El Imperio Otomano presenta un gran poder marítimo desde que conquistó Constantinopla. Los otomanos mejoraron su infraestructura naval y utilizaron la madera de las selvas cercanas al mar Negro.
A partir de entonces, el imperio otomano se convirtió en la primera potencia naval del mar Mediterráneo, haciendo imposible el gobierno del emperador español Carlos I. La figura de Barbarroja es fundamental para este dominio otomano.
El emperador turco, Suleiman I, buscaba debilitar el reino cristiano de Carlos I de España y V de Alemania para obligarle a dispersar sus fuerzas y facilitar la expansión otomana en el Mediterráneo oriental.
Los hermanos Barbarroja, primero Baba Aruj, pero fundamentalmente el más pequeño, Jayr al-Din, enviaban periódicamente flotas corsarias a través de estas pequeñas y efectivas fustas o galeotas.
Una de las grandes ventajas de los Barbarroja fue que disponía de barcos ligeros y rápidos, frente a las pesadas y lentas naves cristianas. Eran los propios esclavos cristianos los que impulsaban las naves otomanas.
Estas incursiones se traducían en una gran destrucción de cultivos de la España cristiana, la toma de cautivos para rescates o para esclavizarlos en las galeras y, a menudo, en la huida de moriscos a la otra ribera mediterránea.
Jeireddín nace en la isla de Lesbos, en el año 1475. Fue un almirante otomano y al mismo tiempo corsario que sirvió bajo las órdenes del sultán Suleimán I.
Jeireddín fue uno de los más importantes corsarios del siglo XVI, y junto con su hermano Aruj fundó una organización pirata que llevó a los magrebíes bajo los auspicios del imperio otomano a alcanzar gran poder sobre el comercio del mar Mediterráneo.
Muy pronto demostró una capacidad tal, que llegó a suceder merecidamente a su hermano Aruj, e incluso logró superar ampliamente las hazañas de éste, convirtiéndose en una verdadera pesadilla para el imperio español de la época y buena parte de la Europa cristiana.
Su padre Yakup era un sipahi, es decir, un señor feudal miembro de la caballería otomana, mientras que otros indican que prestó servicios como jenízaro en Macedonia del Norte.
Su madre era una cristiana griega de la ciudad de Mitilene, que era la capital de la isla de Lesbos. Su madre era viuda de un sacerdote ortodoxo, aunque el cronista, Luis de Mármol señaló como madre a una cristiana de origen español, secuestrada por corsarios. Tuvieron dos hijas y cuatro hijos.
Yakup se hizo alfarero y compró un bote para comerciar sus productos. Sus cuatro hijos varones lo ayudaron con su negocio, pero no se sabe mucho de sus hijas. Al principio, su hijo Aruj ayudaba con el manejo del bote, mientras que Hızır ayudaba a hacer productos de alfarería.
Los cuatro hermanos se hicieron marineros y se dedicaron al comercio internacional. El primero fue Aruj, a quien luego se sumó su hermano Ilias. Tiempo después, cuando consiguió tener su propio barco, Hızır también empezó su carrera en el mar.
Si bien los hermanos comenzaron como marinos, pronto se convirtieron en corsarios en el mar Mediterráneo para contrarrestar el poderío de los caballeros de San Juan de la isla de Rodas y del imperio de Carlos V.
Aruj e Ilias operaron en el Levante, entre Anatolia, Siria y Egipto. Por su parte, Hızır actuó en el mar Egeo y basó sus operaciones especialmente en Tesalónica. Ishaq. El mayor, se mantuvo en Mitilene y estuvo a cargo del manejo financiero del negocio familiar.
Aruj tuvo un gran éxito, pues tenía un amplio conocimiento de idiomas, español, italiano, francés, griego y árabe durante los primeros años de su carrera. Mientras regresaba de una expedición comercial en Trípoli con su hermano Ilias, fue atacado por los Caballeros de San Juan. Ilias murió en la batalla y Aruj fue herido.
Como legado, se puede asegurar que Barbarroja estableció la supremacía turca en el Mediterráneo, que duró hasta la batalla de Lepanto del año 1571
El barco de su padre fue capturado y Aruj hecho prisionero y encarcelado en el castillo que tenían los Caballeros en Bodrum por casi tres años. Al saber dónde se hallaba su hermano, Hızır se fue a Bodrum y lo ayudó a escapar.
Aruj entonces viajó a Antalya, donde Korkud, el príncipe y gobernador de la ciudad, pone a su disposición dieciocho galeras y le encargó que luchase contra los Caballeros de San Juan, quienes afectaban seriamente el comercio marítimo otomano.
Cuando Korkud se convirtió en gobernador de Manisa, le proporcionó a Aruj una flota formada por veinticuatro galeras en el puerto de Esmirna. Le ordenó que organizara una expedición naval a Apulia en Italia. Allí Aruj bombardeó varios castillos costeros y capturó dos barcos. De vuelta a Lesbos, se detuvo en Eubea y capturó tres galeones y otro barco.
El castillo de los caballeros de San Juan en Bodrum
En cuanto llegó a Mitilene con estas naves capturadas, Aruj se enteró que Kordud, hermano del nuevo sultán otomano, había huido a Egipto para evitar ser asesinado por causa de disputas sucesorias, práctica común en la época otomana.
Temiendo meterse en problemas por su pública asociación con el exiliado príncipe otomano, Aruj partió hacia Egipto. Ahí se reunió con Korkud en El Cairo y logró una audiencia con el sultán Qansoh Al-Ghuri, quien organizaba una flota de barcos para enviar a la India.
El sultán le asignó un barco que Aruj tripuló y capitaneó, comenzando a atacar inmediatamente, desde su base en Alejandría a las islas del Mediterráneo controladas por los cristianos.
Alrededor del año 1503, Aruj consiguió como botín tres nuevos barcos e hizo de la isla de Yerba, en la costa de Túnez, su base principal, trasladando el marco de sus operaciones marítimas al Mediterráneo Occidental.
Ahí se le unieron sus otros dos hermanos: Ishaq y Hızır. Su fama aumentó cuando transportó entre los años 1504 y 1510 a los musulmanes expulsados desde la España cristiana al norte de África.
Por este motivo, obtuvo el nombre honorífico Baba Oruç que a la larga, por similitudes fonéticas, se transformó en España, Francia e Italia en “Barbarossa” o “Barbarroja”.
A partir de entonces consiguió una serie de victorias, a tal punto que en el año 1515 envió regalos preciosos al sultán otomano Selim I, quien a su vez le mandó dos galeras y dos espadas con diamantes incrustados.
Se apoderó de Argel y más tarde de Tremecén, en el año 1516, haciendo que su gobernante Abu Hamo Musa III huyera de sus posesiones. Los españoles en Argel buscaron refugio en la isla del Peñón cerca de la costa de Marruecos. Solicitaron al emperador Carlos I que interviniera, pero la flota española fracasó en su intento de expulsar a los hermanos de Argel.
Después de consolidar su poder y declararse sultán de Argel, Aruj buscó ampliar sus territorios y tomó Miliana, Tenés y Medea. Se hizo conocido por agregar velas a sus cañones para facilitar su transporte a través de los desiertos del norte de África. Para Aruj la mejor protección contra España era unirse al imperio otomano, su patria y rival de los españoles.
Para lograrlo, debía renunciar a su título de sultán de Argel ante los otomanos. Lo hizo en el año 1517 y ofreció Argel al sultán otomano. El sultán aceptó a Argel como una provincia otomana y designó a Aruj como gobernador, además de prometerle su asistencia por medio de jenízaros, galeras y cañones.
Los españoles ordenaron a Abu Zayan, a quien habían nombrado nuevo gobernante de Tremecén y Orán, que atacara a Aruj desde tierra, pero este último se enteró del plan y por sorpresa atacó Tremecén, apoderándose de la ciudad y ejecutando a su gobernante. El único superviviente de la dinastía de Abu Zayan fue Sheikh Buhammud, quien escapó a Orán y pidió la ayuda de España.
Carlos I llegó a Orán y fue recibido en el puerto por Sheikh Buhammud y el gobernador español de la ciudad, Diego de Córdoba, marqués de Comares, en mayo del año 1518, al mando de una fuerza de 10.000 soldados españoles.
Los españoles marcharon hacia Tremecén con el apoyo de miles de beduinos locales. Aruj y su hermano Ishaq los esperaban con 1.500 soldados turcos y 50.00 soldados moros. Defendieron Tremecén veinte días, pero al final fueron muertos en combate por las fuerzas de García de Tineo.
Hızır bin Yakup, ahora con el título de Baylar Bey otorgado por el sultán Selim I, y con la tenencia de jenízaros, galeras y cañones, heredó el lugar de su hermano Aruj, su nombre Barbarroja y su misión.
Al mando de un ejército turco enviado por el sultán otomano, Hizir Barbarroja reconquistó Tremecén, en diciembre del año 1518. Continuó con la política de transportar musulmanes mudéjares desde España al norte de África, logrando asegurar para sí un gran número de seguidores musulmanes agradecidos y leales, quienes tenían un inmenso odio hacia España.
Diecisiete galeras fueron enviadas por Barbarroja para atacar la zona cercana a la ciudad de Alicante en el año 1518, en una de las primeras escaramuzas del siglo XVI a la costa valenciana. Jayr al-Din es conocido por el color de su famosa barba.
La ciudad de Alicante nunca llegó a ser atacada directamente y sí su entorno, especialmente la zona de la huerta a través de desembarcos en la Playa de San Juan y de la Albufereta.
Hemos de saber que Barbarroja nunca llegó a pisar territorio peninsular, sino que enviaba a sus principales lugartenientes o protegidos, que protagonizaron numerosos ataques a lo largo de toda la costa mediterránea y las islas Baleares.
Las periódicas incursiones provocaban la psicosis en la población y empujaron a la construcción de diversos sistemas defensivos. Veamos cómo se relata este ataque a la zona alicantina:
"... establecido en Argel, envió al corsario Cachidiablo para que corriese la costa de España con 17 fustas o galeotas. Llegó a la costa de Valencia y robó a Chilches sin resistencia alguna, y luego a Badalona. Tomó también dos naves de trigo" que se dirigían a Alicante. A continuación y tras atacar Benissa, Altea y Villajoyosa, Cachidiablo "peleó junto a Alicante con el galeón de Machín de Rentería, más lo pudiendo coger, por tener viento fresco en popa, se volvió a Argel...".
Capturó Bona y en el año 1519 derrotó una flota hispano-italiana que intentaba recuperar Argel. El mismo año, atacó la Provenza, el puerto francés de Tolón y las islas de Hyéres en el sur de Francia. Atacó las islas Baleares, en el año 1521 y luego capturó varias naves españolas que regresaban de América a la ciudad de Cádiz.
Envió a un delegado suyo a participar en la conquista de la isla de Rodas organizada por el Imperio Otomano, en el año 1522, que tuvo como resultado la expulsión de los caballeros de San Juan, el uno de enero del año 1523.
A partir de esa fecha y hasta el año 1530, realizó numerosísimas incursiones en territorios europeos en el mar Mediterráneo, atacando Crotone, Mesina, la Toscana, Campania, Andalucía, las islas Baleares y la francesa Marsella.
El emperador Carlos I contrato a Andrea Doria con la finalidad de recuperar Jijel y Peñon. Sin embargo, solieron derrotadas las fuerzas españolas en el año 1531. El mismo año se enfrentó en la isla Favignana con una flota de la Orden de Malta, a la que venció. Posteriormente, navegó hacia oriente y desembarcó en las regiones de Calabria y la Apulia.
De vuelta a Argel, asaltó la ciudad de Trípoli, que había sido donada a los caballeros de San Juan por parte del emperador español Carlos I en el año 1530. Atacó de nuevo las costas de España, en octubre del año 1539.
Durante la expedición de Suleimán I contra el imperio austriaco en el año 1532, Andrea Doria conquistó Koroni, Patras y Lepanto en las costas de Morea, y aunque fueron nuevamente reconquistadas pro los españoles, Suleimán I se dio cuenta de la importancia de tener un poderoso almirante a su lado. Llamó entonces a Barbarroja a Estambul, y este llegó en agosto del mismo año.
Barbarroja fue nombrado almirante en jefe de la flota otomana en el año 1533 y simultaneó su estancia en Argel y Estambul. En el año 1538, su flota derrotó a la de Carlos V en la batalla de Préveza.
Barbarroja a partir de ese momento atacó Cerdeña, Bonifacio, Montecristo, la isla de Elba y Lampedusa. Posteriormente, capturó dieciocho galeras cerca de Mesina y supo por los prisioneros que había hecho, que Andrea Doria se dirigía a Préveza.
Barbarroja procedió a atacar las costas cercanas a Calabria y luego se dirigió a Prévez, donde la flota de Doria huyó tras una corta batalla cuando el corsario otomano capturó siete de las galeras españolas.
Barbarroja poseía una flota de 44 galeras y procedió a enviar 25 de ellas de vuelta a Argel y se dirigió con las 19 restantes a Estambul, donde llegó en el año 1533. Allí fue recibido por el sultán Suleimán I, quien lo nombró almirante de flota de la armada otomana y Jefe gobernador del norte de África. Se le dio el gobierno de las provincias de Rodas, Eubea y Quíos en el mar Egeo.
Barbarroja partió de Estambul con 80 galeras, en abril del año 1534, conquistó por segunda vez, Koroni, Patras y Lepanto, que estaban bajo dominio español. Cruzó el estrecho de Mesina en julio del año 1534 y atacó las costas de Calabria, capturando una gran cantidad de naves.
Posteriormente, destruyó el puerto de Cetrato y todas las naves allí ancladas. El mismo mes, apareció en Campania y saqueó las islas de Capri y Porcida, antes de bombardear los puertos del golfo de Nápoles.
Continuó atacando varios puertos italianos hasta llegar a Ostia cerca del río Tíber, causando que las iglesias en Roma tocaran sus campanas en señal de alarma. Luego zarpó al sur, apareciendo en Ponza y las islas de Sicilia y Cerdeña, antes de reconquistar Túnez en agosto del año 1534, causando la huida de su gobernante, el sultán Mulei Hassan.
Mulei Hassan pidió ayuda a Carlos I para recuperar su reino y como resultado una fuerza hispano-italiana de 300 galeras y 24.000 soldados ocuparon Túnez, así como Bona y Mahdia en el año 1535.
Reconociendo la inutilidad de la resistencia armada, Barbarroja abandonó Túnez, tiempo antes de que llegaran los invasores, navegando hacia el mar Tirreno, donde bombardeó puertos, desembarcó de nuevo en Capri y reconstruyó ahí un fuerte después de haberlo destruido durante el asedio a la isla.
Navegó entonces hacia Argel y desde allí hizo incursiones por los pueblos costeros de España, destruyendo los puertos de Mallorca y Menorca. Capturó varias galeras españolas y genovesas, liberando a sus remeros esclavos musulmanes. Logró repeler otro ataque español a Tremecén, en septiembre del año 1535.
Barbarroja fue llamado de vuelta a Estambul, en el año 1536, para tomar el mando del ataque naval otomano contra el reino de Nápoles de los Habsburgo. Desembarcó en Otranto, en julio del año 1537 y se apoderó de la ciudad, así como de la fortaleza de Castro y la ciudad de Ugento en la región de Apulia.
Barbarroja junto a Lütfi Pasha lideró una gran armada otomana, en agosto del año 1537, que conquistó las islas egeas y jónicas en poder de la república de Venecia.
El mismo año, Barbarroja arrebató Corfú a los venecianos y de nuevo atacó a la región de Calabria. Estas pérdidas provocaron que la República de Venecia pidiera al Papa Paulo III que organizara una “Liga Santa” en contra de los otomanos.
El papa Paulo III logró, en febrero del año 1538, formar la Liga Santa contra los otomanos que estaría formada por los Estados Pontificios, España, el Sacro Imperio Romano Germánico, la república de Venecia y la Orden de Malta.
Barbarroja venció a esta flota combinada al mando de Andrea Doria en la batalla de Préveza, en septiembre del año 1538. Esta victoria aseguró el dominio turco sobre el Mediterráneo por los próximos treinta y tres años, hasta la batalla de Lepanto en el año 1571.
Barbarroja capturó las islas de Scíathos, Esciro, Andros y Serifos y recuperó Castelnuovo, en el verano de 1539, ocupada por los venecianos tras la batalla de Préveza. También conquistó el cercano castillo de Risan y luego asaltó la fortaleza veneciana de Cattaro y la fortaleza española de Santa Veneranda cerca de la ciudad de Pésaro.
La batalla de Lepanto
Luego tomó los restantes puestos avanzados cristianos en los mares Jónico y Egeo. Venecia firmó finalmente un tratado de paz con el sultán Suleimán I en octubre del año 1540, reconociendo las conquistas territoriales turcas y pagando 300.000 ducados de oro.
Carlos I contactó a Barbarroja, en septiembre de 1540 y le ofreció nombrarlo su Almirante en jefe y hacerlo gobernador de los territorios españoles en el norte de África, pero su oferta fue rechazada.
Frustrado por no convencer a Barbarroja que cambiase de bando, en octubre del año 1541, Carlos I en persona asedió Argel, con la intención de terminar con la amenaza que representaba el corsario a los dominios españoles y la navegación de los cristianos en el Mediterráneo.
La temporada no era la más adecuada para tal campaña, y tanto Andrea Doria, comandante de la flota, como Hernán Cortes que ya era muy viejo, a quien Carlos I había solicitado que participara en la campaña, intentaron disuadirlo, pero fracasaron.
Al final, una violenta tormenta golpeó a la flota española. Andrea Doria dirigió a su flota mar adentro para evitar colisionar contra la costa, pero gran parte de ella naufragó. Luego de luchar en tierra sin mucho éxito, Carlos I decidió retirarse con sus tropas, disminuidas por el desastre.
Barbarroja se dirigió hacia Marsella, en el año 1543, para ayudar a Francia, entonces aliada con el Imperio otomano y enemiga acérrima del emperador Carlos I. Atravesó el Mediterráneo con una flota de 210 naves y un total de 30.000 soldados otomanos, atacando varios puertos italianos y españoles, antes de asediar Niza, tomándola, el cinco de agosto del año 1543, por solicitud del rey francés, Francisco I.
Barbarroja desembarcó en Antibes y en Ile Sainte Marguerite cerca de Cannes, luego saqueó la ciudad de San Remo yotros puertos de Liguria, Mónaco y La Turbie. Pasó el invierno con su flota y 30.000 soldados turcos en Tolón, pero enviaba ocasionalmente a sus tropas desde allí a bombardear las costas de España. Por último, Suleimán I y Carlos I firmaron una tregua en el año 1544.
No obstante, Barbarroja continuó, ese mismo año, haciendo incursiones en diversos puertos europeos en el Mediterráneo hasta que regresó a Estambul. Dejó Estambul para realizar sus últimas expediciones navales en el año 1545, durante las cuales bombardeó varios puertos de la península Ibérica y desembarcó en Mallorca y Menorca por última vez. Luego zarpó de vuelta a Estambul.
Barbarroja se retiró en Estambul en el año 1545, dejando a su hijo Hasas Pasha como su sucesor en Argel. Luego dictó sus memorias a Muradi Sinan Reis en cinco volúmenes manuscritos conocidos como “las Memorias de Jeireddín Pachá”, que en la actualidad se exhiben en el palacio de Topkapi y en la Biblioteca de la universidad de Estambul.
Jeireddín Barbarroja murió, en el año 1546, en su palacio en el barrio Buyukdere de Estambul, en las costas noroccidentales del Bósforo. Está enterrado en un alto mausoleo en el distrito de Besiktas, en el lado europeo de Estambul.
Este mausoleo fue construido, en el año 1541, por el famoso arquitecto Sinan en el lugar donde su flota solía reunirse. Un monumento en su honor se erigió, en el año 1944, junto a su mausoleo.
La marina otomana suele visitar el mausoleo y realizar ceremonias y ofrendas antes de las grandes expediciones. Hoy, de manera similar, la armada turca aún continúa con esta tradición.
Como legado, se puede asegurar que Barbarroja estableció la supremacía turca en el Mediterráneo, que duró hasta la batalla de Lepanto del año 1571.
Batalla de Préveza
