David Wojnarowicz, una exposición modélica
Se acabó el verano. Cabe la tentación de sumergirnos de golpe en los duros avatares de la vida política de nuestro país. Prefiero tomarme un respiro y dar una vuelta por algunas exposiciones. Y en primer lugar la dedicada al artista norteamericano David Wojnarowicz, que estará en el Museo Reina Sofia hasta el 30 de septiembre.
Una exposición modélica, de gran interés y que permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre
La exposición lleva por titulo “La historia me quita el sueño”, un muy acertado resumen de la vida y obra de Wojnarowicz. Hay que decir para empezar, que la exposición es impactante, dura, nada amable y podrá haber visitantes que esperando ver a un artista pop, tipo Andy Warhol, se encuentren con algo mucho más inquietante.
David tuvo una vida llena de episodios terribles. Su nacimiento en 1954 en una familia desestructurada, su abandono en centros de acogida desde muy pequeño, abusos, ejercicio de la prostitución masculina desde
La exposición recorre la evolución artística de Wojnarowicz, que inicialmente se centró en la literatura y la música y no fue hasta finales de la década de los años 70 cuando empezó con la fotografía (con una serie de fotos por toda New York hechas a sus amigos con caretas del poeta francés Arthur Rimbaud), y el cine en super 8 y ya en los años 80, estimulado por su amante Peter Hujar, se centró en la pintura, el collage, grafitis, incluso la escultura.
La obra de Wojnarowicz fue adquiriendo complejidad técnica y temática a lo largo de los años 80. Con un material muy diverso, incluido tapas de contenedores de basura, esculturas de escayola, murales, esténcil (plantillas para pintar con spray en paredes de edificios), carteles de conciertos de grupos marginados…
A raíz de la muerte de Peter Hujar y de adquirir el Sida, impactado por el número de amigos que van
Sus cuadros, sus escritos, sus declaraciones públicas, generan enormes controversias.Mientras su valoración artística se incrementa trascendiendo los ámbitos vanguardistas minoritarios, la derecha religiosa y política le ataca duramente y sufre diversas censuras.
Wojnarowicz no se arruga y su obra recibe un fuerte espaldarazo cuando el grupo U-2, en la cresta de la popularidad, utiliza uno de sus cuadros como portada de su single “One”.
David escribió también varios libros, destacando “Close to the Knives: a Memoir of Disintegration".
Por último, me gustaría subrayar la extensa y didáctica información que se ofrece en cada sala, en algunos casos con más de un panel informativo, así como los comentarios que se incluyen al lado de sus obras más relevantes y controvertidas (eso sí con una letra demasiado pequeña para el público mayor).
En definitiva, una exposición modélica, de gran interés y que permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre.