viernes. 29.03.2024
Colegio de Abogados de Madrid | De Luis García, CC BY-SA 3.0 es

En los expedientes de depuración de los abogados del Colegio de Madrid, además de la declaración jurada que debían prestar ante la Comisión depuradora, se establecían otros procedimientos para que la misma pudiera tomar la decisión final de depurar al abogado “con toda clase de pronunciamientos favorables” o para ser sancionado.

Era evidente que los abogados que se quedaron en Madrid durante la guerra fueron estudiados con más detenimiento que aquellos que estuvieron desde el principio o muy pronto en la zona sublevada.

En primer lugar, los colegiados podían presentar al menos dos testigos, a los que se les tomaba declaración. En dichas declaraciones, aunque la casuística es grande, los testigos solían referirse al conocimiento que tenían del abogado, de su adhesión a la sublevación junto con datos sobre cargos, funciones, actividades o méritos desarrollados en favor de la misma, ya fuera en la zona republicana, ya en la sublevada, su filiación política pasada y presente, su vida y/o trayectoria profesional durante la guerra siendo importante destacar si se había refugiado en una embajada al estallar la guerra, y si había podido huir a la denominada “zona nacional”.

En segundo lugar, el colegiado podía presentar pruebas documentales de lo que había declarado, como nombramientos, carnets, informes de personalidades o instituciones, etc. que demostrasen su fidelidad a la sublevación y al nuevo régimen.

Por fin, los instructores solicitaban informes al Servicio de Información de Falange. Agentes del mismo se desplazaban a los domicilios de los colegiados para entrevistar a vecinos, porteros y porteras y jefes de casa para que suministrasen información, especialmente de la vida personal y profesional de los investigados, especialmente si se habían quedado en Madrid durante la guerra, además de otras informaciones que pudieran manejar.

Estas declaraciones e informes elaborados por Falange son, a nuestro juicio, lo más interesante de investigar en los expedientes de depuración porque aportan, lógicamente, datos que puedan interesar sobre los abogados, especialmente si tuvieron alguna relevancia del tipo y bando que fuera, pero, sobre todo, porque nos hablan de la forma de relacionarse las personas defensoras del golpe del 18 de julio en la capital de España.

En este sentido, y a título de ejemplo, diremos que se encuentran, con relativa frecuencia, en las declaraciones información sobre reuniones pequeñas en determinados momentos del día, más bien al terminar el mismo y de noche, con el fin de escuchar la radio afecta a los sublevados para poder conocer la marcha de la contienda desde dicha perspectiva y poder comentar los hechos acontecidos. La participación de los colegiados en esas “reuniones vecinales” en sus domicilios o en el de otros inquilinos parece que tuvo importancia a su favor.

Por otro lado, estos informes de Falange confirman que la labor de vigilancia de los jefes de casa, porteros y vecinos muy significados en favor de la “causa nacional” fue muy destacada, un instrumento eficaz de información y de control. Los testimonios de todas estas personas podían ser determinantes para obtener un pronunciamiento favorable en un expediente de depuración, especialmente si el colegiado no había sido o no era un personaje significado o destacado en la derecha y/o en la “causa nacional”.

Informes, declaraciones y pruebas documentales en la depuración de abogados