martes. 23.04.2024

El escritor y editor conversa con Nuevatribuna sobre “De bien nacidos” (Ediciones Carena), su más reciente obra que establece una comunicación entre lo íntimo y lo colectivo como un canto a favor de lo humano. El autor habla de las claves de su poesía, pero también marca una clara diferencia entre “la literatura para entretener a las manadas” y “la literatura como fuerza transformadora de la existencia”.


1Alejandro G. Romero | ¿Cómo surge la idea de su libro “De bien nacidos”?

José Membrive | En realidad se fue escribiendo solo, con la memoria, con los sueños con la presencia de tres grandes ausentes (mi madre, mi compañera y mi hermano mayor), ellos son en realidad quienes lo han escrito a través de mí.

En la web de la editorial la obra aparece “sin categorizar”. ¿Es un libro que trasciende los géneros?

En realidad no estaba concebido para la venta, sino como muestra de gratitud a mi familia y como homenaje a quienes, después de la muerte, siguen proyectando su presencia en nuestras vidas.

El secreto, tal vez, es que me me enseñó que la poesía puede transfigurar las experiencias duras, en belleza e intensidad vital e, incluso, la muerte se manifiesta desde una perspectiva trascendente, y, hasta diría, esperanzadora.

¿Puede una escritura de vivencias muy íntimas convertirse en un medio de comunicación con los otros?

Esa ha sido mi descomunal sorpresa: que unas experiencias tan personales puedan traspasar tantos corazones. Y es que en el fondo todos vivimos experiencias similares.

Los mercados y las macroeditoriales potencian una literatura para entretener a las manadas

La obra parece un homenaje a la vida, ¿es así?

Aquí se narra la historia de una familia numerosa, agraciada desde el punto de vista afectivo… algo que no suele abundar en los tiempos que corren. Creo que echamos de menos esa arcadia perdida y desvencijada que ahora ha naufragado en lo que ha dado en llamarse la España vacía. Vacía no solo físicamente, sino vital y afectivamente. El cambio climático está desertizando nuestras almas.

2En la actualidad abunda la literatura comercial, hay una saturación del contar historias por contarlas, como si en buena medida se estuviera dejando a un lado la vivencia pequeña, los detalles, la existencia. ¿Cómo se ubica la literatura de José Membrive en ese panorama?

Creo que los mercados y las macroeditoriales, voluntaria o involuntariamente, potencian una literatura para entretener a las manadas, cuando, en mi opinión, la literatura ha de jugar el papel opuesto: inquietar al individuo, despertarlo del sopor, rescatarlo del torrente de información inocua e inicua con el que se nos pretende lavar el cerebro.

¿Es la literatura un medio de transformación individual?

Sí, ya he desertado de la literatura social. El campo de batalla está en nuestro interior, mucho más allá del horizonte mediático, político y sociológico; la literatura trata de reconstruir el tejido espiritual que con tanto encono –ríete tú de la Inquisición- se empeñan en extirparnos. Creo que la poesía señala el camino luminoso de nuestro reencuentro con los dioses, con nuestra dimensión sagrada.

“El cambio climático está desertizando nuestras almas”