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Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Iria G. Parente y Selene M. Pascual: "En nuestras novelas siempre hay más realismo del que parece"

Por Nocturna Ediciones
jueves 29 de marzo de 2018, 01:00h

"Antihéroes", de Iria G. Pariente y Selene M. Pascual, es una historia actual, urbana y de corte fantástico protagonizada por cinco adolescentes españoles con poderes mágicos.

Iria G. Parente (1993) y Selene M. Pascual (1989) son dos jóvenes autoras de Madrid y Vigo respectivamente. Entre sus libros destacan "Sueños de piedra" (Nocturna, 2015), Alianzas (La Galera, 2016), "Títeres de la magia" (Nocturna, 2016), Rojo y oro (Alfaguara, 2017), Encuentros (La Galera, 2017) y Ladrones de libertad (Nocturna, 2017). "Antihéroes" (Nocturna, 2018), su más reciente publicación, es una novela independiente ambientada en el Madrid actual con elementos mágicos.

"Antihéroes" es una novela ambientada en el Madrid de 2018, protagonizada por cinco adolescentes, pero, claro, siendo de Iria y Selene no podía ser realista ni tampoco convencional…
La verdad es que en nuestras novelas siempre hay más realismo del que parece. Lo que sucede es que tratamos la realidad, el mundo que vemos y cómo lo percibimos, en clave de fantasía. Esta novela es igual, aunque puede que esta vez el retrato de nuestra sociedad sea aún más claro, porque sólo una parte del escenario es inventado. España no es como Marabilia, el mundo de nuestras novelas Sueños de piedra, Títeres de la magia y Ladrones de libertad: España existe y su situación política, económica y social son realidades, y en este caso el ambientar la historia en Madrid nos permite hablar claramente de ello.

Cada uno de estos cinco personajes (Mei, Alicia, Cristian, Esther y Yeray) es dueño de un poder mágico. ¿En qué consisten estos superpoderes?
Todos son diferentes. Mei tiene el poder de la telequinesis (mueve objetos con la mente); Alicia es telépata (puede saber qué piensan los demás); Cristian, médium; Esther puede controlar el tiempo y Yeray puede teletransportarse. Sus capacidades están bastante relacionadas con su personalidad.

Al ser menores de edad y estar considerados como un peligro público para la sociedad, los tienen recluidos en CIRCE (Centro de Investigación y Reacondicionamiento de Capacidades Especiales). Esta especie de internado está ubicado en la estación fantasma de Chamberí. ¿Por qué elegisteis este peculiar escenario?
Necesitábamos un emplazamiento que pudiera ser secreto y nos pusimos a buscar listados de lugares abandonados de Madrid. De todos ellos, la estación fantasma de Chamberí fue la que nos pareció más atractiva y allí nos quedamos.
O también puede que, en realidad, alguien nos chivase que ahí ha estado CIRCE todo el tiempo, quién sabe…

La literatura de género en España es buena, es muy buena, pero siempre tenemos la idea de que lo realmente bueno viene de fuera

A pesar de la magia y el misterio que envuelven CIRCE, digamos que la educación que ofrecen es a priori bastante convencional, casi como si fuera un instituto de los años 70: clases de sintaxis, prensa en papel, ausencia de wifi, etc. Ese contraste funciona muy bien.
Bueno, esa es sólo una parte de las actividades que hacen en CIRCE, claro. Tener poderes no evita que sean adolescentes en edades formativas. ¡Uno no descubre que tiene la capacidad de hacer ciertas cosas y deja de estudiar! En fin, quizás alguno querría, pero CIRCE no les deja. Así que por un lado están las clases más mundanas y, por otro, las prácticas con sus poderes. Aun así, el centro de Chamberí de CIRCE funciona como correccional: quienes están ingresados ahí es porque algo han hecho que no está bien o que no es lo que CIRCE pretende de ellos. Es un encierro, al fin y al cabo, así que sus actividades tienen que estar limitadas, de ahí la ausencia de wifi. De esa manera, tampoco pueden comunicarse con el exterior.

Al principio de la novela hay una reflexión muy interesante sobre la dificultad de hacer género fantástico en España. Como si sólo pudiéramos creernos estas historias si transcurren en un castillo alzado en mitad de la campiña inglesa o en los suburbios de una ciudad norteamericana.
Creemos que esto se debe sobre todo a una costumbre y una tradición realista. La literatura de género en España es buena, es muy buena, pero siempre tenemos la idea de que lo realmente bueno viene de fuera. De igual modo, parece que en nuestros ambientes no puedan pasar cosas extraordinarias, y nosotras no creemos que sea así en absoluto.

En CIRCE hay dos clases de alumnos: los que se someten a las normas y los que intentan transgredirlas. También están los adultos, claro, que son los que las dictan. Las profundidades de la estación de Chamberí sirven como una metáfora del mundo de la superficie, como un espejo de nuestra sociedad.
Desde luego. Como decíamos al principio, aunque hablemos en clave de fantasía no dejamos en ningún momento de hablar de la realidad.

Algunos de estos antihéroes usan sus poderes para delinquir y otros para lograr propósitos más nobles, aunque la barrera del bien y del mal muchas veces no termina de estar delimitada. La novela reflexiona también sobre cómo un don puede elevarnos, hacer que logremos algo hermoso, pero también destruirnos.
Es un poco más complejo. Sí, los recluidos han cometido algún delito, pero ¿qué les ha llevado a hacerlo? ¿Por qué? ¿Es justificable? ¿Lo que hace CIRCE está bien, apartándolos del mundo, usando sus capacidades para sus fines, que se supone que son los nobles? Nos interesa mucho movernos en la gama de grises, explorarla. Sabes que los protagonistas no son personas perfectas que han hecho todo bien, te lo dice el título. Sabes que no quieren ser héroes. ¿Acaso eso los hace completamente malos? Por otro lado, al final las personas con poderes son personas marcadas como diferentes, silenciadas por ello y susceptibles de ser manipuladas por CIRCE porque están solas, porque no hallan semejantes o se sienten incomprendidas. Son personas apartadas del sistema, y puede que la magia no sea real (o puede que sí), pero que hay personas día a día excluidas de la sociedad por condiciones personales que no han elegido (raza, género, sexualidad, etc.), eso sí es tremendamente real.

Si Iria y Selene tuvieran que elegir un superpoder, ¿cuál sería?
Iria tendría el poder de teletransportarse o cambiar de aspecto; Selene también querría teletransportarse o, en su caso, hacerse invisible.

¿Volveréis a Marabilia, el territorio donde transcurren Sueños de piedra, Títeres de la magia y Ladrones de libertad?
Sí, ahora mismo estamos escribiendo la cuarta novela de ese universo. Ya hemos confirmado que una de las protagonistas será Ivy de Dione, personaje mencionado en algunas de las historias anteriores.

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