viernes. 29.03.2024
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Antonio Pasquali (foto: web ALAIC) y Javier Darío Restrepo (foto: web Fundación Gabo)

Dos cronistas que por más de medio siglo nos mostraron los valores de la ética en la comunicación y la importancia de contar con el otro. Con la marcha de Antonio Pasquali y de Javier Darío Restrepo perdemos a dos de los mejores narradores de la realidad social. Dos de las personas que más le han aportado al campo de la comunicación, el primero como comunicólogo y el segundo como periodista.

Antonio Arnaldo Pasquali Greco (1929-2019) fue uno de los mayores teóricos de la comunicación social desde una perspectiva crítica latinoamericana que bebía de las fuentes de la Escuela de Frankfurt. Italiano de nacimiento y venezolano por convicción y nacionalidad, nos planteó releer un mundo transfigurado por las comunicaciones para repensar el hombre desde la perspectiva de la verdadera comunicación, la compartida. Creó en 1974 el Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco) de la Universidad Central de Venezuela, donde fue catedrático de filosofía moral y comunicación social. Reconocido con el doctorado honoris causa de dicha universidad y con la Orden Andrés Bello de la Universidad Católica de su país.

Dos grandes personas, dos grandes maestros. Ética, reconocimiento y compromiso. Hay que leerlos para mantener vivas sus enseñanzas

Comunicación y cultura de masas (1964) y Comprender la comunicación (1978) son dos de sus libros más valorados, leídos y citados en el campo latinoamericano de la comunicación. En el prefacio a su texto La comunicación mundo (2011) nos decía que ya no escribiría el desarrollo de todo lo que nos presentaba en esa obra: análisis como “sumarios, notas iniciales, cabos sueltos o borradores de libros”, pero que tenía el deseo de poder convencernos que “una lectura de la contemporaneidad (pero igualmente del pasado) en clave comunicacional, constituye uno de los más apasionantes, reveladores y útiles ejercicios intelectuales por las novísimas luces que arroja sobre el progreso del saber, el convivir del hombre, sus relaciones con los poderes y la salva guarda de las libertades democráticas”.

Para el filósofo y comunicólogo “educar es el capítulo más noble del comunicar y porque de la calidad, honestidad y buena praxis de ambas (comunicación y educación) depende, en gran parte, el futuro de la democracia, del progreso y de la humana convivencia”.

Javier Darío Restrepo (1932-2019) fue un periodista con mayúsculas a lo largo de las seis décadas que ejerció el oficio. Catedrático en la Universidad de los Andes y columnista en cuatro grandes medios, El Espectador, El Tiempo, El Colombiano y El Heraldo. Fue maestro en la Fundación Gabo (antes Fundación García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, FNPI) durante más de veinte años y director de su “Consultorio ético” en todo lo que llevamos del siglo XXI. En su labor de defensa de la ética periodística siguió la línea de García Márquez cuando afirmaba que “la ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo, como el zumbido al moscardón”. De ahí que dos de sus más destacados libros sobre ética llevarán ese nombre El zumbido y el moscardón. En esos dos volúmenes se recogen doscientas cincuenta de las mil quinientas respuestas que dio a consultas hechas a lo largo de las casi dos décadas que estuvo al frente de esta tarea.

Restrepo decía que “En ética nadie es juez de nadie, salvo de uno mismo, porque solo uno sabe las motivaciones y circunstancias de sus acciones”. El maestro antioqueño de la información sentida y con sentido recibió, entre otros muchos reconocimientos, el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en dos ocasiones (1985 y 1986), el premio nacional del Círculo de Periodistas de Bogotá en 1993 y el de la excelencia periodística de la Fundación Gabo en 2014.

Sus veintidós libros publicados son una muestra de su profesionalidad en el ejercicio del oficio más bonito del mundo. Se despidió profesionalmente con la presentación de su último libro, La constelación ética, en el marco de la séptima y última edición del Festival Gabo en Medellín el pasado 4 de octubre.

Pasquali afirmaba “El hecho comunicante -hoy lo sabemos con cierta claridad- es la relación ontológica fundamental sin la cual ningún plexo social puede constituirse: sin saber del otro no hay sociabilidad”.

Y Restrepo aseveraba “La vida humana se dignifica cuando se vuelve hacia el otro; crece cuando sale de sí y se vive en función del otro; por el contrario se empequeñece cuando se vuelve sobre sí misma y se repliega en el yo”.

Dos grandes personas, dos grandes maestros. Ética, reconocimiento y compromiso. Hay que leerlos para mantener vivas sus enseñanzas.

Dos grandes y éticas personas