sábado. 20.04.2024
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Mijail Bakunin

El movimiento obrero en Suiza tuvo una inicial impronta bakuninista. En el año 1868, Mijail Bakunin fundó la Alianza Internacional de la Democracia Socialista y participó en el Congreso de Basilea de la Primera Internacional del año siguiente como delegado. Sus ataques hacia Marx son conocidos. Bakunin pensaba que la Internacional pretendía la creación de un socialismo burocrático, y acusó al Consejo General de ejercer una suerte de dominio sobre las secciones locales de la Internacional. Las ideas de Bakunin tuvieron una fuerte influencia, como es sabido, en Italia y en España, pero también en el Jura suizo.

Esta clara influencia anarquista en Suiza fue atenuándose a medida que se avanzaba en la década de los años setenta y fue adquiriendo más fuerza el socialismo. En el año 1873 se creó la Federación Suiza de Trabajadores. En una conferencia celebrada en el mes de octubre de 1888, en la ciudad de Berna, nació el Partido Socialdemócrata suizo. Su primer líder fue Alexander Reichel. Dos años después, es decir en 1890, Jakob Vogelsanger fue el primer socialista elegido para el Consejo Nacional de Suiza.

Al comenzar el nuevo siglo, los socialistas suizos adoptaron las ideas marxistas. Eso ocurrió en el Congreso de Aarau de 1904. El encargado de redactar el programa del partido fue Otto Lang, a la sazón juez cantonal de Zurich. Los socialistas no dejaron de crecer, y en 1911 consiguieron formar grupo parlamentario propio en el Consejo Nacional al contar con 18 miembros. Es importante destacar como en el año siguiente, en el Congreso de Neuchâtel, los socialistas suizos se comprometieron para luchar por el reconocimiento del derecho al voto de las mujeres. En 1913, el Partido defendió el principio de proporcionalidad en el Consejo Nacional, es decir, ahondar en una mayor democratización del sistema político, y que se consiguió al terminar la Gran Guerra después de la huelga general de 1918, generada por las consecuencias políticas y sociales del conflicto dentro del país. Otro éxito socialista fue la limitación de la semana laboral a 48 horas en el año 1920.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, los socialistas italianos junto con los suizos se movilizaron para intentar resucitar la Internacional y establecer una clara postura contra la Guerra después del fracaso del movimiento internacionalista para frenarla. Los socialistas contrarios a la Guerra se reunieron en la localidad suiza de Zimmerwald, muy cerca de Berna. Los participantes se dividieron entre los claramente pacifistas, que eran mayoritarios, y que pretendían que resucitara la Segunda Internacional con el fin de luchar por la paz y su mantenimiento, y la minoría más a la izquierda, con Lenin como principal figura, y que defendía la creación de una nueva organización de socialistas contrarios a la guerra y que se aprovechara la guerra para potenciar la lucha de clases y la revolución.

El inicio del socialismo en Suiza