nuevatribuna.es
20 de octubre de 2009, 10:58
NUEVATRIBUNA.ES - 20.10.2009
Empezó hace un año con la incertidumbre con la que empiezan todos los festivales, sin saber si sería o no un éxito, si sobreviviría un año más. Sin embargo, tenía un padrino de lujo, uno de esos grandes nombres del género en nuestro país. Una garantía de calidad y de éxito, que es lo que naturalmente ocurre cuando los expertos se encargan de aquello de lo que más saben. Algo que, naturalmente, fue. Y este año vuelve con fuerza, con ganas de más, con hambre de comerse el mundo y de consolidarse como uno de los festivales literarios más interesantes del panorama nacional.
Esta semana se celebra la segunda edición de Getafe Negro, un encuentro dedicado a la novela policíaca comisariado, nada más y nada menos, que por Lorenzo Silva. El padre literario de una de las parejas de la Guardia Civil más famosas, Bevilacqua y Chamorro, se enfrentaba este año a un reto nada desdeñable. Confirmar con lo de 2008 no fue un espejismo y que la ambición, en estas cosas, es buena. Y a primera vista no cabe ninguna duda de que lo ha conseguido. No sólo se ha ampliado la duración, sino también los lugares a convertir en centro de una convocatoria única en la Comunidad de Madrid.
Mesas redondas, presentaciones, veladas poéticas, cine, talleres, exposiciones, yincanas... Un programa que lo abarca todo y para todos los públicos. Y en el menú, grandes nombres. Algunos ya consolidados como maestros del género, como es el caso del propio Silva, y otros en el camino de hacerse un hueco en el panorama literario. Están José Carlos Somoza y Elia Barceló, Rafael Alcalde y David G. Panadero, David Torres y Juan Madrid, y más, muchos más nombres que dan fe de la expectación causada por el festival, y de la calidad a la que siempre ha aspirado.
Y como no podía ser de otra forma, también habrá un merecido homenaje. No a una sola persona, que también, sino a la tradición literaria de todo un país, Suecia, que se ha convertido en puntal de la novela negra gracias al tremendo éxito mundial de la trilogía “Millenium”. Estarán entre los participantes Maj Sjöwall, pionera y referente, Thomas Kanger y Mari Jungstedt, y los exitosos Ása Larsson y Jens Lapidus. Nombres propios más que conocidos para los amantes del género, y también para aquellos que empiezan a descubrirlo que darán las claves de los grandes éxitos de la narrativa criminal mundial. Y también estará el recuerdo al bombazo literario del año, Stieg Larsson. Anders Rönquist, embajador de Suecia en España, y amigos y traductores del creador de la saga negra más vendida, le rendirán un homenaje que seguro estará cargado de emoción. Eva Gabrielsson, por su parte, charlará con la periodista Elena Pita sobre el hombre y el autor, sobre su vida y su obra, sobre el hombre que supo denunciar lo que debía denunciarse a ritmo de novela negra.
Getafe Negro promete ser, de nuevo, un lugar de encuentro y aprendizaje, una apuesta única, “una propuesta cultural abierta, dinámica y pendiente de lo que está ocurriendo en el más rabioso presente”, como bien la define Lorenzo Silva. Y sin duda se va paso de convertirse en uno de esos hitos que marcaremos en nuestro calendario y que esperaremos con impaciencia año tras año.
Empezó hace un año con la incertidumbre con la que empiezan todos los festivales, sin saber si sería o no un éxito, si sobreviviría un año más. Sin embargo, tenía un padrino de lujo, uno de esos grandes nombres del género en nuestro país. Una garantía de calidad y de éxito, que es lo que naturalmente ocurre cuando los expertos se encargan de aquello de lo que más saben. Algo que, naturalmente, fue. Y este año vuelve con fuerza, con ganas de más, con hambre de comerse el mundo y de consolidarse como uno de los festivales literarios más interesantes del panorama nacional.
Esta semana se celebra la segunda edición de Getafe Negro, un encuentro dedicado a la novela policíaca comisariado, nada más y nada menos, que por Lorenzo Silva. El padre literario de una de las parejas de la Guardia Civil más famosas, Bevilacqua y Chamorro, se enfrentaba este año a un reto nada desdeñable. Confirmar con lo de 2008 no fue un espejismo y que la ambición, en estas cosas, es buena. Y a primera vista no cabe ninguna duda de que lo ha conseguido. No sólo se ha ampliado la duración, sino también los lugares a convertir en centro de una convocatoria única en la Comunidad de Madrid.
Mesas redondas, presentaciones, veladas poéticas, cine, talleres, exposiciones, yincanas... Un programa que lo abarca todo y para todos los públicos. Y en el menú, grandes nombres. Algunos ya consolidados como maestros del género, como es el caso del propio Silva, y otros en el camino de hacerse un hueco en el panorama literario. Están José Carlos Somoza y Elia Barceló, Rafael Alcalde y David G. Panadero, David Torres y Juan Madrid, y más, muchos más nombres que dan fe de la expectación causada por el festival, y de la calidad a la que siempre ha aspirado.
Y como no podía ser de otra forma, también habrá un merecido homenaje. No a una sola persona, que también, sino a la tradición literaria de todo un país, Suecia, que se ha convertido en puntal de la novela negra gracias al tremendo éxito mundial de la trilogía “Millenium”. Estarán entre los participantes Maj Sjöwall, pionera y referente, Thomas Kanger y Mari Jungstedt, y los exitosos Ása Larsson y Jens Lapidus. Nombres propios más que conocidos para los amantes del género, y también para aquellos que empiezan a descubrirlo que darán las claves de los grandes éxitos de la narrativa criminal mundial. Y también estará el recuerdo al bombazo literario del año, Stieg Larsson. Anders Rönquist, embajador de Suecia en España, y amigos y traductores del creador de la saga negra más vendida, le rendirán un homenaje que seguro estará cargado de emoción. Eva Gabrielsson, por su parte, charlará con la periodista Elena Pita sobre el hombre y el autor, sobre su vida y su obra, sobre el hombre que supo denunciar lo que debía denunciarse a ritmo de novela negra.
Getafe Negro promete ser, de nuevo, un lugar de encuentro y aprendizaje, una apuesta única, “una propuesta cultural abierta, dinámica y pendiente de lo que está ocurriendo en el más rabioso presente”, como bien la define Lorenzo Silva. Y sin duda se va paso de convertirse en uno de esos hitos que marcaremos en nuestro calendario y que esperaremos con impaciencia año tras año.
