Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx
Domingo de mucho calor y nuevamente el Festival Noches del Botánico se presentaba como ese particular oasis de temperatura y buena música indispensable en Madrid. En esta ocasión, de la mano de Nikki Lane y con Depedro como plato fuerte.
El rock fronterizo de Nikki Lane logró refrescar el ambiente transportando al público desde el jardín botánico hasta los sonidos más emblemáticos y country de Nashville. Vestida con un característico sombrero vaquero, la artista de Greenville sedujo al público mientras sonaban temas como "Highway Queen" o "700,000 rednecks". Sin duda, una telonera de lujo para una noche muy especial que aún estaba por empezar.
Ya con varios grados menos en el ambiente, saltaba al escenario Jairo Zavala, más conocido artísticamente como Depedro. El artista madrileño llegaba a Las Noches del Botánico para presentar su último disco, "Máquina de piedad", lanzado en 2021. Un trabajo que, aunque quizás ha quedado un tanto eclipsado por sus álbumes anteriores, nos ofrece canciones sumamente humanas y personales, con letras escritas en un momento especialmente creativo e iluminado.
Nikki Lane logró refrescar el ambiente transportando al público desde el jardín botánico hasta los sonidos más emblemáticos y country de Nashville
Depedro comenzó su actuación con uno de sus temas más conocidos, "Como el viento", una canción emblemática de su disco de 2018 que se hizo aún más popular con la versión que grabó junto a Santiago Auserón. Este tema directo, emotivo y lleno de ritmo (pide karaoke a gritos), se convirtió en un auténtico himno y estableció un nivel muy alto para las dos horas de espectáculo que nos esperaban. Durante ese tiempo, el artista madrileño repasó gran parte de su repertorio clásico, sin olvidar dar visibilidad a sus éxitos más recientes.
Continuando con el concierto, Depedro interpretó "Máquina de piedad", canción que da nombre a su último álbum y que, aunque aún no sea muy conocida, es una auténtica joya que transmite un mensaje de esperanza con una letra especialmente conmovedora. Sin embargo, como suele suceder, fue el público quien marcó la pauta y las ovaciones más entusiastas llegaron con clásicos como "Nubes de papel" (2010) y "Diciembre" (2010), canciones que ya están estrechamente vinculadas a su nombre y forman parte de su repertorio más clásico.
Depedro sabe conectar directamente con el público, sin prejuicios y sin miedo a dejarse llevar por el cariño y la energía que le transmiten sus seguidores
Dos cosas quedaron patentes en el concierto de Depedro en Las Noches del Botánico: en primer lugar, Jairo Zavala y su banda disfrutan creando música y conectando con el público. Este antiguo miembro de Calexico es un músico con un talento innato, que sabe dominar el escenario con su particular estilo musical que combina el rock, el blues e incluso la cumbia. En segundo lugar, Depedro cuenta con un repertorio que se ha convertido en una parte fundamental de la cultura pop-indie en cualquier festival que se precie.
Depedro es uno de esos artistas que sabe conectar directamente con el público, sin prejuicios y sin miedo a dejarse llevar por el cariño y la energía que le transmiten sus seguidores. Esto se hizo especialmente evidente cuando descendió del escenario para tocar y bailar la cumbia "El pescador" con el público. Sin embargo, esa conexión también se manifestó en temas más "formales", como su particular homenaje a Serrat con "Fiesta" o su interpretación imprescindible de "La llorona". Un tema con la suficiente fuerza para cerrar un concierto, pero que en este caso no fue así, ya que el cantante madrileño quiso terminar con un regreso a "Máquina de piedad" (2021) y su canción "Mañanita", que poco a poco se ha convertido en un clásico imprescindible de su repertorio.
