nuevatribuna.es
8 de septiembre de 2010, 5:23
NUEVATRIBUNA.ES / ANTONIO SANTO
Hoy a las 17.00, la selección española de baloncesto, vigente campeona del mundo y de Europa, se enfrenta en el Sinan Erdem Dome a Serbia, una selección joven y llena de talento que viene de ganarlo todo en las categorías inferiores. Si ganan este cruce de cuartos de final, la ÑBA estará a sólo un paso de prolongar su ciclo triunfal con otra medalla. Si pierden volverán para casa con las manos vacías y volverán los fantasmas acumulados durante todo el Mundial. Los chicos de Scariolo quieren demostrar hoy que la recuperación mostrada frente a Grecia no es un espejismo, sino que lo ilusorio era lo otro, las derrotas, la lentitud, la falta de juego.
Juan Carlos Navarro, ya recuperado de sus molestias de espalda, podrá contribuir con su visión de juego y tiro exterior a que la victoria se decante del lado español; también está de vuelta Felipe Reyes, que realizó un viaje relámpago a Madrid para que su médico de confianza le echara un vistazo a sus cervicales. También Marc Gasol, que dio el susto el otro día con una amigdalitis que no le dejó dormir, parece ya totalmente recuperado y descansado para dar la mejor versión de sí mismo. En definitiva, Scariolo cuenta con toda su escuadra a tope en el día de hoy. En el lado de los contrincantes está Serbia, una selección de jugadores muy jóvenes que recuerda, en cierta manera, a cómo eran los nuestros hace sólo unos años: un grupo de amigos que llevan jugando juntos (y ganándolo todo) desde niños. Teodosic, un jugador astuto y rápido, Rasic como francotirador del balón y los gigantes Krstic y Perovic son las armas con las que cuentan los yugoslavos; la falta de experiencia es su principal hándicap. Vienen de ganar por un solo punto a Croacia y con el recuerdo de los 22 puntos de ventaja que España les metió en la final del europeo de Polonia de 2009. Es de esperar que salgan con el cuchillo entre los dientes.
En el caso de ganar el partido, la selección española se enfrentará al vencedor del duelo Turquía - Eslovenia; lo más normal es que los anfitriones, una selección potente, se lleven el gato al agua arropados como están por su propia afición. Por el otro lado del cuadro, EEUU y Rusia (un duelo con sabor histórico) y Argentina frente a Lituania decidirán la otra semifinal. La selección de EEUU lleva paseándose desde que empezó el Mundial ante rivales de poca entidad, y tiene que demostrar ante una selección correosa y potente como Rusia que lo suyo no es un espejismo. La albiceleste de baloncesto, una selección con oficio y buen hacer, quiere mantener su línea de éxitos (en el anterior mundial cayeron en semifinales ante España) y buscar una medalla que añadir a su palmarés.
Hoy a las 17.00, la selección española de baloncesto, vigente campeona del mundo y de Europa, se enfrenta en el Sinan Erdem Dome a Serbia, una selección joven y llena de talento que viene de ganarlo todo en las categorías inferiores. Si ganan este cruce de cuartos de final, la ÑBA estará a sólo un paso de prolongar su ciclo triunfal con otra medalla. Si pierden volverán para casa con las manos vacías y volverán los fantasmas acumulados durante todo el Mundial. Los chicos de Scariolo quieren demostrar hoy que la recuperación mostrada frente a Grecia no es un espejismo, sino que lo ilusorio era lo otro, las derrotas, la lentitud, la falta de juego.
Juan Carlos Navarro, ya recuperado de sus molestias de espalda, podrá contribuir con su visión de juego y tiro exterior a que la victoria se decante del lado español; también está de vuelta Felipe Reyes, que realizó un viaje relámpago a Madrid para que su médico de confianza le echara un vistazo a sus cervicales. También Marc Gasol, que dio el susto el otro día con una amigdalitis que no le dejó dormir, parece ya totalmente recuperado y descansado para dar la mejor versión de sí mismo. En definitiva, Scariolo cuenta con toda su escuadra a tope en el día de hoy. En el lado de los contrincantes está Serbia, una selección de jugadores muy jóvenes que recuerda, en cierta manera, a cómo eran los nuestros hace sólo unos años: un grupo de amigos que llevan jugando juntos (y ganándolo todo) desde niños. Teodosic, un jugador astuto y rápido, Rasic como francotirador del balón y los gigantes Krstic y Perovic son las armas con las que cuentan los yugoslavos; la falta de experiencia es su principal hándicap. Vienen de ganar por un solo punto a Croacia y con el recuerdo de los 22 puntos de ventaja que España les metió en la final del europeo de Polonia de 2009. Es de esperar que salgan con el cuchillo entre los dientes.
En el caso de ganar el partido, la selección española se enfrentará al vencedor del duelo Turquía - Eslovenia; lo más normal es que los anfitriones, una selección potente, se lleven el gato al agua arropados como están por su propia afición. Por el otro lado del cuadro, EEUU y Rusia (un duelo con sabor histórico) y Argentina frente a Lituania decidirán la otra semifinal. La selección de EEUU lleva paseándose desde que empezó el Mundial ante rivales de poca entidad, y tiene que demostrar ante una selección correosa y potente como Rusia que lo suyo no es un espejismo. La albiceleste de baloncesto, una selección con oficio y buen hacer, quiere mantener su línea de éxitos (en el anterior mundial cayeron en semifinales ante España) y buscar una medalla que añadir a su palmarés.
