viernes. 29.03.2024


“Caudillo” es un documento auténtico de un valor incalculable. Las imágenes del dictador, el contrapunto musical con pasodobles y zarzuelas musicalizando los actos oficiales, los poemas de Neruda...convierten a esta película en un documento valiosísimo e imperecedero

Mientras que las víctimas del franquismo elevan su reclamo a la Justicia argentina, la sala 3 del Cine Paseo de la ciudad de Mar del Plata proyectaba ayer por la tarde uno de los documentos fílmicos más estremecedores de la Guerra Civil Española.

Presentada por la directora catalana Virginia García del Pino -responsable del apartado España Alterada-, “Caudillo” reconstruye, mediante imágenes de archivo, audios y fotografías, una de las etapas más sangrientas de la historia española. Tercera película de montaje que Patino debió ensamblar en 1974 desde la clandestinidad, el documental contrapone imágenes y testimonios de uno y otro bando, manteniendo de esta manera una postura objetiva que la mantiene alejada del panfleto simplista, el alegato o el sentido homenaje; aunque no faltó entre el público asistente quien creyera vislumbrar una parcialidad que no es sino el mero antojo de quienes aún consideran a la Memoria Histórica como patrimonio exclusivo de los vencedores.

Emotiva, desgarradora, terriblemente elocuente, “Caudillo” nos transporta durante 105 minutos de genial miscelánea, a esa España que desde 1936 y hasta 1939 se desangraba, caía abatida bajo el fuego de un enemigo nacido en su propio seno. Claro que esa parcialidad que la película intenta sostener se rompe ante la simple perspectiva del espectador menos insensible; responsabilidad que no pasa por la mirada del realizador sino por el estricto repaso de los hechos acaecidos desde que Francisco Franco se autoproclamara, “por la Gracia de Dios”, el Caudillo de España.

Doble mérito tiene este documento -que más de uno debería revisar de vez en cuando- si se tiene en cuenta que, aún sin que Patino dejase traslucir su postura ideológica, el gobierno franquista ya había prohibido la difusión de “Canciones para después de una guerra” (película que también podrá verse en este Festival de Mar del Plata y que antecede a “Caudillo”); de lo cual se desprende que es el propio gobierno franquista quien advierte, mediante la irrefutable crueldad de las imágenes, la clara evidencia de la barbarie perpetrada en nombre de Dios y de España. 

“Caudillo” es un documento auténtico de un valor incalculable. Las imágenes del dictador, el contrapunto musical con pasodobles y zarzuelas musicalizando los actos oficiales, los poemas de Neruda, los discursos enardecidos del Generalísimo o de La Pasionaria, las opuestas visiones de una misma España en boca de simples viandantes, convierten a esta película en un documento valiosísimo e imperecedero. No es un simpe análisis histórico, sino un espejo en donde España todavía puede, si quiere, mirarse a los ojos.   

La España de Franco en Mar del Plata