Rafa Llorca Signes (Factoria Rifi) nos acerca en este reportaje-entrevista al grupo de música Kitty, Daisy & Lewis que actuó el pasado mes de mayo en Madrid. Su próximo concierto será el 25 de julio en Iboga Summer Festival en Tavernes de la Valldigna (Valencia).
El grupo saltó a la fama en 2006 por el contraste entre su juventud y la madurez de su música que renovaba el estilo de los cincuenta y sesenta y en versión de cantantes negros
Rafa Llorca Signes | Este grupo de tres hermanos, residentes en Camdem Town, Londres, actuaba en Madrid en el Joy Eslava. El leonés Salva Díaz está casado con Gail y viven en Altea, como yo. Gail es familia directa del padre de los hermanos Durham. Me ofrecieron ir y aproveché para asistir a un previsible buen concierto y, de paso, entrevistarlos para Radio Altea donde conduzco un programa de música y literatura (Vora Mar).
El grupo saltó a la fama en 2006 por el contraste entre su juventud y la madurez de su música que renovaba el estilo de los cincuenta y sesenta y en versión de cantantes negros, sobre todo: mezcla de country, blues, soul, jazz, funky i rockabily. Su estética vintage también llamaba la atención y la prensa del momento los mimó. El padre, Graemme Durham, ingeniero de sonido, estaba muy introducido en el mundo musical y la madre, Ingrid Weis, tocaba en el grupo punk The Raincoats, por lo que crecieron entre audiciones de música e instrumentos que llegaron a dominar bien pronto. Hasta llegar a que Amy Winehouse contara con ellos y Mike Jones de The Class les produjera un disco y tocara muchas veces con ellos. Hasta editar cinco discos LP.
Llegamos unas horas antes de la actuación y después de la afectiva acogida y del emocionante encuentro familiar nos fuimos a tomar algo. El padre, muy simpático, no paraba de hacer bromas y reírse. Kitty, más seria, pero afable, relataba los incidentes de la gira, que ya acababa. Daisy, pendiente de su bebé de dos años, que nos miraba y sonreía. Lewis, encantado con su prima Amber, a la que acababa de conocer, le sugería todo un torrente de curiosidad. Yo reflexionaba sobre cómo eran los artistas en su cotidianidad, sencillos, tímidos, desgarbados, algo despeinados, con ropas nada elegantes, y cómo, al salir al escenario, se transformaban en auténticos gurús que recogían la energía del público y la devolvían, multiplicada, a través de su música, creando una comunión al servicio del sentimiento de vida y alegría, ejerciendo de dioses modernos.
Volvimos a la sala privada del Eslava e iniciamos la entrevista, donde Amber formulaba las preguntas con su excelente inglés que eran contestadas por los tres hermanos. Un poco más tarde asistimos al concierto, en que después de la pasable actuación de los teloneros Furies, presentaron su nuevo disco Superscope, con sus habituales cambios de instrumentos entre ellos, y una calidad de sonido y música equiparable a cualquiera de los artistas más famosos conocidos, sin adornos de humos (unos pocos) ni espectaculares cambios de iluminación. Parecía que habían acabado y se retiraron. El público aplaudió con fuerza y rabia: quería más. Así que volvieron y tocaron otro concierto. Esta vez, con temas más antiguos, donde improvisaban y alargaban los temas con solos, donde apareció el trompetista jamaicano Eddi Thornton “Tan Tan” (en la imagen, con Rifi), emitiendo notas de ska y contrastes de colores musicales. Kitty, en uno de sus turnos de armónica nos hacía vibrar con sus notas repetidas y el balanceo suave de sus caderas que utilizaba como un metrónomo. Daisy, hacía temblar sus muslos cada vez que le pegaba al bombo con fuerza inusitada, mientras Lewis le daba a la guitarra y cantaba como un negro cualquiera. Luego, cambio de instrumentos de cada componente y a seguir emocionándonos, aunque el padre, atrás en la penumbra tocaba siempre la guitarra rítmica y Dan, el marido de Daisy, empuñaba el bajo dándole consistencia y base a la música del grupo, sustituyendo a la madre de los tres, que pasa de conciertos.
Ya satisfecho el público, pasaron a despedirse y a firmar vinilos a la venta en la puerta.
Me gustaría destacar del concierto el público, que en su gran mayoría tenía de cuarenta para arriba y que somos los que estamos dando soporte, en este país, a los conciertos en directo. A los jóvenes nada más se les ve en Festivales, donde no solo es la música la motivación para asistir y en conciertos multitudinarios de plazas de toros, de entrada gratis, sea el grupo que sea. Que alguien tome nota del cambio y actúe en consecuencia. Nuestro recuerdo del concierto y de estos músicos, nos acompañará ya toda la vida como una experiencia transcendental.
Y ahora, la entrevista. De ella comentaré que acudí con la falsa idea de que era el clásico grupo que tropieza con una compañía musical multinacional y lo catapultan a la fama, a base de marketing y presencia en los medios. En realidad, son unos buenos artesanos que se lo hacen todo ellos: unos auténticos indis, independientes, lo que no quita para haber vendido más de 250.000 discos, en los tiempos que corren.
ENTREVISTA A KITTY, DAISY Y LEWIS
“Hay que gustarle a la gente por tu música y no por otras cosas”
Rifi y Amber Fraser | ¿Fue vuestro padre, siendo un ingeniero de sonido, sustancial para vuestro éxito?
Kitty | Supongo que de alguna manera, aunque la parte de la ingeniería no tuvo nada que ver con la parte musical; crecimos tocando música y hasta que no comenzamos a grabar discos no tuvo mucha importancia.
¿La discográfica es también vuestro mánager?
Lewis | Son dos cosas diferentes, nosotros no tenemos un mánager. Un mánager suele hacerse cargo de las cosas exteriores relacionadas con la banda. Teníamos un mánager antes, pero no funcionó, muchas veces ganan más que tú mismo.
Hemos escuchado que no os gusta mucho actuar y que preferís grabar. ¿Si no hicieseis giras, podrías vender vuestra música?
Kitty | Eso no es cierto, nos encanta actuar, esa es la parte divertida. Son dos cosas diferentes, cuando estás en un estudio puedes tocar por ahí y hacer cosas que no se pueden hacer en el escenario, nos gustan las dos cosas.
¿Internet os ha ayudado a vender vuestra música? ¿Como os ha afectado la piratería?
Daisy | La piratería no nos ha afectado mucho, pero si nos afectase tampoco nos importaría mucho, cuanta más gente llegue a nuestra música, mejor.
Kitty | Creo que hoy en día como la gente ya no compra tantos discos y todo se puede descargar en Itunes, Spotify… el aspecto de la piratería no tiene tanta importancia, no parece que estemos perdiendo ventas tampoco. Creo que el Internet es una buena manera de descubrir música y publicitar la tuya.
Lewis | Cuando comenzamos a grabar música, ni siquiera se tenía que descargar, ponerla en Internet era una forma de publicitar los conciertos, que es con lo que ganamos dinero. Supongo que la piratería no es buena, ya que estas perdiendo ventas, aunque eso es algo que no sabemos a ciencia cierta.
Daisy | También, especialmente en Londres, ya no ponen pósters, a no ser que seas muy famoso, así que tienes que respaldarte en el Internet.
¿Sois muy activos en las redes sociales o pensáis que son una pérdida de tiempo? Si lo sois, ¿se ocupa alguien de llevarlo?
Kitty | Tienes que estar activo ahora en las redes sociales, ya que es la manera principal de promocionarte. Nosotros tenemos Facebook y Instagram y esas cosas, lo llevamos nosotros.
Lewis | Tampoco somos muy fans de las redes sociales, no subimos cosas constantemente.
Daisy | Cuando estamos de gira solemos subir una publicación al día.
¿Es la música para vosotros un camino para llegar a otros objetivos en la vida?
Kitty | Obviamente como crecimos tocando música ha sido una forma de entretenimiento y todo lo de la banda surgió accidentalmente, pero ha salido muy bien y vivimos de ello, tenemos mucha suerte, ya veremos en el futuro.
¿Cuándo saltasteis a la fama en 2006, fue por el marketing y vuestra imagen o por vuestra música, aunque no tuvieseis vuestras propias composiciones aún?
Lewis | Cuando saltamos a la fama teníamos ya algunas composiciones, pero creo que le gustábamos a la gente porque éramos bastante diferentes y porque también éramos muy jóvenes y eso era algo que a los periodistas les interesaba. Es un poco complicado, ya que quieres gustarle a la gente por tu música y no por otras cosas, pero tienes que darte cuenta que eso es parte de los que estás haciendo.
Daisy | Aún funcionamos y parece que a la gente le seguimos gustando, eso es algo que nos muestra que no es todo porque éramos unos chavales.
¿Hay alguna discriminación por ser mujer en la industria de la música?
Kitty | Sí claro, siempre la hay. Comenzamos desde pequeños y en ese entonces no nos dábamos mucha cuenta como ahora. Fue en las entrevistas en las que empecé a darme cuenta, ya que la gente me preguntaba cómo era ser una chica en una banda. Nos lo preguntaban todo el tiempo y decíamos que era igual que si fuésemos chicos. Tenemos suerte, ya que la forma en la que trabajamos no nos expone directamente, también la gente con la que trabajamos: siempre estamos rodeados de familia.
Daisy | Creo que ahora se ha convertido en un gran asunto, no creo que haya tanto problema hoy en día. Creo que en ciertos ámbitos sí hay discriminación, nosotras tampoco somos pop-stars bailando en bragas en el escenario así que no tenemos las mismas experiencias que otras mujeres…
Lewis | También tiene que ver que hay muchos más hombres músicos que mujeres, hay algún problema por ahí, también en la ingeniería musical son todo hombres y no estoy seguro si es porque no se les da la posibilidad de dedicarse a ello desde un primer plano.
¿Alguna de vuestras canciones tienen contenido político?
Kitty | Sí, hay una canción en nuestro tercer disco que Lewis escribió sobre la globalización y la identificación cultural.
Daisy | Creo que todas las canciones que hemos escrito últimamente. Sienta mejor escribir sobre algo real.
Luego, continuó la fiesta en los salones privados del Joy Eslava, vinieron a visitarlos amigos de Madrid de la farándula musical; les invitamos a visitarnos por nuestra zona y dijeron que ya verían. La próxima actuación por España la harán en Iboga Summer Festival en Tavernes de la Valldigna el 25 de Julio. Nosotros nos retiramos a descansar, todavía en una nube de sensaciones y felicidad.
