jueves. 28.03.2024
Foto de Harriet Tubman ya de mayor

Nace en el año 1820 en el condado de Dorchester, en el estado de Maryland. Sus padres son Benjamín Ross y Harriet Green, ambos esclavos negros, que crearon una familia inmensa con once hijos.

Sus antepasados provenían de África, desde donde fueron llevados en el siglo XVIII como esclavos a Estados Unidos. El amo de Harriet era Edwards Brodas y le puso el nombre de Araminta Ross, pero ella nunca lo aceptó por eso usa el mismo nombre que su madre.

Harriet nunca recibió ningún tipo de educación y con cinco años se le obligó a trabajar cuidando a su hermano menor. A los seis años empezó a trabajar como niñera para Miss Susan, debiendo vigilar el sueño de su bebe. Si éste lloraba, Harriet era castigada con azotes. Las cicatrices que le propinaban por tales azotes, quedaron grabados de por vida en su espalda.

Harriet en una ocasión robó un terrón de azúcar siendo descubierta. Ante el pavor que le producía el castigo se escondió en una pocilga de cerdos y allí se alimentó de la comida de estos. Al ser descubierta por Miss Susan recibió una gran paliza.

En otra ocasión, su espíritu rebelde le hizo responder a la paliza que le estaba dando un hombre blanco, mordiéndole en la rodilla. Este hombre nunca más se le acercó.

Posteriormente, perteneció al hacendado James Cook, que  le hacía trabajar vigilando las trampas contra ratones, instaladas en la zona pantanosa cerca de su casa. Esto, obligaba a Harriet a estar muchas horas mojada en aguas frías. Como consecuencia estuvo mucho tiempo enferma y fue mandada a casa de su madre, quien la cuidó, hasta que sanó.
Harriet en la huida de esclavos

Tal como se iba haciendo mayor le hacían trabajar en el campo en tareas muy penosas y duras, como eran arar o en el transporte de madera.

Siendo ya adolescente, sufrió un accidente que marcará toda su vida. Harriet estaba en un almacén recogiendo un encargo de su amo, cuando vio como un capataz de otro hacendado se enfrentaba a otro esclavo y este intentaba huir y el capataz lanzó un peso contra el esclavo que impactó en la cabeza de Harriet. Este golpe provocó un fuerte traumatismo craneal que le hizo estar seminconsciente. Sangrando regresó a la hacienda de su dueño, sentándose en un telar y permaneció 48 horas sin ser curada. Desde entonces comenzó a sufrir mareos y frecuentes desmayos.

Harriet era una mujer muy religiosa y como consecuencia de este traumatismo craneal empezó a sufrir  visiones y sueños, que ella consideraba que eran signos que Dios le daba.

Harriet se casó, en el año 1844, con 24 años con un hombre negro pero que era libre John Tubman. Inmediatamente cambió su nombre de Amarinta por el de Harriet Tubman. La situación matrimonial era complicada porque John era libre, mientras que Harriet era esclava. Esto significaba que cualquier hijo de este matrimonio seria esclavo. Fruto de este matrimonio fueron dos hijas.

Foto de Harriet Tubman con un fusil

En el año 1849, decide escapar de la esclavitud a pesar de la oposición de su marido John. Así, huyó junto a sus hermanos Ben y Harry en septiembre de ese año, pero regresaron por la poca disposición de sus hermanos al tener que abandonar a su familia.

Pocos días después, Harriet vuelve a huir en esta ocasión sola. Era un viaje muy peligroso porque los blancos esclavistas tenían por todo el territorio patrullas armadas a caballo, con perros y además daban fuertes recompensas por la captura de huidos negros.

Harriet viajaba de noche y se escondía de día, para ello se guiaba por la Estrella Polar.

Cuando llegó a la línea d Mason-Dixon, que dividía a los Estados de Virginia y Pensylvania, es decir la frontera entre el sur  esclavista y el norte abolicionista dijo: “Cuando supe que había atravesado la frontera, miré mis manos para comprobar si seguía siendo la misma persona. El sol con sus rayos dorados atravesaban los bosques y caían sobre los campos y yo sentí que estaba en el cielo”.

Al llegar a Filadelfia empezó a trabajar para ahorrar dinero e intentar liberar a su familia. La llegada de Harriet a la ciudad coincide con una fuerte tensión racial y además el Congreso de los estados Unidos aprobó la ley de ”Esclavos fugitivos”, donde se obligaba a capturar a los esclavos huidos  y devolverlos a sus dueños.

A su llegada a Filadelfia conoció a William Still, que era el dirigente del llamado “Underground Rail”, el ferrocarril subterráneo. Este grupo estaba formado por abolicionistas, cuáqueros, blancos y negros

Ante estas dificultades que se producían en Filadelfia, muchos liberados negros se trasladaron a Canadá.

Estatua de Harriet en Harlem, Nueva York

Harriet volvió nuevamente a Maryland para rescatar a su sobrina Kessiak y a su familia, consiguiéndolo. En 1851, liberó a su hermano Moses y a dos esclavos más.

¿Cómo conseguía sacar a los esclavos de Maryland sin ser detenidos?

El camino que usaba se conocía como“el ferrocarril subterráneo” y a lo largo de este recorrido, había lo que se denominaba casas seguras, generalmente regentadas por hombres blancos abolicionistas, que daban cobijo de día para así poder caminar de noche.

A finales de 1851 volvió para llevarse a su marido John, pero éste se había vuelto a casar y se negó a huir.

En este periodo, conoció a Frederick Douglas, que participaba en el ferrocarril subterráneo y que se admiraban mutuamente colaboraron con gran fuerza para abolir la esclavitud.

Harriet estuvo trabajando en viajes continuos para obtener la libertad de los negros durante once años y se calcula que rondaron los trescientos esclavos que ella liberó. Habitualmente utilizaba los inviernos para dichos viajes al ser las noches más largas y oscuras, lo que facilitaba la huida. Solía llevar una pistola encima para defenderse de los cazadores y de sus perros. Usaba distintos disfraces para pasar desapercibida.

Harriet siempre llevaba pistola en los viajes

En 1855 viajó nuevamente para traer a sus padres y otros parientes. En 1858, Hurriet conoció al abolicionista John Brown, que apoyaba la lucha armada como forma de acabar con la esclavitud. Esta posición radical provocó fuertes divergencias en el mundo del abolicionismo. En octubre de 1859, John Brown realizó un ataque contra el fuerte Harppers Ferry. Harriet no estaba en dicho ataque, que fracasó siendo detenido y ahorcado a finales del mismo año. Estos hechos hicieron de John Brown un mito de la resistencia para los abolicionistas.  Harriet diría de él “hizo más muriendo, que cien hombres viviendo”.

A partir de 1859, compra unos terrenos en la ciudad de Auburn, donde se instala y lleva ahí a sus padres ya mayores. Su último viaje fue en 1860 para intentar traer a su querida hermana Rachel y sus dos hijos, pero esta ya había fallecido.

Cunado estalla la guerra de Secesión en el año 1861 en Estados Unidos, Harriet ve la posibilidad de que se lograra la abolición si ganaba el Norte, por eso lo apoyó. Harriet ayudó al general David Hunter en el reclutamiento de negros. Sin embargo Abraham Lincoln desaprobó a dicho general. Harriet se enfrentó a Lincoln diciendo:“El señor Lincoln es un gran hombre y yo soy una pobre negra, pero el negro puede decirle a Lincoln como ahorrar dinero y vidas jóvenes. El puede hacerlo liberando a los negros”

Foto de la familia de Harriet, ella es la más abuela de todos

Finalmente, en 1863, Lincoln publicó “la Proclamación de  la Emancipación”, que significa un importante paso en la liberación de esclavitud para hombre, mujeres o niños.

Debido al conocimiento del terreno que tenía Harriet, participa en la captura de la ciudad de Jacksonville y dirige tropas y barcos en la batalla de Combahee River, que provoca la liberación de más de 700 esclavos. También participa en el asalto  del fuerte Wagner.

Concluida la guerra, Harriet nunca recibió un salario regular y durante años se le negó cualquier compensación económica. Su vida se desenvolvía siempre en la pobreza. Su entrega y constante trabajo humanitario con su familia, así como con los otros esclavos nunca tuvo ninguna recompensa.

Para conocer el carácter de lucha de Harriet, sirva este hecho. Al regresar al acabar la guerra desde el frente de batalla, se montó en un tren con destino a Nueva York, el revisor le ordenó que fuera al vagón de fumadores, pero ella se negó. Expresó al revisor sus servicios al país, pero éste le insultó y empezó a usar la fuerza física para obligarle a irse. Harriet se resistió y el revisor con ayuda de otros hombres, le rompieron el brazo y la arrojaron al vagón de los fumadores. Mientras otros hombres blancos le insultaban y pedían que fuera bajada del tren.

Sus últimos años transcurrieron en Ausburn cuidando de su familia, padres y ayudando a la gente necesitada. En este periodo conoció a Nelson David con el que se casó en 1868, a pesar de que Harriet era veintidós años mayor que él. Adoptaron una niña llamada  Gentie y su matrimonio duró veinte años.

En este periodo trabajó por promover el derecho de voto de las mujeres.  En su etapa sufragista colaboró con Susan B Anthony y otras feministas. Su fama llegó a Europa y la reina Victoria le envió un regalo y le invitó a pasar una temporada en Inglaterra. En una ocasión, una le pregunta si las mujeres debían poder votar y le contestó “He sufrido lo suficiente como para creerlo”.

Sus últimos años de vida fueron duros, por los efectos del golpe recibido de joven, siendo incapaz de dormir, debido a los dolores y a zumbidos continuos que no soportaba. Fue operada, a finales de 1899, en su cerebro sin anestesia, pues prefirió morder una bala como había visto que hacían los  soldados en la guerra cuando sufrían amputaciones.

Rodeada de sus familiares murió de neumonía en marzo de 1909.

Harriet Tubman se convirtió años después en un icono americano y ha sido  fuente de inspiración de muchas generaciones de afroamericanos en la lucha por la igualdad y por los derechos civiles.

Sin embargo, nunca esta mujer ha tenido el reconocimiento que la sociedad norteamericana le debe. Sirva este artículo como un pequeño homenaje e esta pequeña gran mujer.

La pequeña gran Harriet Tubman