El escritor y periodista Fernando Olmeda nos embarca camino del exilio hacia Méjico de la mano de una mujer muy especial en su obra ‘Mexique. La última crónica de Sofía Blasco’ que inaugura la colección de Memoria Narrativa de la Fundación Pablo Iglesias.
Tras descubrir, casi por azar, la figura de Sofía Blasco, el autor construye una crónica narrada en primera persona por la protagonista con elementos biográficos reales en un escenario también real: la odisea del camino al exilio que muchos españoles se vieron obligados a tomar al término de la Guerra Civil. Un exilio narrado en blanco y negro, dramático, que se incluye en las páginas más onerosas de nuestra historia y que ha estado tanto tiempo oculto de la memoria colectiva.
Mexique es por tanto un ejercicio de memoria democrática. El reconocimiento de la ayuda que Gobiernos como el del mejicano Lázaro Cárdenas brindó a los republicanos españoles. Un buque que en su tercera expedición partió de Burdeos camino de Veracruz meciendo durante 15 días las almas derrotadas de maestros, carpinteros, artistas, agricultores, políticos, periodistas, médicos… más de dos mil almas republicanas forzadas a cruzar el Atlántico para salvar sus vidas y rehacerlas después, en otro país, en otro continente, con otras gentes, pero con el recuerdo perenne de su España querida.
Los leales a la República pagaron un alto precio por ser los derrotados de una guerra fraticida causada por la calaña sublevada. Para muchos, la disyuntiva llegó a la hora de elegir entre el exilio o la muerte. Nuestra protagonista no lo dudó y embarcó en la costa francesa el 13 de julio de 1939 en el Mexique, viuda, junto a su hijo adolescente, pero antes hizo algo más que permanecer pasiva ante la adversidad.
Esta novela es la historia de esa travesía desvelada en el cuaderno de bitácora de Sofía, pero también es el relato de una figura sorprendente rescatada del olvido: Sofía Blasco, o Libertad Castilla, su pseudónimo, escritora, periodista y dramaturga española, que vivió los felices años veinte de una burguesía acomodada, de padre ilustre, el periodista y escritor Eusebio Blasco, y que de golpe y porrazo se dio de bruces con la cruda realidad, un golpe de estado, una guerra sin tregua.
El trabajo de Olmeda nos asoma a la historia de esta mujer valiente y honesta. Ella misma se definió como “republicana, antifascista y católica”. Sí, muy creyente, pero fiel al ideal republicano, de ahí su también apodo de la ‘santa laica’. Ella misma cuenta en estas páginas la metamorfosis que experimentó abrazando ese feminismo combativo de la época, vistiendo el traje de miliciana en la retaguardia en plena guerra civil, ayudando a los soldados en el frente de Somosierra y ganándose el apodo de “la madrecita”. Una mujer leal a la República con cuyo gobierno en el exilio colaboró activamente y un ejemplo de lucha feminista, tanto en sus principios como en el empoderamiento que se forjó en una etapa tan cruda y tan incierta. (En la imagen Sofía Blasco junto a su hijo).
Los quince días de pasaje en ese histórico Mexique lo resume Sofía en su proclama: “No tenemos otro denominador común que el antifascismo ni más estandarte que la unidad”.
La coralidad de personajes enriquece esta crónica novelada sobre el exilio español. Un texto lleno de matices, de ventanas abiertas para seguir explorando nuestra historia con una protagonista que fue sin duda todo un ejemplo de valentía.
