La historia en cuatro manzanas

SUSANA IVÁN
Con un lenguaje sencillo y unas descripciones precisas, Pierre Assouline ha conseguido construir una sólida historia que, a partir de una sencilla premisa, convierte cuaro manzanas parisinas en el epicentro de uno de los mayores dramas de la historia mundial.
NUEVATRIBUNA.ES - 6.4.2009

La casualidad puede hacer que nuestros pasos vayan por un camino que nunca habíamos pensado transitar antes. O al menos no seriamente. Es lo que le ocurre al protagonista de “La clienta”, la pequeña delicia novelada de Pierre Assouline que hace unos meses llegó a las librerías. Y cuando uno cierra el pequeño volumen de 170 páginas, no puede evitar preguntarse por qué un texto como este ha tardado cerca de 10 años en llegar a nuestro país. Porque además no puede decirse que Assouline sea un desconocido en el panorama cultural europeo. Nacido en Casablanca en 1953, como periodista ha escrito para Le Monde y Le Nouvel Observateur y como escritor es autor de 3 novelas más, además de “La clienta”, y de las biografías de Simenon, Herré, Cartier-Bresson y Gaston Gallimard entre otras. Es además autor del blog “La République des livres”( http://passouline.blog.lemonde.fr/), que se ha convertido en un lugar de referencia en la blogosfera para la crítica literaria.

En “La clienta”, un biógrafo dedicado de lleno a un trabajo sobre la vida de un conocido escritor francés, encuentra durante sus investigaciones miles de cartas de denuncia enviadas por ciudadanos franceses durante los años de ocupación nazi. En ellas, completos desconocidos señalan con el dedo a vecinos, amigos y familiares. Y dentro de estas sacas de la vergüenza, una destaca entre todas. Una carta anónima que habla sobre su la familia de un buen amigo. Una misiva responsable de su deportación. Obligado a guardar silencio sobre ello por normativa gubernamental (ya que es el requisito que ponen al biógrafo para la consulta de semejantes documentos), la duda sobre la identidad y la motivación del delator se convierten en la única obsesión de este hombre, que se enfrenta al dilema de reabrir viejas heridas para lograr que cicatricen o mirar hacia otro lado, una actitud que no duda en criticar en los franceses de la ocupación.

En el marco de la investigación del quién y el por qué, de la reconstrucción histórica de un hecho como éste, el protagonista afronta una misión mucho más compleja e importante: la de comprender la “maldad absoluta” que puede llevar a un acto de “cobardía” como el de la denuncia, anónima o no, de los semejantes. Pero ¿hasta dónde está dispuesto a llegar en esa búsqueda de comprensión? ¿Qué derecho tiene a emprender esta búsqueda de la verdad? ¿Sacará a la luz, señalando con el dedo un rostro, un suceso que los protagonistas parecen querer enterrar? Y si lo hace, ¿qué le diferenciará de los delatores que tanto desprecia?

Con un lenguaje sencillo y unas descripciones precisas, Pierre Assouline ha conseguido construir una sólida historia que, a partir de una sencilla premisa, convierte cuaro manzanas parisinas en el epicentro de uno de los mayores dramas de la historia mundial. Porque como el autor deja entrever en sus páginas, no es quizás la actitud de los extraños la más difícil de comprender, ni siquiera la más dolorosa de las traiciones, por horribles que sean sus crímenes, sino que es la justificación, comprensión y perdón de los actos de los conocidos, de las personas mas cercanas, las que sentimos tan inalcanzables.