jueves. 28.03.2024
HISTORIA Y MEMORIA DE LA EDUCACIÓN

Una investigación recupera la figura de la primera mujer catedrática de instituto de Valladolid

Un artículo de Jorge Fernàndez saca a la luz la historia de Rosario Fuentes Pérez, figura clave para entender el acceso de las mujeres al sistema educativo en Valladolid y en España.
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Rosario Fuentes en una comida con compañeros del instituto en 1959 (a su derecha, Eugenio Ramos y Mª Isabel Antón, profesores de Dibujo e Inglés, respectivamente). Archivo familiar.

La investigación de Jorge Fernández repasa el contexto educativo para las mujeres, su trayectoria como catedrática de francés, su contribución a la traducción y la investigación, así como el proceso de depuración franquista al que se vio sometida.


El acceso de las mujeres a la enseñanza superior en España no se consiguió en igualdad de condiciones a nivel legal hasta 1910 y su incorporación fue lenta y progresiva. Hasta entonces, o bien ni se concebía que las mujeres pudieran estar en este nivel educativo y había un vació legal o había una prohibición o limitación expresa. Algunas pioneras como Mª Elena Maseras en 1872 aprovecharon este vacío legal para matricularse en la universidad, enfrentándose al rechazo social y de sus compañeros. De hecho, algunas de estas pioneras tuvieron que soportar agresiones y vejaciones.

rosario fuentes 2Para ver mujeres ocupando cátedras de instituto hubo que esperar un poco más, hasta 1923, cuando Mª Luisa García-Dorado ocupó su cátedra de Latín en Castellón y se convirtió así en la primera mujer catedrática de instituto de España. Entre todas estas mujeres pioneras, una investigación reciente ha aflorado un nombre relevante para la educación vallisoletana, el de Rosario Fuentes Pérez. (Retrato en 1930. Archivo familiar).

El número 14 de la revista Historia y Memoria de la Educación, órgano de la Sociedad Española de Historia de la Educación (SEDHE) y editada por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), contiene un artículo de acceso abierto escrito por el maestro valenciano Jorge Fernàndez que se titula «Mujeres pioneras: la catedrática de instituto Rosario Fuentes Pérez».

La madrileña Rosario Fuentes quedó la primera en unas oposiciones para las cátedras de francés de 1928 que supusieron un hito del momento por tener un gran nombre de mujeres aprobadas y en los primeros puestos, zanjando, por si quedaba alguna duda, que las mujeres podían ocupar estos puestos en igual condiciones que los hombres. No es extraño, pues, que se escribieran cosas como «feminismo triunfante» o «generación de muchachas cultísimas y laboriosas». Tras esto, Rosario ocupó su plaza en Vigo, pero pidió una excedencia y se reincorporó en diciembre de 1929 al Instituto Zorrilla de Valladolid. De esta manera, se convirtió en la primera mujer catedrática de instituto de la provincia, por lo que ha sido una figura relevante de este instituto histórico, llegando a ilustrar el cartel de sus II Jornadas de Patrimonio Educativo en 2018.

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En Egipto durante el crucero universitario de 1933. Rosario en la parte central-izquierda de la foto, arriba del señor tumbado, sin sombrero y con raya al centro. Archivo familiar

Además de profesora de francés en este instituto, también se dedicó a la traducción de obras del francés y del alemán como La Escuela Única o El desarrollo espiritual del niño. También se vinculó a la Junta para la Ampliación de Estudios (JAE), precursora del actual Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cuando en los años treinta viajó al extranjero para acudir a encuentros internacionales sobre educación y lenguas vivas. También participó en el crucero universitario por el Mediterráneo de 1933, que llevó a la intelectualidad de la época por las principales capitales culturales.

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Rosario Fuentes (arriba, la tercera desde la izquierda) con sus alumnos de la Escuela de Peritos Industriales de Valladolid en un viaje de estudios a Alemania en 1957. Archivo familiar

rosario fuentes 5No obstante, esta brillante trayectoria se vio ensombrecida por un expediente de depuración franquista que acabó con una sanción que la inhabilitó para cargos directivos o de confianza durante doce años. Todo ello, sin haber encontrado si quiera alguna prueba que demostrara «ser desafecta al régimen» y basándose únicamente en «estar casada con un izquierdista», en referencia a su marido, el poeta canario y catedrático Fernando González. (En la imagen: Fernando González y Rosario Fuentes el día de su boda en El Pardo (1935). Archivo familiar).

rosario fuentes 6Rosario Fuentes continuó como docente en el Zorrilla, compaginándolo con docencia en la Escuela de Peritos Industriales y en las Escuelas de Magisterio, hasta 1961, año en que marchó a Madrid. Finalmente, falleció en 1970. Una mujer que antiguos alumnos del instituto recuerdan con cariño por su humanidad y que recuerdan sus métodos, canciones y el gramófono que usaba en clase. (En la imagen: Retrato de Rosario Fuentes en 1959. Archivo familiar).

En definitiva, Rosario Fuentes pertenece a una generación de mujeres pioneras en el acceso a la enseñanza superior y sus niveles académicos. Una generación que, mediante iniciativas e investigaciones como esta, hay que redescubrir y poner en valor para entender la historia de la educación en nuestras ciudades y pueblos.

Una investigación recupera la figura de la primera mujer catedrática de instituto de...