viernes. 29.03.2024

Koke es la nueva estrella del Atleti

En una jornada de goles excelsos y palos mala suerte cuando la pluma y la cámara de los cronistas conceden su oscar particular a la vaselina con la cabeza del gol de Messi o la peligrosa distancia de siete puntos entre Barça y Madrid, yo prefiero dirigir la mirada a los actores nacionales.

nuevatribuna.es | 28.02.2011

El sábado a las seis de la tarde, en la orilla del Manzanares, se enfrentaban Atleti y Sevilla. Corrían los minutos entre paradones de Varas y la falta de acierto del Kun hasta que Perottí se inventó una pared con el pecho para facilitar una bolea prodigiosa con la izquierda a Negredo que supuso el 0-1. Una maravilla de gol. Los atléticos no podían hacer más que aplaudir.

Oscuros presagios sobrevolaban a la parroquia colchonera cuando nada más iniciarse el segundo tiempo un pase del aparecido Forlán desde la derecha del ataque atlético sobrevoló la espalda de la defensa sevillista incrédula ante la carrera de un desconocido, de un advenedizo en la llamada liga de las estrellas. Impulsado por su osadía apareció Koke dispuesto a presentar sus credenciales. Con un cabezazo preciso compuso una rosca para colocar el balón al segundo palo del imbatible portero sevillista. Una obra de arte, uno de los mejores goles de cabeza que recuerdo. Tuvo fuerza, tuvo colocación, tuvo precisión y tuvo calidad a raudales. Uno de esos goles que pasarán sin pena ni gloria y que si lo hubiera metido una de las estrellas mediáticas lo estaríamos viendo durante semanas en todos los telediarios. Por encima de las demás vicisitudes del partido me quedo con ese instante. Una vez que se llega a primera un gol lo puede meter cualquiera. De esos, no. Espero que no sea galgo de una sola liebre y si guarda tranquilidad y el club le da confianza, ahí tienen a una nueva estrella.

El Madrid tiene la pólvora mojada

Qué cosas tiene el fútbol. El Atleti lleva tres palos consecutivos en su portería que no han acabado en gol. Tres palos lleva el Madrid en su contra que tampoco han sido gol. Aquellas goleadas del vendaval de principios de temporada se han esfumado en la mala suerte. Un verbo al que no está acostumbrado a conjugar el Real Madrid. Con Alonso, Özil, Di María, Adebayor, CR7 y Benzemá al ataque no consiguieron marcar un solo gol al Deportivo. ¿Hay algún equipo en el mundo capaz de reunir semejante estrellato en el ataque? Lo que no frenaron los palos lo paró Aranzubía mientras Casillas observaba el partido como mero espectador sin necesidad de parar un balón. Comentaba El Santo que el Madrid perdonó el primer tiempo y lleva razón, pero ya no tiene solución y siete puntos como siete losas les separan del imparable Barça. ¿Acaso Mou reflexionó sobre la ausencia de juego o que a estas alturas el Madrid lleva un punto menos que con Pellegrini? Que va, la culpa de todo la tienen los árbitros y la mala planificación de los horarios que castigan a sus estrellas millonarias, deportistas jóvenes de veintitantos años, a jugar 180 minutos en una semana y no les dejan entrenar más de 120 al día.

Xavi es más que medio equipo

Pero qué escribe este hombre, pensará el lector. Si Xabi no jugó contra el Mallorca. Pues eso. Ni Valdés, ni Puyol, ni Alves. Y encima van y ganan 0-3. Parece un desprecio a los demás equipos, pero así es la vida y así es el fútbol. Ganaron, sí, aunque la orquesta no suena igual cuando no está su director. Tuvo que aparecer La Pulga para desatascar un partido que el Mallorca estaba peleando dignamente. Hay algo que no he escrito del Barça y eso lo hacen hasta sin Xavi. Y es la tranquilidad de su defensa para sacar el balón jugado o hacerse pases entre ellos ante la mirada impotente de los delanteros, en un terreno donde a los demás equipos les tiemblan las piernas.

Ajeno a la primera línea de batalla el Español se merendó en su magnífico Cornellá a la Real Sociedad con un claro 4-1 para colocarse quinto en la tabla con 40 puntos como serio aspirante a jugar la Europa League. Genial Sergio García en el segundo gol que hundió a la Real y efectivo el gol de Callejón que está cuajando una gran temporada con la sana intención de volver al Madrid para complicarle la vida a Mourinho que, como él dice, a este paso tendrá que formar una plantilla de cincuenta jugadores para la siguiente temporada. Si continúa.

El que no cede es el Valencia que ganó en la difícil catedral de Bilbao. Para variar, empezó marcando Llorente y el partido parecía encarrilado. Pero empezaron a perdonar ocasiones que en primera división siempre son un suicidio. Eso unido a un bajón físico permitió a los chés remontar el partido y llevarse la victoria por 1-2 aupados en la suerte que les acompaña en los últimos partidos y en la dureza de alguno de sus jugadores como Navarro, de la escuela de Marchena, bajo la permisividad arbitral. Y si no, que se lo pregunten a Llorente.

Clarificado el tercer puesto (ojo, a diez puntos del Madrid) el Villarreal sólo sacó un empate del Sardinero, y gracias, para mantener su cuarto puesto a siete puntos de distancia del Español. Perdonó la victoria el Racing y se despistó en los últimos minutos. Por cierto, el folclórico Alí ha recuperado a aquel Dos Santos que deslumbraba junto a Bojan en el Barça y bien que lo notó su equipo. Salió en el segundo tiempo y enseguida marcó un gol.

La pelea por abajo ya se ha fijado entre el puesto undécimo y duodécimo con el listón puesto en los treinta puntos. Vital la victoria del Levante ante Osasuna que le aleja de los puestos de descenso.

Y denigrante la actitud y las palabras de la presidenta del Rayo exigiendo a sus jugadores lo que su familia no cumple. En fin, lo dejo aquí. Señoras, señores, amen la vida, amen el fútbol.

José Luis Egido

Koke es la nueva estrella del Atleti