nuevatribuna.es
22 de noviembre de 2010, 5:03
NUEVATRIBUNA.ES - 22.11.2010
...El Barça ganó 0-8 a un Almería que en once jornadas solo llevaba diez goles en contra. Y, para no ser menos, los guepardos del Madrid le endosaron 5-1 a un buen Bilbao. Con sólo doce partidos jugados el Real Madrid saca ocho puntos al tercero y diez al cuarto. De los demás ni hablamos. Los dos primeros llevan 33 goles a favor; 6 en contra el Madrid y 8 el Barcelona. Si Messi mete tres goles, va C. Ronaldo y mete otros tres. El segundo es pichichi con 14 y el primero le sigue con 13. ¿Hay quien dé más? Como lo peor que le puede pasar a un periodista es aburrir a sus lectores y las crónicas empiezan a ser reiterativas no se me ocurre otra idea que irme a la mitología.
Lucha en el Olimpo
Reducidos el Villarreal a simples fenicios; los del Valencia a valientes francos; los del Sevilla a misteriosos tartesios y los del Atleti a irreductibles íberos, con los demás equipos de puras comparsas, la realidad futbolística nos obliga a elevar la mirada. Así encontramos a Mourinho cual Júpiter victorioso (Dios para los romanos) velando armas para quedarse en propiedad el nombre y quitárselo a Zeus Guardiola (Dios para los griegos) en su propia guarida. Para apoyar a sus héroes Júpite no duda en sacar de su égida las serpientes contorneantes mientras lanza a diestro y siniestro los rayos de su dialéctica. Un contenido Zeus, quizá porque sea más antiguo, le espera tranquilo en la cumbre del monte Olimpo.
Por encima de los dioses están los titanes: Cronos Florentino, algo temeroso de que su hijo Júpiter llegue a destronarle y Océano Rosell (el río que circunda la Tierra). Sin embargo no son los Titanes el principio de todo. Antes que ellos el Cielo Urano –la FIFA- y la Tierra Gea –la UEFA- representan el origen, quienes dan vida al universo de la mitología futbolística.
En cuanto a los héroes de la mayor contienda que verán los siglos, tenemos que empezar por Hércules Messi empeñado en luchar toda su vida contra los monstruos de los records desde su querida Tebas. Inmediatamente después nos aparece Aquiles Ronaldo, orgulloso, soberbio atleta e invencible guerrero, retando con su físico portentoso a cuantos contrarios le salgan al paso. Observando el campo de batalla desde la almena de su inteligencia Príamo Xavi aspira a marcar el tiempo con Héctor Villa como punta de lanza y el astuto Eneas Iniesta como ayudante. En el campo de los atenienses madridistas hay dos reyes que destacan por encima de los demás: Menelao Alonso y Agamenón Carvalho que junto con el prudente Ulises Özil forman un tridente resguardado por su Cancerbero Casillas.
En el centro de la batalla, en la mente de todos, está la bella Helena esa Copa de la Liga que solo admite un vencedor para pasearla por mares y tierras como símbolo de su victoria. En los próximos días muchos periodistas aspirantes a Homero moderno se encargarán de relatarnos las hazañas de unos y otros para lanzar pronósticos a favor o en contra dependiendo del bando a que pertenezcan. Como no poseo el don de Calcante, el adivino, no se me ocurren más que preguntas.
¿Conseguirá Páris Busquets acertar con su flecha en el talón de Ronaldo en venganza por el recorte que éste le hizo con Portugal? ¿Podrá Aquiles superar la barrera del titán, que sostiene el Mundo, Atlas Puyol? Para guardar el infierno de su portería ¿triunfará el cancerbero Casillas o Valdés? En la lucha de adalides ¿brillará más Messi que CR7? Y en el choque de modelos ¿vencerá la prudencia troyana ante la algarabía ateniense?
En el relato me han salido los culés más como troyanos y los madridistas más como griegos. Veremos si el resultado acaba como en la Iliada. La guerra de Troya duró nueve años y el partido tiene noventa minutos. Toda esta fantasía se resolverá en la película del lunes 29, porque en estos partidos hay mucho de cine y falsa mitología. Oscurezcan el salón. Coloquen el sofá. Limpien la pantalla de cine. Preparen el aperitivo y pónganse a soñar. Sobre las doce de la noche saldremos de dudas aunque por mucho que unos se alegren y otros se entristezcan el martes amanecerá de nuevo y nuestra cotidiana vida de crisis seguirá en el mismo lugar. Lo dejo aquí. Señoras, señores, amen la vida, amen el fútbol.
José Luis Egido
...El Barça ganó 0-8 a un Almería que en once jornadas solo llevaba diez goles en contra. Y, para no ser menos, los guepardos del Madrid le endosaron 5-1 a un buen Bilbao. Con sólo doce partidos jugados el Real Madrid saca ocho puntos al tercero y diez al cuarto. De los demás ni hablamos. Los dos primeros llevan 33 goles a favor; 6 en contra el Madrid y 8 el Barcelona. Si Messi mete tres goles, va C. Ronaldo y mete otros tres. El segundo es pichichi con 14 y el primero le sigue con 13. ¿Hay quien dé más? Como lo peor que le puede pasar a un periodista es aburrir a sus lectores y las crónicas empiezan a ser reiterativas no se me ocurre otra idea que irme a la mitología.
Lucha en el Olimpo
Reducidos el Villarreal a simples fenicios; los del Valencia a valientes francos; los del Sevilla a misteriosos tartesios y los del Atleti a irreductibles íberos, con los demás equipos de puras comparsas, la realidad futbolística nos obliga a elevar la mirada. Así encontramos a Mourinho cual Júpiter victorioso (Dios para los romanos) velando armas para quedarse en propiedad el nombre y quitárselo a Zeus Guardiola (Dios para los griegos) en su propia guarida. Para apoyar a sus héroes Júpite no duda en sacar de su égida las serpientes contorneantes mientras lanza a diestro y siniestro los rayos de su dialéctica. Un contenido Zeus, quizá porque sea más antiguo, le espera tranquilo en la cumbre del monte Olimpo.
Por encima de los dioses están los titanes: Cronos Florentino, algo temeroso de que su hijo Júpiter llegue a destronarle y Océano Rosell (el río que circunda la Tierra). Sin embargo no son los Titanes el principio de todo. Antes que ellos el Cielo Urano –la FIFA- y la Tierra Gea –la UEFA- representan el origen, quienes dan vida al universo de la mitología futbolística.
En cuanto a los héroes de la mayor contienda que verán los siglos, tenemos que empezar por Hércules Messi empeñado en luchar toda su vida contra los monstruos de los records desde su querida Tebas. Inmediatamente después nos aparece Aquiles Ronaldo, orgulloso, soberbio atleta e invencible guerrero, retando con su físico portentoso a cuantos contrarios le salgan al paso. Observando el campo de batalla desde la almena de su inteligencia Príamo Xavi aspira a marcar el tiempo con Héctor Villa como punta de lanza y el astuto Eneas Iniesta como ayudante. En el campo de los atenienses madridistas hay dos reyes que destacan por encima de los demás: Menelao Alonso y Agamenón Carvalho que junto con el prudente Ulises Özil forman un tridente resguardado por su Cancerbero Casillas.
En el centro de la batalla, en la mente de todos, está la bella Helena esa Copa de la Liga que solo admite un vencedor para pasearla por mares y tierras como símbolo de su victoria. En los próximos días muchos periodistas aspirantes a Homero moderno se encargarán de relatarnos las hazañas de unos y otros para lanzar pronósticos a favor o en contra dependiendo del bando a que pertenezcan. Como no poseo el don de Calcante, el adivino, no se me ocurren más que preguntas.
¿Conseguirá Páris Busquets acertar con su flecha en el talón de Ronaldo en venganza por el recorte que éste le hizo con Portugal? ¿Podrá Aquiles superar la barrera del titán, que sostiene el Mundo, Atlas Puyol? Para guardar el infierno de su portería ¿triunfará el cancerbero Casillas o Valdés? En la lucha de adalides ¿brillará más Messi que CR7? Y en el choque de modelos ¿vencerá la prudencia troyana ante la algarabía ateniense?
En el relato me han salido los culés más como troyanos y los madridistas más como griegos. Veremos si el resultado acaba como en la Iliada. La guerra de Troya duró nueve años y el partido tiene noventa minutos. Toda esta fantasía se resolverá en la película del lunes 29, porque en estos partidos hay mucho de cine y falsa mitología. Oscurezcan el salón. Coloquen el sofá. Limpien la pantalla de cine. Preparen el aperitivo y pónganse a soñar. Sobre las doce de la noche saldremos de dudas aunque por mucho que unos se alegren y otros se entristezcan el martes amanecerá de nuevo y nuestra cotidiana vida de crisis seguirá en el mismo lugar. Lo dejo aquí. Señoras, señores, amen la vida, amen el fútbol.
José Luis Egido
