sábado. 20.04.2024
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Joseph B MacGregorCon la ocasión de la reciente y muy cuidada edición conmemorativa 60 aniversario, limitada y numerada, publicada por Ediciones Minotauro (Editorial Planeta), de la excelente novela de Richard MathesonSoy Leyenda, excelente y apasionante historia que mezcla a partes iguales ciencia-ficción con terror, en Letras y Cine, consideramos imprescindible reivindicar tan estupendo libro y darlo a conocer a aquellos/as lectores/as que ignoraban su existencia; rescatarlo del olvido y a su vez realizar un breve comentario de las diferentes adaptaciones cinematográficas y televisivas, que han sido realizadas, con mejor o peor fortuna, del texto original de Matheson.

En primer lugar, esta edición conmemorativa aparece una novedad que no tenía las anteriores ediciones de la novela, publicada también por Ediciones Minotauro, y es que incluye el guión cinematográfico original y censurado, que jamás ha sido llevado al cine, firmado por Matheson. El autor escribió la adaptación de su novela a finales de los años 50 para la productora británica Hammer. Sin embargo, el departamento de producción les remitió una carta con una serie de correcciones, a modo de censura, que debían de eliminarse del guión para que la película pudiera realizarse. Estas omisiones vienen incluidas también en este libro y tienen que ver básicamente con el uso por parte de los personajes de expresiones como ¡Oh, Dios! ¡Maldición! u otro tipo de imprecaciones consideradas blasfemas por la junta censora; también a los censores les parecieron demasiado truculentas, agresivas o violentas demasiadas secuencias, consideradas importantes por guionista y productor, por lo que el film finalmente no llegó a realizarse. Posteriores versiones de la novela, no tuvieron en cuenta este guión original de Matheson sino que fueron otros guionistas los que realizaron la adaptación oportuna.

Con respecto a la novela, destacaría varios aspectos que la convierten en un texto sobresaliente e imprescindible para cualquier lector, aunque no sea fan del terror ni de la ciencia ficción:

El estilo cinematográfico del autor: nos encontramos con un texto ágil, adictivo y eficaz, sobre todo en las escenas de acción. Toda la novela está narrada en un ritmo excelente, basado en frases cortas, signos de puntuación y oraciones no rebuscadas pero si muy trabajadas.

El uso de las leyendas vampíricas. Pienso que la mayor originalidad en este sentido es cuando habla de la relación entre la cruz y los vampiros.

El tema de la soledad y la supervivencia: creo que en esto consigue momentos de gran emoción, que te llegan a lo más profundo o te ponen directamente la piel de gallina. A destacar, el momento en el cual el perro y el hombre se encuentran frente a frente; lo bien descrito que ésta y las sensaciones que consigue trasmitir ese momento de indefensión, tristeza y profunda soledad.

El personaje principal: Me ha trasmitido por un lado rechazo y por otro lo he comprendido perfectamente. En algunos momentos, cómo por ejemplo el episodio del perro me ha dado la impresión de estar leyendo una versión moderna de “Robinson Crusoe” pero con un “viernes” canino. El uso del narrador en primera persona nos permite saberlo todo sobre él: lo que hace, lo que piensa, sus temores, sus recuerdos… Es un ser atormentado que no sólo lucha por sobrevivir. Su obsesión es eliminar el mal de la faz de la tierra y es por eso que en algunos momentos se me hace antipático; sin embargo es un sujeto que es capaz de ser valiente y encontrar su redención, desenlace sublime en una novela que conmueve y emociona a partes iguales. Sólo aquellos momentos en los que nos describe los experimentos que realiza me parecieron un poco pesados, aunque entiendo su importancia dentro de la trama.

La intolerancia como mensaje final: Me quedo con uno de los últimos fragmentos que habla de donde está la normalidad y la anormalidad. Es lo que más me ha llegado al alma por el intenso calado que llega a alcanzar gradualmente un texto que principio parece ideado como un simple entretenimiento, pero que es incluso poético sin llegar a ser cursi y tremendamente profundo porque trata grandes temas que atañen a toda la humanidad. Pese a todo, aunque la novela está narrada con un evidente pesimismo hacia la especie humana, parece que al final el autor deja una puerta abierta a la esperanza.

Con respecto a las adaptaciones cinematográficas, oficialmente, existen tres versiones de Soy Leyenda: la primera de ella fue producida por American International Pictures, la productora de Roger Corman, titulada El último hombre sobre la Tierra, (The Last Man on Earth) dirigida en 1964 por Sidney Salkow y Ubaldo Ragona, tuvo una producción complicada, varias versiones del guión – Matheson aparece como uno de los guionistas acreditados, sin embargo no estuvo de acuerdo con las modificaciones realizadas por el resto de guionista y apareció finalmente con el seudónimo de Logan Swanson -, y fue protagonizada finalmente por el gran Vincent Price. Pasa por ser una versión bastante cercana de la novela original pero la personalidad de Price, más parecida a la de un científico loco y por lo tanto, abocado a la (maravillosa) excentricidad histriónica tan característica (que por otro lado adoro) de sus creaciones para la Casa Corman o la productora Amicus  no se ajustaba demasiado con el personaje –Robert Neville – creado por Matheson. Pese a todo, esta primera adaptación se ha convertido con el tiempo en una cult-movie para muchos cinéfilos aficionados al terror y a la ciencia-ficción y es considerada por estos como la más fiel adaptación del libro hasta la fecha, no así por el autor.

La segunda de las versiones – la más conocida de todas y considera con la versión clásica- fue El último hombre… vivo (The Omega Man, Boris Sagal, USA, 1971) protagonizada por Charlton Heston, quién desde finales de los años 60 hasta mediados de los 80, se encontraba en plena efervescencia como Action-Man. Tras el enorme éxito de El Planeta de los Simios, el actor protagoniza una serie de films en los que prima la acción y violencia a raudales, y en donde se convierte siempre en el héroe de la función (Alarma Vuelo 502 secuestrado, Aeropuerto 78, Pánico en el Estadio, Alerta Roja: Neptuno Hundido, Terremoto, La batalla de Midway, Los últimos hombres duros, Duelo en las profundidades, Cuando el destino nos alcance). Confieso que soy muy fan de esta serie de películas muy alejadas de la imagen de buen Judá Ben-Hur de antaño.

El último hombre… vivo intenta adaptar con más o menos fidelidad la novela original, pero en realidad es un poco más de lo mismo: un film de acción, bastante reaccionario ideológicamente hablando, que en algunos detalles ha quedado un poco antiguo o casposo. Pero, sin duda, se trata también, desde mi punto de vista, de una película narrada con ritmo, muy ágil, entretenida, divertida, y en algunos momentos hasta entrañable. Más que un superviviente de un Holocausto Nuclear, el personaje de Heston se nos muestra como una suerte de ángel vengador, dispuesto a defenderse y eliminar a aquellos que pretenden acabar con su vida, – como si en vez de enfrentarse con simios lo hiciera con vampiros mutantes-, tergiversando así de un plumazo el sentido final de la novela que era muy diferente y mucho menos superficial.

La última versión, la más reciente además, Soy Leyenda (I Am Legend, Francis Lawrence, USA, 2007)protagonizada por Will Smith, adolece quizá de los mismos errores que las anteriores, el excesivo peso de la personalidad del actor protagonista que realiza un producto a su servicio. Aunque se ajusta más o menos a la trama central de la novela, se hacen demasiadas concesiones a Smith, que también intentaba con esta película y la anterior Yo Robot (I, Robot, Alex Proyas, USA, 2004) basada en el libro de Asimov, reafirmar su carrera como héroe de acción, aunque, curiosamente ésta sea la versión que más le gusta a Matheson.

Existen sin embargo algunos versiones no oficiales, o que no adaptan el texto de Matheson, pero que sí se lo plagian descaradamente al menos en parte como “El mundo, la carne y el diablo” en la que Harry Belafonte es el único superviviente de la Tierra en apariencia, aunque finalmente encuentra a un hombre y una mujer con la que se iniciará una suerte de pugna por conseguir a la chica; pese a lo pueril de la trama la primera parte del film está muy conseguida y se acerca al espíritu inicial de Soy Leyenda, aunque ésta no aparezca como fuente inspiradora del guión.

Para la televisión también se han realizado algunas variaciones de la historia. Por ejemplo, durante los años 60 y para The Twilight Zone y firmadas por el guionista y presentador de la serie Rod Serling nos encontramos con algunos versiones no oficiales de Soy Leyenda, como el primer episodio de la primera temporada “Where is Everybody?, en la que un sujeto que ha perdido la memoria aparece en un pequeño pueblo en el que no parece haber absolutamente nadie, o “Time enough at last”, o en la que un estrafalario sujeto (interpretado por el genial Burgess Meredith) se siente feliz por ser el único superviviente de la Tierra ya que le permitirá dedicarse a su mayor afición: leer; o “The Lonely” en la que un recluso que cumple condena en un solitario asteroide intenta sobrevivir a duras penas hasta que recibe un androide-mujer que le hará la vida más placentera.

También en “Los Simpson” hicieron su particular versión del texto de Matheson, en el cuatro episodio de la novena temporada y dentro del especial de Halloween del año 1997 (La Casa-Arbol del Terror VIII), titulada El Hombre HΩmega, en el cuál Hommer será el último hombre vivo y se enfrentará a un grupo de vampiros-mutantes integrados por Ned Flanders, Moe o el Director Skinner entre otros.

¿Qué harías sí fueras la última y única persona viva en la Tierra?