viernes. 29.03.2024
Miroslav Tichý

Antes de terminar el siglo XIX, el ingenuo aparato se transformó en la cámara fotográfica y, más tarde, ascendió en una fuente de creación artística.

El fotógrafo australiano Korske Ara decidió en 2007 tomar esta fecha como el Día Mundial de la Fotografía. La celebración de una fecha que empezó como el típico capricho de un artista, ha terminado siendo asumida por toda la humanidad.

Con la revolución tecnológica, la fotografía se ha democratizado, de modo que, a través de los celulares, una especialidad que fue exclusiva, está hoy al alcance de las grandes mayorías. Sin embargo, hay quienes marcan una pauta en el tiempo. Aquí les dejamos los posibles diez mejores fotógrafos de la historia del arte.

Aleksandr Ródchenko

La obra de Aleksandr Ródchenko forma parte del arte nacido con la Revolución bolchevique. | Foto: Kuntsmuseum

Aleksandr Ródchenko. Nació en 1891, en el entonces Imperio Ruso. Tras la Revolución bolchevique, formó parte del suprematismo de Kazimir Malevitch, para más tarde unirse al constructivismo El Lisitski y Vladímir Tatlin, donde despuntaría con el fotomontaje. Al formar parte del Frente de Artistas de Izquierda (LEF), terminó siendo muy cercano a Vladimir Maiakovski.

Su obra, caracterizada por las líneas, las máquinas y fuertes expresiones del rostro humano, trasciende la fotografía, pasa por el diseño, el collage y llega a las instalaciones. Tras la muerte de Stalin en 1953 y el comienzo de la etapa de reformas dirigida por Nikita Jruschov, su obra fue rehabilitada.

Falleció en la Unión Soviética en 1956. Parte de sus más importantes piezas se encuentra hoy en el afamado Kuntsmuseum de Vaduz, Liechtenstein. 

El Lisitski

Lisitski fue un maestro del fotomontaje y la reapropiación del autorretrato. | Foto: Fototeca de Cuba

El Lisitski. Nació en el entonces Imperio Ruso, en 1890. Unido a la Revolución bolchevique, formó parte del importante círculo artístico conocido como la Escuela de Arte de Vítebsk, convirtiéndose en amigo personal de Marc Chagall.

Una vez conoce a Vladimir Tatlin, al igual que Ródchenko, abrazó el constructivismo, donde realiza una de sus más importantes obras, Golpea a los blancos con la cuña roja. Lisitski fue un maestro del fotomontaje y la reapropiación del autorretrato. Acosado por la censura, al final de sus años su obra degeneró hacia la más estricta propaganda estalinista. Murió de tuberculosis en la Unión Soviética en 1941.

Tina Modotti

La fotografía de Tina Modotti se caracterizó por un fuerte compromiso político.| Foto: Fototeca de Cuba

Tina Modotti. Nació en 1896 en Italia, pero siendo niña su familia emigra a Estados Unidos. De joven, Modotti conoce al fotógrafo Edward Weston, con quien viaja a México.

Inmersa en los estertores de la Revolución Mexicana,  estableció su residencia en dicho país, donde se radicaliza e ingresa al Partido Comunista. Acompañaba a su compañero Julio Antonio Mella cuando este fue asesinado.

Su fotografía se caracterizó por un fuerte compromiso político. Formó parte del Socorro Rojo Internacional y luchó en la Guerra Civil Española. Falleció dentro de un taxi en la ciudad de México, en 1942 bajo extrañas circunstancias vinculadas a la política del momento. En el mármol de su tumba se lee un poema que le dedicara Pablo Neruda cuando supo de su muerte.

Edward Weston

Su obra se caracterizó por llevar la abstracción a los temas naturales.| Foto: Centro Pompidou

Edward Weston. Nació en Estados Unidos en 1886. Su obra se caracterizó por llevar la abstracción a los temas naturales, los cuales, hasta ese momento, eran de reflejo de un academicismo conservador.

En sus retratos resalta la presencia de conchas y desiertos, vinculados a la vez con la sensualidad del cuerpo femenino. Influyó fuertemente en la fotógrafa Tina Modotti, de quien fuera su compañero, a la vez que ambos practicaban en fecha tan temprana, el amor libre. Weston encontró en México la realización de su obra, convirtiéndose en un cercano amigo de Frida Kahlo y Diego Rivera. Falleció en California en 1958.

Man Ray

Man Ray formó parte de la vanguardia surrealista. | Foto: Centro Pompidou

Man Ray, cuyo nombre original fue Emmanuel Radnitzky, nació en 1890 en Estados Unidos. Junto a los artistas surrealistas franceses Marcel Duchamp y Francis Picabia, fundó el grupo dadaísta de Nueva York en 1917.

Para 1921 se estableció en París formando parte de los grupos de la vanguardia del surrealismo. Llegó a prescindir de la cámara, haciendo su obra sobre papeles fotosensibles.

Producto de la ocupación de Francia por el ejército nazi y a la vez, por provenir de una familia judía, se vio obligado a regresar a los Estados Unidos en 1940. Sin embargo, volvió a París en 1951, donde falleciera en 1976. Su tumba se encuentra en el cementerio de Montparnasse.

Robert Cappa

Quizá la pieza más famosa de Cappa es Miliciano español herido por una bala.| Foto: Fototeca de Cuba

Robert Cappa. Seudónimo de los fotógrafos Endre Ernő (Hungría, 1913) y Gerda Taro, cuyo otro pseudónimo fue Gerta Pohorylle (Alemania 1910).

Aunque fueron fotorreporteros durante toda la Segunda Guerra Mundial, el conflicto árabe-israelí y los comienzos de la guerra en Vietnam, su obra más reconocida, y quizá de mayor creatividad cultural, fue la que realizaron en la Guerra Civil Española.

Quizá la pieza más famosa de Cappa es Miliciano español herido por una bala, donde capta el instante en que un combatiente muere en combate. Debido al trabajo en equipo que realizaban Ernö y Taro es casi imposible dilucidar la autoría de sus obras.

Henry Cartier-Bresson

Aún hoy, no pocos especialistas atribuyen parte de la obra de Cartier-Breson a fotógrafos cubanos del periodo revolucionario. | Foto: Fototeca de Cuba

Henry Cartier-Bresson. Nacido en Francia en 1908, es conocido como uno de los mayores exponentes del fotoperiodismo.

Su obra se caracterizó por realizar la mayor parte de sus trabajos en la Unión Soviética y la China de Mao, países los cuales, en su momento, eran una incógnita para el artista occidental. En 1963 llegó a Cuba realizando un intenso trabajo reporteril, produciendo imágenes que aún hoy, no pocos especialistas atribuyen a fotógrafos cubanos del periodo revolucionario. Falleció en su país natal en 2004.

Helmuth Newton

La estética de Helmut Newton se caracteriza por el empleo de la sombra sobre el cuerpo humano. | Foto: Fundación Helmut Newton

Helmuth Newton. Australiano nacido en Alemania en 1920, alcanzó la fama por convertir las fotografías de las revistas de moda, en verdaderas obras de arte.

Su estética se caracteriza por el empleo de la sombra sobre el cuerpo humano, a la vez que, mediante desnudos y semidesnudos realza la sensualidad y el erotismo. Aunque la mayor parte de su vida se radicó en los Estados Unidos trabajando para publicaciones como Harper’s Bazaar, Vogue o Elle, falleció en 2003 en Berlín.

En ese mismo año creó su propia fundación registrada en Zurich, Suiza, la cual recoge la mayor parte de la colección privada de este fotógrafo.

Alberto Korda

La fotografía del Che Guevara tomada por Korda está considerada entre las diez más famosas de la historia del arte. | Foto: Fototeca de Cuba

Alberto Korda, nombre artístico de Alberto Díaz Gutiérrez, nació en Cuba en 1928. Korda forma parte de una serie de fotógrafos cubanos que, al igual que Ródchenko y Lisitski, consagraron su obra en medio del proceso revolucionario triunfante.

Su fotografía más famosa es el emblemático Che Guevara con la estrella plateada sobre la boina negra. Según algunos especialistas, esta imagen forma parte de los diez mejores retratos fotográficos de todos los tiempos y  quizá, la más reproducida de la historia. Tomada en un acto político en 1960, originalmente el perfil de Jean-Paul Sartre aparecía  en la foto.

Esta no se vino a popularizar hasta 1967, cuando Fidel Castro despidió en duelo simbólico al Che Guevara y a la vez fuera la portada de la primera edición del Diario del Che en Bolivia. Korda se vio obligado a demandar, en varias ocasiones, a multinacionales capitalistas por el uso de dicha imagen como propaganda comercial. Alberto Díaz Gutiérrez falleció en Cuba en 2001.

Miroslav Tichý

La estética de Tichy se caracteriza por ser una mirada furtiva donde la modelo ignora que es observada.| Foto: Cuadernos Taschen

Nacido en 1926 en la antigua Checoslovaquia ha sido uno de los más atípicos fotógrafos de la historia del arte. Después de ser ingresado durante su juventud en varios hospitales siquiátricos, Tichy, durante años, deambuló por Praga como el típico enfermo mental el cual tiene habituales problemas con la policía.

Tras hacer con desechos su propia cámara fotográfica se dedicó a producir una obra la cual hoy es conocida a nivel mundial y expuesta en importantes museos como el Centro Pompidou de París o el Museo de Arte Moderno de Frankfurt.

La estética de este fotógrafo checo se caracteriza por ser una mirada furtiva donde la modelo ignora que es observada (voyeurismo). Falleció en la República Checa, en 2011.

Fuente: telesur

Los diez fotógrafos más famosos de la historia del arte