viernes. 19.04.2024

seguridad-social4La OIT define la Seguridad Social como “la protección que la sociedad proporciona a sus miembros, mediante una serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo, o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte; y también la protección en forma de asistencia y de ayuda a las familias con hijos.” En el presente artículo nos aproximaremos a la historia de la Seguridad Social, para en futuros trabajos acercarnos al caso español.


@Montagut5 | El liberalismo clásico reconocía y establecía la garantía de un conjunto de derechos individuales (libertad, igualdad ante la ley), aunque el más progresista o democrático consideraba, además, la necesidad del reconocimiento y garantía de los derechos colectivos (asociación). La constatación de que el sistema capitalista no garantizaba una existencia digna para todos los ciudadanos y ciudadanas, tanto por su dinámica interna como por los riesgos derivados del trabajo o de las contingencias naturales, además de generar profundas desigualdades sociales, junto con la presión del movimiento obrero, hicieron que a finales del siglo XIX comenzara a plantearse el debate sobre la necesidad de que el estado interviniera en materias socioeconómicas. En principio, los gobiernos pretendían desarmar a los ya potentes sindicatos socialistas o anarquistas, así como a los partidos socialistas. Esa fue la estrategia, por ejemplo, de Bismarck, seguida por otros gobiernos europeos. Después de la Primera Guerra Mundial, el mayor protagonismo político de la izquierda, la presión que ejercía la Revolución Rusa y las tendencias más socializantes de la Iglesia Católica desde la publicación de la encíclica Rerum Novarum, llevaron a un mayor intervencionismo del Estado en materia social, así como al reconocimiento de los derechos sociales en los textos constitucionales, siendo paradigmática la Constitución de Weimar, aunque habría que esperar hasta después de la Segunda Guerra Mundial para que este reconocimiento constitucional se universalizase. El fascismo de entreguerras, cuando se hizo con el poder en algunos países, estableció una peculiar atención social dentro de su programa que mezclaba aspectos puramente capitalistas con otros de marcado carácter populista. Así pues, desde fines del siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial estaríamos ante la primera etapa de la historia de la Seguridad Social, caracterizada por la creación, por parte de los Estados, de una serie de derechos sociales dedicados a afrontar los riesgos de carácter biológico, como serían los de la edad, enfermedad y muerte, así como los provocados por el ejercicio laboral, es decir, la invalidez, los accidentes laborales y el paro. Todos estas contingencias amenazarían al trabajador con la pérdida de su trabajo y, por lo tanto, de su salario. Los seguros sociales serían independientes, ya que, cada uno atendería un riesgo específico, con formas autónomas de administración de las prestaciones correspondientes

Después de la Segunda Guerra Mundial se asiste al nacimiento de una nueva etapa en la historia de la Seguridad Social. Esta fase sería la de la integración de todos los seguros sociales en un mismo marco legislativo y con una administración común, es decir, todos los riesgos se tratarían desde un planteamiento global, con lo que ya se hablaría claramente de Seguridad Social. Los laboristas británicos fueron paradigmáticos en este sentido.

Historia de la Seguridad Social