Hace algunos meses, entrevistamos en estas mismas páginas, a
Mercedes Rivas, responsable de comunicación de Los Libros de la Catarata. Fue el principio de una serie de entrevistas que iremos publicando con directores o responsables de uno de los sectores más sensibles del mundo de la cultura: la edición. Especialmente, la que se lleva a cabo desde las editoriales independientes.
Jesús Egido lleva siete años (desde 2006) al frente de un ambicioso proyecto cuya seña de identidad procede de
Shakespeare: Rey Lear Editores. Bellas ediciones de libros de clásicos de los siglos XIX y XX, españoles y de la literatura universal; en su catálogo conviven autores como
Joseph Conrad, Charles Dickens, Hermanos Grimm, Scott Fitzerald o
Jack London con autores españoles que van de los recuperados
Franciso García Pavón, Jardiel Poncela, Julio Camba o
Edgar Neville a los radicalmente contemporáneos como
Luis Mateo Díez, Luis Alberto de Cuenca, José Esteban, Manuel Rico, Juan Pedro Aparicio o
José María Merino, entre otros. Así ha respondido a las preguntas de
Nueva Tribuna.
Nueva Tribuna: ¿Cómo nace Rey Lear y con qué objetivos?
Jesús Egido: Rey Lear nació en septiembre de 2006 con el objetivo primordial de convertirse a medio plazo en una manera digna de poder ganarme la vida. Yo venía del mundo de la prensa y no sabía hacer muchas cosas más.
NT: ¿Con qué colecciones cuenta?
J.E.: Con dos: Una de literatura en formato grande y otra de literatura en formato pequeño denominada Breviarios de REY LEAR. Estas Navidades, siguiendo la línea menguante, hemos creado otra más, para publicaciones muy pequeñitas, que se llama Snacks de Rey Lear
NT¿Tenéis una "política de autor" o eso queda para las grandes editoriales?
J.E.: No sé muy bien qué quiere decir política de autor. Lo único que nos impusimos desde el principio fue editar obligatoriamente al año a dos o tres autores españoles, algunos de ellos nóveles. Si nosotros no editamos a los autores de nuestro país, ¿dónde van a publicar?
"La librería es fundamental. Y algunas grandes superficies están intentando con desigual resultado profesionalizar sus espacios de venta de libros y convertirlos en librerías."
NT: ¿De qué títulos se siente la editorial especialmente "orgullosa"? ¿Ha contado con algún "éxito de ventas"?
J. E.: Todos los libros son como un embarazo. Algunos bebés te gustan pese a que han ido muy mal de ventas. No obstante, por citarte alguno, con El Trans cantábrico de Juan Pedro Aparicio, ilustrado a color con cien acuarelas por José Carralero y Maribel Fraguas, nos dieron el II Premio al Libro Mejor Editado de España. Un galardón que no vale absolutamente para nada, carece de dotación económica, no lo reseñan los medios y lo entrega el ministro de turno en un acto penoso, pero que nos hizo mucha ilusión. Nuestro éxito ventas es un librito de Jardiel Poncela titulado Los 38 asesinatos y medio del castillo de Hull, un apócrifo de humor sobre Sherlock Holmes que va por la cuarta edición y habrá vendido unos 5.000 ejemplares. Como ves, un best-seller de todo a cien.
NT: ¿Cómo ves el panorama editorial con la crisis como telón de fondo?
J. E.: Veo el panorama editorial como el país. Mal. Sin un esfuerzo político y económico en Educación y Cultura seguiremos igual de burros y de pobres que siempre. Un país inculto es un país económicamente pobre y un país pobre es un país con una tasa de paro salvaje. Eso sí, no descarto que Luis Bárcenas done los 22 millones de euros que ha ahorrado en Suiza a Investigación + Desarrollo, proyectos culturales y a promover una reforma educativa pactada entre todos los partidos políticos que imite a las más avanzadas de Europa. Creo que se lo está pensando seriamente. Oleguer Pujol creo que también piensa seguir la misma senda filantrópica.
NT: ¿Estamos ante una crisis de lectores o ante una crisis de poder adquisitivo de los lectores?
J.E.: Lectores no ha habido nunca. Casi un 40% de la población española reconoce que jamás lee un libro, por lo que quiero creer que si ahora se vende menos se debe a una caída del consumo que afecta a todos los sectores de la economía. Tenemos un 26% de paro, no hay que olvidarlo.
N.T.: ¿La librería sigue siendo un instrumento imprescindible en el circuito editor-lector o es inevitable rendirse al dominio de las grandes superficies?
J. E.: La librería es fundamental. Y algunas grandes superficies están intentando con desigual resultado profesionalizar sus espacios de venta de libros y convertirlos en librerías. Sin libreros no hay posibilidad de llegar a los lectores.
"Veo el panorama editorial como el país. Mal. Sin un esfuerzo político y económico en Educación y Cultura seguiremos igual de burros y de pobres que siempre"
NT: ¿En qué medida está afrontando la editorial el "horizonte digital"? ¿Tu editorial se ha lanzado a la edición de e-book?
J. E.: En literatura la oferta digital apenas supera el 1% de las ventas. Faltan lectores y si con un ebook se logra incorporar uno, bienvenido sea. Nosotros digitalizamos todas las novedades de nuestro catálogo y las comercializamos a través de la plataforma Librosinlibro.com, que mantiene acuerdos con la Fnac, la Casa del Libro y 24 Symbols. Próximamente queremos ampliar la venta a través de Amazon.
NT: ¿Consideras necesaria una política de ayudas y subvenciones de las Administraciones? ¿Cuál es vuestra experiencia?
España está a la cola de Europa en dotación de libros en la bibliotecas públicas. Por tanto, me parece fundamental que a través de ayudas y subvenciones se potencia este tipo de compras y la gente pueda optar a una amplia oferta en las bibliotecas. En un país con tan escasos lectores y tan raquítica inversión pública en cultura y libros, estas ayudas suelen ser un balón de oxígeno y, en nuestro caso, nos permiten afrontar proyectos de alto presupuesto que de otra manera sería muy difícil llevar a cabo a precios asequibles. Nuestra experiencia en este sentido es buena y estamos agradecidos.
NT: ¿Con qué perspectivas y con qué objetivos estáis trabajando a corto y medio plazo?
En estos momentos ya estamos poniendo en marcha la campaña de edición del primer semestre del año. Esperamos mejorar los malos resultados de 2012, capear la crisis y aumentar las exportaciones a Latinoamérica, nuestro segundo mercado natural.