nuevatribuna.es
14 de mayo de 2010, 4:19
NUEVATRIBUNA.ES - 14.5.2010
1. Se han recibido en el seno de esta organización multitud de quejas de espectadores con motivo del final del reportaje del periodista de cuatro Manolo Lama con motivo del apartido del Atlético de Madrid en Hamburgo.
2. Como ya es sobradamente conocido, en ese reportaje el periodista anima a un grupo de aficionados a dar limosna a un indigente, en un entorno jocoso que muchos han entendido como burla y menosprecio de mal gusto para con dicho indigente.
3. Las quejas recibidas en AUC piden al periodista y la cadena que presenten públicas disculpas, cosa que ya han hecho el primero en antena y la segunda en un comunicado, y en algunos casos van más allá exigiendo la dimisión o el cese de Manolo Lama.
4. Independientemente de las acciones que podamos adoptar ante el caso en el marco legal o de autorregulación de las televisiones, si queremos reafirmarnos tanto en la gravedad del hecho como de lo que representa. Es muy probable, por no decir seguro, que en la actitud del periodista no existiera intención expresa de menoscabar la dignidad del indigente, pero ello pone de relieve algo incluso más grave: la falta de sensibilidad social, de empatía, de solidaridad y de respeto por el otro perfectamente instalada en nuestra vida cotidiana.
1. Se han recibido en el seno de esta organización multitud de quejas de espectadores con motivo del final del reportaje del periodista de cuatro Manolo Lama con motivo del apartido del Atlético de Madrid en Hamburgo.
2. Como ya es sobradamente conocido, en ese reportaje el periodista anima a un grupo de aficionados a dar limosna a un indigente, en un entorno jocoso que muchos han entendido como burla y menosprecio de mal gusto para con dicho indigente.
3. Las quejas recibidas en AUC piden al periodista y la cadena que presenten públicas disculpas, cosa que ya han hecho el primero en antena y la segunda en un comunicado, y en algunos casos van más allá exigiendo la dimisión o el cese de Manolo Lama.
4. Independientemente de las acciones que podamos adoptar ante el caso en el marco legal o de autorregulación de las televisiones, si queremos reafirmarnos tanto en la gravedad del hecho como de lo que representa. Es muy probable, por no decir seguro, que en la actitud del periodista no existiera intención expresa de menoscabar la dignidad del indigente, pero ello pone de relieve algo incluso más grave: la falta de sensibilidad social, de empatía, de solidaridad y de respeto por el otro perfectamente instalada en nuestra vida cotidiana.
