miércoles. 24.04.2024
nuevatribuna.es | 31.01.2011


La sorprendente derrota del Madrid ante Osasuna ha retirado de los focos las importantes victorias de los modestos. Millones a espuertas no es igual a buen juego. Ni juntar a los mejores jugadores del mundo garantiza formar un equipo. El Madrid está en la encrucijada. Ayer jugó con dos nueves cuando lo que necesita es otro organizador. Fichó a Mourinho como el entrenador anti-Barça después de sus éxitos del año pasado. Llegó a Barcelona y se llevó cinco cero. Estamos en la jornada 21 y ya está a siete puntos del primero, unos números peores que los de Pellegrini que aguantó hasta el final. Según se ve, cometió un error de bulto. Al Barça sólo se le gana con el autobús y la lucha a destajo del Rubin Kazan; el cerrojazo a lo Inter; o por accidente como el Hércules. Afortunadamente para el fútbol la afición madridista no permite eso. Además de resultados exige buen fútbol y un esquema de juego. Y ahí es donde Mourinho hace aguas. Lleva razón Xavi cuando decía que no había inventado nada. Las voces críticas veníamos avisando de que el fútbol vendaval tenía los pies de barro al basarse en un equipo tipo sin apenas recambios; en la fuerza física de los pectorales de los ronaldos y en el acierto individual que alguna vez se podía agotar.

Forzado por la estela del Barça, Mourinho basó su esquema en esas virtudes que podían venirse abajo por el lógico desgaste físico de los jugadores (no somos máquinas dice con razón Sergio Ramos) o porque el de enfrente aplicara el mismo sistema consiguiendo un vendaval más fuerte, o por ambas cosas a la vez como ocurrió ayer en Pamplona donde los jugadores de Osasuna trabajaron más a destajo que los madridistas. ¿Significa todo esto que la liga esté acabada? Por el bien del fútbol esperemos que no. Hay distancia, pero no es insalvable y quedan muchas jornadas donde pueden pasar muchas cosas. Como vivimos en un mundo de humanos y no de dioses si el Madrid ha caído del Olimpo, lo mismo le puede pasar al Barcelona, aunque hay que reconocer que es más difícil.

A diferencia del Madrid, Guardiola ha ido sustituyendo sus jugadores imprescindibles línea por línea para dosificarlos y evitar el agotamiento físico hasta conseguir igualar el récord de victorias de los titanes de DiStéfano. ¿Llevará razón Schuter con aquello de que al Barça no se le puede ganar en su campo? El sábado lo comprobaremos. El Atleti está hecho unos zorros por no dedicarle adjetivos peores. Ése es el temor de los aficionados del Nou Camp como demuestra la experiencia. Seguro que Guardiola, con su proverbial prudencia, mencionará algo de esto durante la semana. Tal como están ambos equipos lo probable será que los atléticos se lleven una manita o más. Pero estamos hablando del Atleti, así que los feligreses del fútbol encomendamos nuestro espíritu a los designios inescrutables del sin par equipo del Manzanares.

Los de abajo vuelven a reclamar protagonismo

Por arriba está dejando de ser noticia la buena temporada del Villarreal que fue capaz de ganar al Español en su feudo consolidando la tercera plaza, dejando a los periquitos en un cómodo quinto puesto. Lo que no es noticia es la merecida victoria de los leones ante sus homónimos del Calderón. En crónicas anteriores ya he destacado al Ahtletic que es algo más que Llorente. Por su parte los colchoneros han caído en una de esas crisis cíclicas donde a mitad de temporada abandonan la liga, el juego y a su padre pidiendo vacaciones para acabar coqueteando con los puestos de descenso. O mucho me equivoco o Forlán anda revolviendo el vestuario por no dejarle salir en el verano. La culpa de esta situación es más de la dirección que de los jugadores. ¡Que tiemble el Barça!

Mucho mérito tiene los esfuerzos del Sporting, Zaragoza y Osasuna por abandonar la cola del pelotón. Obsérvese que hay cuatro equipos con 22 puntos entre los puestos doce al quince. Una victoria más les podría distanciar definitivamente de los puestos de descenso. Situación donde están Levante, Almería y Málaga quien junto al Santander es otro paradigma de que los petrodólares no aseguran triunfos. En el fútbol de hoy primero debe ser la idea, luego el equipo, el bloque y después los fichajes.

No se puede terminar esta crónica sin reconocer, y destacar, el importante triunfo de la selección de balonmano que ha conseguido una meritoria medalla de bronce nada menos que en tierras vikingas. Enhorabuena. Lo dejo aquí. Señoras, señores, amen la vida, amen el fútbol.

Esto solo la arregla el Atleti