jueves. 25.04.2024
Foto. Dan Fox.
Dan Fox

Limbo es un libro que nos conecta con nosotros mismos, que nos hace entender que no hay movimiento sin parálisis.

Dan Fox, artista, escritor, promotor, crítico de arte, director de cine y músico, representa una nueva generación que entiende que solo se puede hablar de arte si se conoce el proceso del arte y que asume proyectos vanguardistas de promoción y difusión.


“Una mañana de agosto de 1986 apareció un tiburón de ocho metros incrustado en el tejado de una casa adosada de Headington, una zona residencial de las afueras de Oxford. Parecía haber caído de cabeza desde las nubes, aunque no constaba que la noche anterior se hubiera producido ningún extraño diluvio donde cayeran chuzos y condrictios de punta”. Limbo (De Conatus, 2021), original de Dan Fox bajo la traducción de Javier Calvo, empieza con la imagen de un tiburón clavado en el tejado de una casa de Oxford, obra emblemática del autor John Buckley, y termina con la narración de un viaje alrededor del mundo en un carguero.

Dice Dan Fox que “La paciencia nos trae lo inesperado”. El limbo es un lugar fuera del estatus, la nación, el estándar, el sistema. El lugar adecuado para que nazca el arte. Limbo es un viaje cultural, un libro de no ficción que nos lleva a la emoción de la experiencia artística y a la liberación de la vida como proyecto cerrado.

La famosa obra de arte conmociona al autor cada día, cuando pasa por su lado en autobús. La imagen de ese tiburón clavado y fuera de lugar le lleva a pensar en su hermano mayor, que desde joven recorre el mundo en un velero. Entonces decide viajar en un carguero alrededor del mundo. El viaje de días y días en mitad del océano, viendo la realidad actual a través de los barcos de pesca en China, de la posibilidad de un ataque pirata o del absurdo traslado de un lugar a otro de cosas innecesarias, le hacen pensar en ese concepto que se llama igual en las distintas lenguas y que existe desde las primeras escrituras: el limbo. Desde el mar siente los cables de fibra óptica en el fondo, observa barcos y barcos llenos de móviles y otros aparatos que la gente ve en las tiendas sin pensar de dónde vienen. El mar es la autopista por la que circula todo lo que nos sobra o todo lo que convierte nuestro planeta en una especie de vertedero.

En un mundo en el que se considera normal vivir en la frontera, sin papeles, abandonando el lugar de nacimiento y los cimientos de la identidad, esta reflexión resulta fundamental. ¿Por qué nos causa tanto temor? ¿Tememos que nuestra idea de progreso esté en peligro?

Cubierta de Limbo, de Dan Fox.Mientras Dan Fox reflexiona sobre la necesidad de una vida marginal o sin un objetivo claro para crear algo nuevo, recorre en el tiempo distintas manifestaciones artísticas que nos hacen entender el limbo como concepto. Crea un texto lleno de referencias musicales, artísticas, cinematográficas, literarias acerca del concepto de limbo, de la necesidad de ver la realidad desde fuera de ella para poder llegar a una vida plena. Limbo es un libro que nos conecta con nosotros mismos, que nos hace entender que no hay movimiento sin parálisis. Aunque fue escrito antes de la pandemia, sin duda, ayuda a dar un sentido al confinamiento, nos reconcilia con lo que nos está ocurriendo. Dan Fox escribe Limbo para transmitir ese estado emocional tan común y del que somos tan inconscientes. Tener conciencia de estar en el limbo nos lleva a entender nuestra parálisis, nos lleva a conectarnos con nosotros mismos y nos transmite la sensación de que hay un horizonte.


Citas.

Sobre la realidad actual vista desde alta mar.

“Cuando el barco atravesó una zona de plancton fosforescente en
plena noche en el Mar de la China Meridional, el agua que rodeaba el
barco parecía un canal de barritas luminosas. Cientos de otras luces
salpicaban las aguas: barcas de pesca vietnamitas y chinas que
traspasaban ilegalmente los canales de navegación. Abarrotaban las
frecuencias radiofónicas de emergencia con éxitos de K-pop y rock
clásico de los 70. Ahora la tripulación de guardia estaba nerviosa; los
botes de pesca podían ser fácilmente aplastados y arrastrados bajo
el agua por la mole de Ital Contessa sin que nadie se diera cuenta”.

Cómo se llega a un estado de limbo.

“Estar en el limbo es algo involuntario. Es un estado en el que se
incurre por accidente, o una condición a la que te obligan a llegar”.

Historia del concepto “Limbo”.

“La divina comedia en la década de 1860, se mantuvo fiel a la visión
de Dante y representó el limbo como un bosque helado bajo la fría y
monocroma luz de la luna. El guía de Dante, Virgilio, le señala a una
serie de santos del Antiguo Testamento: Abel, Noé, Abraham, David
y Raquel. Caminando entre los árboles ven a los paganos Homero,
Horacio, Ovidio y Lucano, entre otros. En un “verde prado” Dante y
Virgilio se encuentran con los griegos –Sócrates, Platón, Euclides,
Hipócrates y Zenón–, con los filósofos musulmanes Avicena y
Averroes y con una figura contemporánea, el sultán guerrero
Saladino, muy admirado por los ejércitos cruzados que lo combatían”.

El limbo y la espera en la vida.

“Esperamos que alguien nos entienda, a conocernos a nosotros
mismos con más claridad, a conocer a la persona adecuada,
esperamos a Godot, esperamos a Guffman, esperamos una idea
mejor, esperamos una oportunidad nueva”.

El limbo como sala de espera.

“Así pues, el limbo es el vestíbulo anexo a los bancos de ascensores
del más allá. Es esa sensación que experimentas en la sala de
espera del dentista, cuando no sabes si tu destino consistirá en el
conducto radicular de Satanás o bien terminará con una sonrisa
blanca y luminosa”.

El limbo en el Rock.

“En pleno apogeo de la moda, entre 1960 y 1963, Bo Diddley, Duane
Eddy, Duke Ellington y James Brown grabaron canciones de limbo,
pero fue el músico de rock and roll Chubby Checker quien encontró
la mina de oro en el 62 con su Limbo Rock. “Jack benimble, Jack
be quick, Jack go under limbo stick”. Ya saben ustedes cómo se
baila. Los bailarines se doblan hacia atrás por la cintura y las
rodillas y caminan hacia delante para pasar por debajo de una barra
horizontal, que se va bajando gradualmente para eliminar a quienes
no pueden pasar por debajo sin tocar la barra, echándose hacia atrás
o usando los brazos para no perder el equilibrio”.


Dan Fox es escritor, músico y director de cine. Nacido en Gran Bretaña y radicado en Estados Unidos, escribe en The Paris Review y otros medios. Ha sido coeditor de la revista de arte Frieze, una de las revistas europeas más prestigiosas en la difusión del arte y la cultura contemporáneas, en Nueva York. Allí reside actualmente, aunque es británico, y trabaja como profesor visitante en la Ruskin School en la Universidad de Oxford. Lleva el sello de música Junior Aspirin Records con Nathaniel Mellors y Andy Cooke desde 2002. A lo largo de su vida ha publicado más de doscientos ensayos, entrevistas o críticas en catálogos y publicaciones de las instituciones y galerías de arte más importantes del mundo. Ha sido conferenciante en espacios como el Royal College of Art, la Tate Britain o la Universidad de Cornell.

“Limbo” o la literatura como experiencia