sábado. 20.04.2024
EXPOSICIONES | EN EL THYSSEN, HASTA EL 9 DE JUNIO

El Hiperrealismo: una mirada a la realidad contemporánea que llega de USA

En los años 70, en los Estados Unidos los nuevos pintores reaccionaron ante la eclosión contracultural que se produjo en la década anterior. El arte se ceñía de manera intensa a lo real. En el Thyssen se nos ofrece una muestra significativa de ese movimiento.

La experiencia visual del movimiento hiperrealista llega al Museo Thyssen de Madrid a través de las obras de sus grandes maestros, como Richard Estes, John Baeder, Robert Bechtle, Tom Blackwell, Chuck Close o Robert Cottingham. Se trata de un movimiento pictórico poco conocido en España que se afianzó y desarrolló en paralelo al nuevo realismo que, en literatura, especialmente en el ámbito del relato corto, tuvo como protagonistas a Raymond Carver, Tobias Wolff o Richard Ford, entre otros.

Desde el pasado 22 de marzo y hasta el 9 de junio podrá visitarse “Hiperrealismo. 1967-2012”, una retrospectiva compuesta por 50 piezas procedentes de diversos museos y colecciones privadas. La Kunsthalle de Tubinga (Alemania) ha sido la primera etapa de esta muestra, que tras permanecer en la capital española viajará al Birmingham Museum & Art Gallery, en Reino Unido.

En declaraciones realizadas a diversos medios, Guillermo Solana, conservador jefe del Museo Thyssen, ha afirmado que esta corriente pictórica nació en Nueva York en 1967 y en los años 70 experimentó su mayor apogeo. En aquel momento convivió con el arte conteptual, "volcado en los aspectos lingüísticos".

El hiperrealismo lleva la experiencia visual al extremo y trabaja a través de la fotografía.

El hiperrealismo, en cambio, "lleva la experiencia visual al extremo". "Trabaja a través de la fotografía y simula la nitidez de este medio, incluso cuando es abordada con medios muy artesanales", ha explicado. Además, añade: "Lo que vemos no es solo lo que es. Hay una dimensión metalingüística y reflexiva, así como una densidad más intelectual que la citada por las críticas".

VIDA COTIDIANA

La exposición, cuyo comisario es por Otto Letze, se divide en cuatro apartados: bodegones, “En la carretera”, “Ciudades y panoramas” y “La figura humana”.

El conjunto de sus cuadros viene a representar un caleidoscopio de la realidad norteamericana de las últimas décadas del siglo XX y de principios del siglo XXI: paisajes urbanos, escaparates, restaurantes de comida rápida, últimos modelos de coches, relucientes motocicletas, máquinas de pinball, juguetes de hojalata o botes de kétchup son algunos de los fragmentos de la vida cotidiana que aparecen en estas imágenes.

Los principales asuntos que ocupan el interés de los pintores hiperrealistas están tomados del mundo que les rodea, de su propio entorno personal, dando visibilidad a los objetos diarios a través de su pintura, como escenas banales y artículos de consumo convertidos en motivo artístico.

Los pioneros del Hiperrealismo reflexionan sobre todo ello y lo convierten en el tema de sus cuadros, pero lo hacen trabajando de forma más o menos aislada. A comienzos de los años 1960, en la Costa Oeste norteamericana, Robert Bechtle empieza a producir los primeros cuadros auténticamente fotorrealistas.

Casi al mismo tiempo, Richard Estes comienza en Nueva York a trabajar en sus característicos escaparates y paisajes urbanos, Chuck Close pinta sus famosos retratos y la única mujer de este grupo de pioneros, Audrey Flack, realiza sus primeros trabajos basados en fotografías.

El Hiperrealismo: una mirada a la realidad contemporánea que llega de USA