viernes. 29.03.2024

En la mitología griega Artemisa, Diana en la mitología romana, era hija de Zeus y de Leto, y hermana melliza de Apolo. Ella fue la primera en nacer y ayudó a nacer a su hermano. Es la diosa de la caza, de los animales salvajes y de la virginidad, además de traer alivio a las mujeres embarazadas.

Artemisa durante su infancia le pidió a Zeus nueve regalos que le harían feliz: tener un traje de caza, tener un arco y unas flechas, poseer setenta oceánides pequeñas que hicieran su coro celestial, tener muchos nombres, veinte ninfas del bosque que cuidaran sus pertenencias, poder gobernar las montañas y poder ayudar a las mujeres en el parto.

En una ocasión estando Artemisa bañándose desnuda, acompañada de sus ninfas, fue vista por Acteón, esta se disgustó tanto que salpicó con agua el rostro de Acteón, transformándole en ciervo, que fue atacado por sus propios perros.

Como joven virgen, Artemisa atrajo el interés de muchos dioses y hombres, pero ninguno consiguió conquistar su corazón.

Calisto, era hija de Licaón, rey de la Arcadia, y ayudante de caza de Artemisa. Zeus de disfrazó de Artemisa para seducirla y poseerla engendrando un hijo, Arcas. Artemisa enfurecida trasformó a Calisto en Osa, que estuvo a punto de cazar y matar a Arcas, cosa que Zeus pudo parar a tiempo. Zeus compadecido subió a la osa al cielo dando así lugar a la formación de la constelación de la Osa Mayor. También ascendió a Arcas que dio lugar a la constelación de la Osa Menor.

Durante la guerra de Troya, Artemisa fue partidaria de su hermano Apolo que era el patrón de la ciudad y ella misma era ampliamente adorada en Anatolia occidental en tiempos históricos. Se enfrentó con Hera cuando los dioses aliados con los bandos en conflicto se involucraron en este. Hera golpeó a Artemisa en los oídos con su propia aljaba, haciendo que perdiese las flechas. Artemisa huyó llorando con Zeus y Leto recogió el arco y las flechas caídas.

En psicología la mujer con complejo de Artemisa representa un arquetipo que se manifiesta desde la infancia, demandando independencia tanto del padre como de la madre. Especial es la relación con la figura del padre, al igual que Artemisa con Zeus en la petición de sus deseos.

En su relación con otras mujeres el arquetipo Artemisa, al igual que ocurría con la diosa y sus ninfas, establece vínculos de amistad y protección. Con los hombres se relaciona desde el sentimiento de igualdad, llegando a la competitividad. Al elegir pareja suele elegir a hombres con los que tenga una relación de igualdad y complementariedad.

En el plano de la sexualidad puede al igual que la diosa, la mujer Artemisa, renunciar a él y vivir una vida de castidad. El sexo puede estar ausente durante largos períodos de su vida, sin que lo eche de menos.

El hecho de mantener la actitud de rivalidad en cualquier ámbito de la vida no es algo de lo que la mujer Artemisa siempre tenga plena conciencia. La desidentificación y la trascendencia de los aspectos limitantes del arquetipo respecto a lo masculino requieren que tome conciencia de la importancia del amor más allá de la rivalidad, la independencia absoluta o el poder.

Ya en la madurez avanzada, incluso en la vejez, la presencia de la energía de Artemisa, evolucionada, aceptada e integrada, mantiene a la mujer activa y con energía física y mental, con afinidad hacia la gente joven y capaz de implicarse en nuevas exploraciones y proyectos.

Por último, compartir esta reflexión del genial Woody Allen : “El sexo sin amor es una experiencia vacía, pero como experiencia vacía es una de las mejores”.

Complejo de Artemisa