jueves. 25.04.2024

En la mitología griega Helios, dios del Sol, es hijo de los Titanes Hiperión y Teda y hermano de la diosa Selene, la luna y de Eos, la aurora. Con la oceánide Perseis tuvo cuatro hijos, Perses, Eetes, Circe y Pasífae.

Helios era representado coronado con una aureola dorada, que conducía un carro tirado por cuatro corceles. A diario recorría el cielo y circundaba el océano durante el día y regresaba por la noche.

Una de las leyendas más llamativas sobre Helios es aquella en que uno de sus hijos le robó el carro y conduciéndole perdió el control provocando un incendio de la tierra.

En la isla de Rodas, es prácticamente el único lugar donde se le daba un culto importante a Helios. Se realizaba en esta isla un espectacular rito, en el que una cuadriga se despeñaba de forma espectacular al mar. El coloso de Rodas, una de las maravillas del mundo antiguo, estaba dedicado a él. Cuenta la leyenda que fue construido por sus hijos en su honor.

En Psicología se habla de Complejo de Helios o Heliofobia, es una fobia simple o específica caracterizada por un miedo irracional a la luz del sol.

Una fobia simple o específica es un trastorno psicológico de la esfera de la ansiedad caracterizado por un miedo irracional a un objeto o situación específica. El objeto o la situación específica trata de evitarse. El objeto o la situación específica se resiste mediante una intensa ansiedad. Por otro lado, el miedo desencadenado por el objeto o la situación específica es desproporcionado al peligro real. El miedo o la ansiedad o la evitación causa un malestar significativo para la persona que puede llegar a afectar al ámbito social, laboral y otros de importancia para la persona. El miedo, la ansiedad o la evitación son persistentes en el tiempo, durando típicamente más de seis meses.

Aunque puede tener una etiología multicausal, en general se desarrolla por un miedo irracional a que la exposición al sol pueda producir un cáncer de piel. En general este miedo asienta sobre una personalidad con rasgos hipocondríacos.

Como cualquier trastorno psicológico, que interfiere de forma significativa en la vida de la persona, requiere un tratamiento especializado. Los tratamientos psicológicos más eficaces para este tipo de trastorno son la terapia de exposición y la terapia cognitivo conductual. La terapia de exposición consiste en exponer de forma gradual y progresiva al sujeto al objeto o situación que desencadena la respuesta fóbica, primero en imaginación o en visualización, y después en exposición real.

Entre las técnicas de tipo cognitivo conductual es especialmente útil la reestructuración cognitiva. Esta técnica tiene como objetivo modificar el pensamiento que lleva a esa conducta de miedo, ansiedad o evitación. Mediante esta técnica la detención del pensamiento o el efecto de distracción puede evitar que el estímulo provoque la respuesta conductual anormal. Es muy conveniente asociar en el tratamiento de todas las fobias técnicas de relajación.

Por último, compartir esta reflexión de Marie Curie: ”En la vida nada debe ser temido, sólo comprendido. Ahora es el momento de comprender para temer menos”.

Complejo de Helios