sábado. 20.04.2024

El método de crianza va variando desde lo tradicional hasta las nuevas alternativas, evolucionando junto al tipo de nuevas familias. Es aquí donde entra en juego la crianza platónica, también llamada crianza compartida.

La crianza platónica consta de dos figuras de referencia que se unen por un proyecto común, pero no por una relación amorosa. Es decir, la pareja no tiene vínculos afectivos entre sí que entendamos como amor, como puede ser en el caso de un matrimonio, de una pareja de hecho o de una pareja sentimental. Es decir, permite que una persona se embarque en la paternidad sin que haya más que complicidad o a lo sumo amistad con la otra parte.

Platón “Donde reina el amor sobran las leyes”

Los elementos de unión por ambas partes serán básicos en el proceso de crianza para superar obstáculos, establecer una educación para el niño e introducirlo en una sociedad que todavía no entiende bien esta modalidad de “familia”.

Esta forma de crianza que se asemeja a la que llevan adelante padres separados y divorciados, no está exenta de polémica. Se pone en duda que esta forma de crianza platónica sea válida si no existe una relación de amor entre los progenitores. En la sociedad actual, muchas personas consideran este aspecto como algo vital para un correcto desarrollo infantil.

En la actualidad incluso han aparecido webs y páginas en redes sociales que favorecen los trámites e incluso la búsqueda de personas afines con las que poner en marcha un proyecto común de crianza platónica.

Según la experta Rachel Hope, no existe fundamento alguno en que basarse para afirmar que una relación de amor entre padres sea necesaria para el correcto desarrollo de los niños. Así, en una muestra de parejas de bajos ingresos, los niños tienen los mejores resultados cuando ambos padres vieron su relación de crianza compartida como altamente positiva y peor cuando ambos padres vieron su relación como pobre.

En esta misma línea en un trabajo realizado en la Universidad de Ohio, publicado recientemente en la revista Child Development, los resultados obtenidos al estudiar la crianza platónica de los niños, divergieron cuando las parejas vieron su relación de crianza compartida como moderadamente buena, pero las madres y los padres tenían diferentes puntos de vista entre sí como copadres, refiere Sarah Schoppe-Sullivan, autora principal del estudio, profesora de psicología en la Universidad Estatal de Ohio y presidenta de la junta del Consejo de Familias Contemporáneas.

En este estudio se vió que el mejor resultado para la crianza de los niños fue cuando ambos padres vieron su relación de crianza compartida como positiva. Pero los niños estaban casi tan bien ajustados emocionalmente cuando la calidad de la relación era moderada y las madres eran menos positivas sobre la crianza compartida en relación con los padres. Sin embargo, los resultados de los niños sufrieron cuando fueron los padres los que fueron menos positivos sobre la crianza compartida.

En este trabajo se comenta que en estudios anteriores han demostrado, que las parejas con mejores relaciones de crianza compartida son más efectivos en la medida que la pareja y sus hijos están mejor adaptados, por ejemplo, tienen menos problemas de conducta, mejores resultados académicos y mejores relaciones sociales. No obstante la mayor parte de la investigación previa se ha realizado en familias blancas de clase media y se basó únicamente en las perspectivas de las madres sobre la relación de crianza compartida.

Los participantes en este nuevo estudio fueron 2.915 parejas de bajos ingresos en siete estados de EE. UU. que participaron en el “Programa de Apoyo a los Matrimonios Saludables”. Todas las parejas tenían un hijo menor de 5 años. Se preguntó a los participantes sobre su relación de crianza compartida con su pareja, en otras palabras, cómo se relacionaban entre sí como padres. Se consideró que los “copadres” con relaciones entre sí de alta calidad afectiva se brindan apoyo emocional entre sí y respaldan las decisiones de crianza del otro. Dieciocho meses después de que las parejas informaran sobre su relación de crianza compartida, se les pidió que informaran sobre la competencia social y el ajuste conductual de su hijo.

Los resultados mostraron que el 43% de la muestra fueron padres que vieron su relación de crianza compartida como altamente positiva. El 32% fueron padres que vieron su relación como moderadamente positiva, pero las madres fueron menos positivas sobre la crianza compartida de los padres.  El siguiente grupo más grande (16%) fueron aquellos que informaron una relación de crianza compartida de calidad moderada, pero los padres fueron menos positivos que las madres. El cuarto grupo (9%) consistió en parejas que reportaron relaciones de crianza compartida de baja calidad, con las madres especialmente críticas con los padres.

Las parejas de bajos ingresos a menudo enfrentan una variedad de desafíos que pueden hacer que la crianza de los hijos sea más difícil de lo que es para las parejas de clase media, por lo que es alentador que tres cuartas partes de ellos tuvieran relaciones de crianza compartida que condujeran a buenos resultados para sus hijos. El estudio mostró que los padres psicológicamente angustiados eran más propensos a estar en el grupo de "padres menos positivos" que en otros grupos. Los padres angustiados pueden provocar que las madres los alejen de los deberes de crianza, lo que puede llevar a los padres a desarrollar más problemas psicológicos y estar menos contentos con su papel de crianza compartida.

Eso podría conducir a más conflictos entre los padres, más desacuerdos sobre las decisiones de crianza, y un compromiso menos positivo entre los padres y sus hijos, . Cuando las madres son menos positivas que los padres. Todo eso puede desempeñar un papel en el ajuste más pobre de sus hijos, eso puede indicar que las madres sienten que los padres no están contribuyendo lo suficiente a la crianza de los hijos. Dado que es común que las madres se sientan de esa manera, puede que no conduzca a tanto conflicto entre los padres como cuando los padres son menos positivos, lo que puede ser la razón por la cual los niños están relativamente bien adaptados” refiera la autora.

En general, los resultados sugieren que los profesionales que trabajan con los padres quizá quieran prestar especial atención cuando los padres son menos positivos que las madres sobre su relación de crianza compartida, dijo.

Por último, compartir esta reflexión de Platón “Donde reina el amor sobran las leyes”.

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La crianza platónica o crianza compartida