viernes. 29.03.2024
Foto Liuba Maria
Liuba María Hevia. (Fotos: Huso Editorial)

“Liuba, entre el asombro y la certeza”. De lo mucho que he leído sobre Liuba María Hevia —compositora, intérprete, realizadora, y, como si fuera poco, también gestora de sueños culturales—, esta frase de Martha Valdés quizás sea la que más define la sólida e impresionante carrera de la extraordinaria artista hispanocubana.

Y a su lista de éxitos se suma hoy la publicación en el mercado español de su entrañable libro Mi niña imaginada —del cual ha hecho la selección y en el que incluye la obra de ese duende que aún vuela por los cielos de la creación, Ada Elba Pérez, y la suya propia—, con exquisitas ilustraciones de Lidia Morales, que constituyen una aproximación a la maravilla.

Es obligado detenerse en el trabajo que esta infatigable creadora ha realizado con los niños desde hace varias décadas y que le ha valido uno de los mayores reconocimientos que en este ámbito se conceden en el mundo, el de embajadora de buena voluntad de Unicef. Cito un fragmento que la oficial de programas de esa organización en Cuba, Tania T. Licea Jiménez, escribió para la primera edición de este libro en la Isla: “Incansable, paciente, sensible, la hemos visto entregarse a quienes, por diversas razones, necesitan más de su aliento: magnífica oportunidad para contribuir a la satisfacción de sus derechos y al cultivo de los mejores valores humanos”.

Durante varias décadas, y dentro de su incuestionable vocación por el trabajo social, Liuba ha dedicado de forma desinteresada una parte de su tiempo a llevar su arte a los niños, no solo en los grandes teatros con funciones dedicadas a ellos, sino igualmente en barrios y hospitales del país.

Esta labor ha sido también muy amplia discográficamente. El disco Travesía mágica, con diez ediciones —el más editado en su género en Cuba—, es seguramente su producción musical para niños más importante. Como bien dice la autora, un disco infinito en el que siempre será posible incluir nuevas obras de su creación y mantener vivas las de Ada Elba Pérez.

Ada Elba Pérez
Ada Elba Pérez: (Foto: Editorial Huso)

Pero, además, Liuba ha recuperado para su país, en antologías creadas con ese fin, no solo la obra de Ada Elba —a quien profesó un profundo afecto, con la que tuvo una gran complicidad en la amistad y la creación, y a quien el infortunio obligó a partir con apenas treinta años—, sino también la de grandes maestros de la música infantil iberoamericana, inspiradores incuestionables de su trabajo, como son la argentina María Elena Walsh, el mexicano Francisco Gabilondo Soler y su coterránea Teresita Fernández, además de nanas y canciones tradicionales españolas dedicadas a los niños, arraigadas en Cuba y recuperadas por ella en su disco Secretos cantados, para que continúen formando parte del acervo cultural  y popular.

Ilustración 1 Lidia Morales
Ilustración de Lidia Morales

Volviendo a lo que nos ocupa, estamos ante una nueva edición, tan diferente que la convierte en novedad, de su libro Mi niña imaginada, por primera vez para otro país, en este caso, España. Y digo «nueva» por varias razones. Primero, porque la cubierta es diferente, al igual que las ilustraciones en el interior para el goce de los niños que podrán colorearlas. Segundo, porque, además de los temas ya famosos en Cuba y en muchos países de Latinoamérica de Ada Elba Pérez y la propia Liuba, esta incluye temas nuevos de su autoría, como son El cepillo y El trompo, e introduce al inicio su canción Luna del 64, un resumen poético de la génesis de su vida y de la niña que aún la habita. Y lo más novedoso: las canciones podrán escucharse a través de códigos QR, en grabaciones y/o videoclips que llevarán a los pequeños de paseo por todas las letras y músicas incluidas.

Estamos, definitivamente, ante un libro excepcional, un libro que, sin dudas, conseguirá calar en la sensibilidad de los niños que lo tomen como suyo y les permitirá acercarse a la singular y cálida voz de Liuba María Hevia en la interpretación que hace de cada una de las canciones. 

Mi niña imaginada, un libro a devorar como si de dulces y chocolateados recuerdos se tratara. Las nostalgias, añoranzas, pensamientos y susurros de los abuelos a la hora de la cena, legado que sus creadoras traen al hoy. Canciones que son como un zumo afrodisíaco hecho de mango, mamey y plátano, cuyo sabor nos hace tocar el cielo.

Un propósito: educar y hacer reír. Y una invitación al juego, porque como dijera el gran poeta Pablo Neruda: “El hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta”.

Ilustración 2 Lidia Morales
Ilustración de Lidia Morales

Aún recuerda Liuba tres cosas ansiadas en su niñez: tener una guitarra propia, querer volar y esperar con impaciencia que llegaran los fines de semana para encontrase con su abuela y primos. Esos tres recuerdos la acompañan en su tránsito de adulta por la vida, fiel a su deseo de llevar siempre consigo a la niña que fue. Igual porque lo que amó en su infancia seguirá viviendo en su corazón, y consciente de que, como escribiera Jacinto Benavente, “de cada niño nace la humanidad”.

De algo estoy convencida: el trabajo de Liuba María con los niños ha refundado el imaginario infantil en su país y se extiende cada vez más a otros. Cito una de sus muchas reflexiones: “Yo creo que hacer canciones para niños e interpretarlas es algo que requiere una mayor responsabilidad y la capacidad de saber subir a ellos. Es una bendición poder escribir y trabajar para los niños, porque entras por una puerta que no tiene salida, entras a un mundo mágico, como infinito, es como entrar en un laberinto al que no puedes ni quieres renunciar”.

Liuba María Hevia o una vida de entrega al arte. Varias generaciones que han crecido con su música para niños después se han enamorado con sus canciones para adultos. ¿Puede haber mayor satisfacción para una artista?

Confiamos en que Mi niña imaginada encuentre su merecido espacio en las librerías de España, en la Feria del Libro de Madrid, y en los eventos para niños que se desarrollan en la Semana Negra de Gijón, donde la autora lo presentará. Este último será, además, el encuentro de Liuba con sus ancestros asturianos, a quienes dedicó una de las canciones más emblemáticas de su creación, Con los hilos de la luna, inspirada en su abuelo.

Si algo ha hecho Liuba en toda su carrera es pactar con la belleza. Vuelen entonces a otros mundos Luna del 64, Ana, la campana, Señor Arcoiris, Travesía mágica, Estela, granito de canela, El cangrejo Alejo, El cepillo, El trompo… Vuelen y posen su hermosura sobre cada niño. 

Dieciocho temas, dieciocho personajes y la obra de dos enormes creadoras: Liuba María Hevia y Ada Elba Pérez. Tengo la certeza de que este libro despertará la curiosidad en los corazones de los niños españoles y que su música muy pronto será parte de ese legado necesario que son las canciones infantiles. Porque, como dijera José Martí: “Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo”.

Mayda Bustamante. Editora de Huso editorial


la niña imaginada

DATOS TÉCNICOS

Autora: Liuba María Hevia

Título: MI NIÑA IMAGINADA

Editorial: Huso, Madrid 2022

Encuadernación: Rústica con solapas

Nº de páginas: 60

ISBN: 978-84-124356-7-2

Depósito legal: M-11885-2022

Liuba María: un pacto con la belleza