fiesta a su afición. Con un juego preciosista de toque y apoyo acercándose a los conceptos futbolísticos del Barça y la Selección, los chicos de Manzano dieron un recital. Prueba de ello es que la afición no paró de cantar como no se recordaba hace mucho tiempo. Sería injusto no mencionar los tres goles de Falcao, más otros dos mal anulados a mi juicio, en medio de una orquesta de fútbol que empieza a sonar como tal.

Una reflexión final. Esperando que lo del Madrid sea un accidente, las dos próximas jornadas con un Valencia-Barça y a continuación un Barç-Atleti nos van a dar un reflejo perfecto de cómo se va a desarrollar la temporada.

No puedo terminar la crónica sin destacar los dos éxitos del deporte español ante una potencia como Francia. Si nos lo hubieran dicho hace treinta años nadie se lo hubiera creído. Honor para los dos equipos de baloncesto y tenis, no nos engordan los bolsillos pero nos hacen más llevadera la crisis. En homenaje a ellos cambiaré la leyenda final porque dice lo mismo. Hoy ha vuelto a salir el sol…Felipón.

Los ascendidos se reivindican