martes. 19.03.2024
Foto Iva Pekarkova. (1)
Iva Pekárková.

Es de Praga, pero también de Nueva York, Canadá, India, Malasia y Nigeria. En Estados Unidos fue taxista y en Tailandia enseñó inglés en un campo de refugiados. Solo una autora de sensibilidad universal nos podía brindar una novela global por naturaleza. Nuevatribuna la entrevista en exclusiva antes de su llegada a España.

Sobre su nueva obra, la autora dice que “Se puede usar Dame la pasta como GPS y conducir con seguridad cumpliendo con las normas de circulación sin tener que mirar las señales“.

Iva Pekárková ofrecerá dos presentaciones en Madrid. Una el 26 de septiembre en la Biblioteca Eugenio Trías como parte del Club de Lectura Europeo; al día siguiente conversará con los lectores en la Casa del Libro de Fuencarral; la acompañarán Stanislav Skoda, director del centro checo en Madrid y Mayda Bustamente, editora de Huso, el sello madrileño que publica su obra. Ambos encuentros serán a las 19:00 horas.

Fernando Ortega | ¿Qué es lo que cuenta Dame la pasta?

Iva Pekárková | Es la historia de Jindřiška (Gin), una taxista algo naíf, una persona demasiado honesta en todo menos en la cama, que en una profesión tan dura como esa sorprendentemente se siente como en casa. Gin llegó a Estados Unidos como una inmigrante ilegal, después legalizó su situación gracias a un matrimonio –en realidad no tan fingido– con Malijc Talib. Jindřiška mira con sorpresa y sin prejuicios todos los aspectos de Nueva York y siempre busca amor cuando llega a cualquier sitio. Su existencia aventurera diaria al final se convierte en una historia de gánsters.

¿Es una novela autobiográfica?

No, no soy Jindřiška, aunque, desde luego, me parezco a ella en su modo de ver la vida y, en parte, en su filosofía vital. Entre otras cosas, llegué a Estados Unidos de forma legal como exiliada política, por lo que no tuve que pasar por esos trances horribles para conseguir los papeles. Pero todo lo que vive Jindřiška, todos los personajes, todos los taxis, todas esas aventuras increíbles, todo eso es de la vida. Me preocupé mucho en que cada calle de Nueva York, cada rincón y cada solar lleno de malas hierbas en el barrio menos prestigioso fuera descrito de forma realista. Se puede usar Dame la pasta como GPS y conducir con seguridad cumpliendo con las normas de circulación sin tener que mirar las señales. En mi libro Gin nunca entra en sentido prohibido en una calle de sentido único si ella no quiere. Lo podéis comprobar con un mapa.

Se puede usar 'Dame la pasta' como GPS y conducir con seguridad cumpliendo con las normas de circulación sin tener que mirar las señales

Parece que la protagonista se encuentra siempre en situaciones poco ventajosas. ¿No es capaz de ver la luz del día si no es desde el margen de la sociedad?

Gin es una buenaza inocente que no haría daño a una mosca y tiene un claro concepto de lo que es el juego limpio. Es natural que en un entorno tan tosco como el de algunos barrios, a veces le den para el pelo. Tiene una fuerte personalidad y eso, más que otra cosa, la fortalece. Que al final se convierta en una criminal en varios frentes no es su culpa. Y es cierto que vive un poco al margen de la sociedad. No porque se drogue o tenga algún desequilibrio mental. Sencillamente no tiene mucho dinero y en esas zonas (bastante amplias, en las que vive al menos un tercio de la población de Nueva York) se siente bien. Si es capaz de ver la luz del día solo desde el margen de la sociedad no lo sé: mucha gente desde ahí no la ve. La cosa es que la gente y las historias que te encuentras allí me parecen mucho más interesantes que las que se dan en el otro confín del espectro económico.

dame la pasta sola.

Su novela asalta al lector de varias maneras. Me recuerda a la frase de Franz Kafka "un libro debería ser como un hachazo en la cabeza del lector". ¿Comparte esta idea?

¡No, en absoluto! Franz Kafka puede que se pudiera permitir eso aún en su época, por aquel entonces la mayor parte de la gente formada leía libros. Hoy día el lector es una especie en peligro de extinción al que hay que salvar. Pero es verdad que los personajes, las historias y los rincones que se encuentran en el libro pueden horrorizar a los espíritus más sensibles. A mí entonces no me lo pareció, pero Nueva York era realmente bastante peligrosa.

Los personajes, las historias y los rincones que se encuentran en el libro pueden horrorizar a los espíritus más sensibles

Dame la pasta es una novela de temática universal. Su concepto de la literatura es que debería estar por encima de los géneros?

Sí, creo que he logrado meter varios temas universales en la novela. Pero si se trata de cómo debería ser la literatura, yo no le doy recetas a nadie ni le digo qué formulas se deben o no se deben usar. Yo solo escribo mis libros como los quiero escribir para que me gusten a mí, y puede que a los lectores, con el mayor rigor y la mayor veradicidad. Y habitualmente sin todos esos trucos de los escritores, aunque, como es natural, conozca bien esos trucos de escritor.

¿Escribe para curarse las heridas?

Más bien para entender el mundo. Cuando uno intenta captar una historia y describirla de una forma que le convenga, tiene que pensarlo muy bien todo y llegar a comprender muchas cosas. Esto es algo que por supuesto funciona también como terapia, aunque no sea superficial.

“Hoy día el lector es una especie en peligro de extinción al que hay que salvar“