nuevatribuna.es
27 de abril de 2010, 5:16
NUEVATRIBUNA.ES | ANTONIO SANTO
La semana pasada el fútbol, que siempre depara sorpresas, produjo un vuelco desagradable para los aficionados barcelonistas: contra todo pronóstico, tras los resultados favorables al equipo culé de la fase de equipos de la Champions League, el Inter de Mourinho venció 3 - 1 a un Barça que sólo se pareció a sí mismo en los últimos quince minutos del partido. Pero el equipo que dirige Pep Guardiola no ve este resultado como definitivo, y no ha tirado la toalla ni por asomo: durante la última semana no han cesado las manifestaciones creyendo en la remontada y calentando a la afición para que apoyen sin reservas al equipo en la vuelta, que se disputará en el Camp Nou. En declaraciones al diario As, el central Gerard Piqué ha pedido el apoyo incondicional de la afición para que "los jugadores del Inter odien la profesión [de futbolista] durante 90 minutos"; Laporta llamó a la esperanza recordando remontadas barcelonistas épocas como la conseguida contra el Dinamo de Kiev (temporada 93-94, con Guardiola en el campo; 4-1 en el Camp Nou para remontar el 3-1 a la ida), contra el Chelsea (temporada 99-00, 5-1 en la prórroga) y otras históricas como las de Anderlecht, Ipswich o Goteborg. Laporta también afirmó que, aunque evidentemente no estaría contento si perdieran, “no me rasgaría las vestiduras porque hemos mantenido el nivel”.
El partido (Camp Nou, miércoles 28 de abril, 20.45) se plantea por la entidad barcelonista como una auténtica final. El césped, para favorecer el juego rápido y los pases característicos de la escuadra blaugrana, estará húmedo y corto; se ha realizado una gran campaña para que ni un solo asiento se quede vacío, solicitando a los socios que no puedan asistir que liberen sus asientos. Desde el club se ha animado al público a asistir todos con la elástica culé, para que las gradas sean un inmenso mosaico de ánimo hacia sus jugadores.
Para la remontada, el Barça confía en recuperar al mejor Messi, que tras un mes alcanzando las cotas más altas ha pasado un par de semanas de cierto bajón con respecto a su habitual nivel. Además de eso, tras la plaga de lesiones que dejó la defensa barcelonista en cuadro durante algunas jornadas, casi todos los jugadores están a disposición de Guardiola excepto Puyol (que vio una absurda amarilla a la ida que le impedirá tratar de colaborar en la remontada), y Abidal que es duda aún por lesión y no se decidirá su presencia en la convocatoria hasta el último momento. La escuadra neoazzurra dispone, en principio de todos sus efectivos (incluyendo Maicon, que perdió varios dientes en un choque con Messi) excepto Sneijder, del que se ha dicho toda la semana que está lesionado; sin embargo, no debemos olvidar que Mourinho es muy aficionado a este tipo de maniobras de despiste, y no se puede descartar que finalmente el holandés salte al terreno de juego como titular.
La semana pasada el fútbol, que siempre depara sorpresas, produjo un vuelco desagradable para los aficionados barcelonistas: contra todo pronóstico, tras los resultados favorables al equipo culé de la fase de equipos de la Champions League, el Inter de Mourinho venció 3 - 1 a un Barça que sólo se pareció a sí mismo en los últimos quince minutos del partido. Pero el equipo que dirige Pep Guardiola no ve este resultado como definitivo, y no ha tirado la toalla ni por asomo: durante la última semana no han cesado las manifestaciones creyendo en la remontada y calentando a la afición para que apoyen sin reservas al equipo en la vuelta, que se disputará en el Camp Nou. En declaraciones al diario As, el central Gerard Piqué ha pedido el apoyo incondicional de la afición para que "los jugadores del Inter odien la profesión [de futbolista] durante 90 minutos"; Laporta llamó a la esperanza recordando remontadas barcelonistas épocas como la conseguida contra el Dinamo de Kiev (temporada 93-94, con Guardiola en el campo; 4-1 en el Camp Nou para remontar el 3-1 a la ida), contra el Chelsea (temporada 99-00, 5-1 en la prórroga) y otras históricas como las de Anderlecht, Ipswich o Goteborg. Laporta también afirmó que, aunque evidentemente no estaría contento si perdieran, “no me rasgaría las vestiduras porque hemos mantenido el nivel”.
El partido (Camp Nou, miércoles 28 de abril, 20.45) se plantea por la entidad barcelonista como una auténtica final. El césped, para favorecer el juego rápido y los pases característicos de la escuadra blaugrana, estará húmedo y corto; se ha realizado una gran campaña para que ni un solo asiento se quede vacío, solicitando a los socios que no puedan asistir que liberen sus asientos. Desde el club se ha animado al público a asistir todos con la elástica culé, para que las gradas sean un inmenso mosaico de ánimo hacia sus jugadores.
Para la remontada, el Barça confía en recuperar al mejor Messi, que tras un mes alcanzando las cotas más altas ha pasado un par de semanas de cierto bajón con respecto a su habitual nivel. Además de eso, tras la plaga de lesiones que dejó la defensa barcelonista en cuadro durante algunas jornadas, casi todos los jugadores están a disposición de Guardiola excepto Puyol (que vio una absurda amarilla a la ida que le impedirá tratar de colaborar en la remontada), y Abidal que es duda aún por lesión y no se decidirá su presencia en la convocatoria hasta el último momento. La escuadra neoazzurra dispone, en principio de todos sus efectivos (incluyendo Maicon, que perdió varios dientes en un choque con Messi) excepto Sneijder, del que se ha dicho toda la semana que está lesionado; sin embargo, no debemos olvidar que Mourinho es muy aficionado a este tipo de maniobras de despiste, y no se puede descartar que finalmente el holandés salte al terreno de juego como titular.
