jueves. 18.04.2024

Era una mujer muy aguerrida, destacaba por la armadura que siempre portaba y que estaba remachada de oro, Sus ataques iban acompañados con el sonido de trompetas con el fin de intimidar a sus enemigos. Uno de los aspectos más llamativos es, que para combatir los icenos siempre se pintaban de azul, color producido por la sustancia glasto. Con esto conseguían dos efectos; en primer lugar, producir miedo. En segundo lugar, el glasto tiene cualidades antisépticas que les ayudaban a prevenir infecciones en el caso de resultar heridos en los combates.

Boudica provenía de una familia de aristócratas icenos, recibiendo una buena educación. Era descrita como una mujer alta, con voz áspera y mirada desafiante y dura. Su cabello era pelirrojo y su melena le llegaba hasta la cadera, se dice que tenía poderes esotéricos. Siempre iba vestida con una larga túnica de muchos colores y un manto grueso ajustado con un broche de oro. Sus collares también eran de oro y que en el mundo celta representaba a la nobleza. El historiador romano Dión Casio la describía “siempre que hablaba, sostenía una lanza con la mano para aterrorizar a cualquiera que la contemplase”.

El emperador Claudio ordenó invadir Britania en el año 43 d. C. con la finalidad de obtener gloria milita, que conllevase su reconocimiento como emperador, así como conseguir las famosas riquezas de Britania, que llenarían nuevamente las arcas de Roma, tras el despilfarro provocado por su antecesor, el emperador Calígula. Sin embargo, los territorios ocupados por las tribus icenas no fueron ocupadas por los romanos. debido a que el rey de estos Prasutagus se alió con los romanos.

El rey Verica, que era aliado de Roma, pide ayuda al emperador para así poder hacer frente a Tododumnus y Caracatus. Fueron enviadas cuatro legiones, la IX Hispana, la II Augusta, XIV Germana y la XX Valeria Victroix, bajo el mando del cónsul Aulas Plantius, consiguiendo la rendición de once reyes locales.

Boudica se casó con el rey de los icenos Prasutagus con el que tuvo dos hijas. Cuando los romanos llegaron, se hace rey cliente de Roma. Prasutagus no tiene hijos, esto no es importante pues dentro de la realeza icena podían pasar el trono a las hijas El rey decide para asegurar la independencia de su reino, nombrar coheredero de su reino al emperador romano junto a su dos hijas. Prasutagus pedía con frecuencia dinero a los romanos, lo que le permitió tener una vida muy lujosa.

En la época romana, este tipo de testamentos eran habituales, pues lo que se conseguía era que al menos durante la vida del rey se respetara esta independencia. Sin embargo, en la ley romana, la herencia solo se daba a través de la línea masculina.

Cuando muere Prasutagus, Roma estaba dirigida por el emperador Nerón. Los romanos ocuparon el territorio iceno y fueron asimilados a Roma. Las tierras y todos los bienes fueron confiscados y la nobleza icena fue tratada como esclavos.

El procurador Cato Deciano tenía como misión los asuntos financieros del emperador, hizo enviar a las fuerzas militares al territorio iceno para cobrar las deudas que Prasutagus les debía. Como la reina Boudica no podía pagar las deudas contraídas con los romanos, éstos las cobraron haciendo esclavos a todos los icenos. Los romanos cuando llegan al territorio lo hacen con violencia, saqueando e incendiando las aldeas.

 El historiador Tácito en su libro Anales relata “fue como si Roma hubiese recibido todo el país como regalo. Todos los jefes fueron desposeídos de sus propiedades ancestrales, y los familiares del rey fueron esclavizados……… mientras los centuriones saqueaban el reino, sus soldados rapiñaban la residencia regía como si fuera un botín de guerra”.

Como consecuencia de estos hechos, la reina Boudica protesta ante los romanos por lo que están haciendo. Estos sacan a la reina desnuda de su palacio y la azotan en la plaza pública. Además de este hecho, los jefes romanos también violaron a su dos hijas públicamente.

La reina Boudica declara vengarse de los romanos y hacerles pagar por lo que han hecho. De esta forma, Boudica empieza a conspirar y a unificar a las tribus icenas junto a otras tribus celtas como los trinovantes.

En el año 60 d.C, el gobernador romano Cayo Suetonio Paulino debe hacer frente a los rebeldes britanos situados en la isla de Mona en la región de Gales, momento este que es aprovechado por la reina Boudica para sublevarse contra Roma.

Bajo el liderazgo de la reina Boudica se unieron entre 100.000 y 200.000 guerreros britanos. Su primer objetivo fue Castra de Camulodunum, la actual Colchester, que era la capital de Trinovantia y se encontraba protegida por murallas.

Los habitantes trinovanos, que vivían en ell,a se sentían muy molestos con los romanos por varias causas, entre ellas están, que habían levantado un templo en honor del emperador Claudio con sus impuestos y además estaban cansados por los malos tratos, que sistemáticamente les infligían los romanos.

 

Los trinovanos de la ciudad boicotearon todo lo que pudieron las fortificaciones. La ciudad pidió refuerzos al procurador Cato Deciano, que sólo pudo mandar a dos centurias de tropas auxiliares. El ejército de Boudica asaltó, destruyéndola y matando a todos los romanos de ella.

Para hacer frente al ejército de Boudica se mandó a la legión IX Hispana al mando del Petilio Cerial. Los rebeldes icenos le tienden una emboscada que produce la muerte de casi toda la legión con más de cinco mil legionarios muertos.

El siguiente objetivo de Boudica es Londinium (Londres), que era una ciudad no fortificada, lo cual no la hacia defendible. El gobernador de ella, Suetonio se retira y la deja indefensa ante los britanos. Es conquistada por Boudica, matando a todos sus habitantes e incendiándola.

Siguiendo el relato de Tácito en “los Anales”, dice “Boudica no estaba interesada en hacer prisioneros para solicitar un rescate ni ningún comercio de guerra. El enemigo fue atacado con matanzas, patíbulos, fuego y crucifixiones, como hombres que se cobraban la venganza que podían antes de quecayese sobre ellos el justo castigo”.

Dión Casio relata en “historia romana” las practicas de Boudica “Aquellos que fueron llevados prisioneros por los britanos, se vieron sometidos a todas las formas conocidas de atrocidades. La peor y más bestial atrocidad cometida por sus captores la siguiente: colgaron desnudas a las mujeres más nobles y distinguidas, les cortaron los pechos y se los cosieron a la boca para que pareciese que las víctimas se las comían; después empalaron a las mujeres sobre unos pinchos puntiagudos que les atravesaban todo el cuerpo. Todo esto lo hicieron acompañándolo con sacrificios, banquetes y comportamientos inmorales, no sólo en todos sus lugares sagrados, sino en particular en la arboleda de Andraste. Éste era su nombre para Victoria, y la contemplaban con la reverencia más excepcional”.

 

Posteriormente, atacó la ciudad de Verulanium (Saint Albans), sus habitantes eran odiados por los britanos por su colaboracionismo con el Imperio Romano.

Ante la gravedad de la situación en Britania para los romanos, el cónsul Suetonio Paulino pidió nuevas fuerzas y fueron enviadas la legiones XI Augusta, la XV Germana y la XI Valeria Victroix, a la que se unieron numerosas fuerzas auxiliares que fueron adiestradas con máxima rapidez. Sin embargo no se sabe porque no llego la XI Augusta.

Suetonio presentó batalla con estas fuerzas a la reina Boudica en Watling Street, a pesar de que las fuerzas romanas eran inferiores en número, cinco a uno. El lugar donde eligió Suetonio la batalla era una especie de desfiladero con paredes en terraza, que le protegía por los flancos y con una suave pendiente descendiente, y a sus espaldas estaba un bosque, con lo cual los britanos no podían atacarles por la retaguardia, pero al mismo tiempo, en caso de derrota no podían retirarse, con lo cual o se ganaba la batalla o era la muerte.

Boudica siempre invocaba antes de las batallas la ayuda de la diosa Andraste, la diosa celta del triunfo. Arengó a sus tropas diciendo “Nada está a salvo de la arrogancia y del orgullo romano. Desfigurarán lo sagrado y desflorarán a nuestras vírgenes………ganaremos esta batalla o moriremos. Eso es lo que yo, que soy mujer, me propongo hacer. Qué los hombres vivan esclavos si lo desean…….”

Por su parte, el cónsul Suetonio arengó a las tropas romanas diciendo “….no temáis su espíritu rebelde. Su audacia nace de su temeridad, pero sin las armas ni la disciplina………….. Somos romanos y hemos conquistado el mundo gracias a nuestro valor……. Ignorar los clamores de estos salvajes. Hay más mujeres que hombres en sus filas. No son soldados y no están debidamente equipados. Los hemos vencido antes y cuando vean nuestro hierro y sientan nuestro valor, cederán al momento. Aguantad hombro con hombro. Lanzad los venablos, y luego avanzad. Olvidaros del botín. Tan sólo ganad y lo tendréis todo”.

El ejército britano era muy numeroso pero no era uniforme en el armamento que tenían, así como la edad de sus hombres que oscilaban entre los diez y setenta años. Además cometieron un error táctico importante, al colocar detrás de las líneas de combate los carros de transporte y las familias, con lo que la retirada era imposible.

 

El cónsul Suetonio ordenó colocar a las legiones en filas de siete en fondo, con escudos, espadas y dos lanzas por soldado. Formó cuñas, que las componían la infantería pesada y las tropas auxiliares. De esta forma, las cuñas destrozaban a los britanos. Cuando avanzan, las tropas romanas hicieron caer sobre los icenos una lluvia de lanzas que diezmaron sus primeras líneas. Los icenos, que esperaban un combate cuerpo a cuerpo, no pudieron hacerles frente acabando rematados por la caballería.

Suetonio hizo avanzar a los soldados a paso lento pero sostenido, en una línea en forma de sierra dentada, cubriendo los flancos con los escudos. Los legionarios defendidos por los escudos, atravesaban a los icenos con sus espadas. Cada cinco minutos de combate a una señal de sus oficiales, dejaban el puesto al que formaba detrás, colocándose entonces en la última posición. Esta táctica permitía entrar en combate a soldados frescos, permitiendo recuperarse a lo que ya habían combatido.

Los romanos rápidamente llegaron a la zona de los carros de transporte y a los familiares, no teniendo piedad. Murieron unos 80.000 britanos y apenas unos 400 romanos.

Boudica tras la derrota intentó evitar ser hecha prisionera y se suicidó con la ingesta de veneno. No se sabe con seguridad, lo que sucedió con sus hijas, pero también debieron suicidarse con veneno.

La reina Boudica desapareció de la historia, hasta que el siglo XIX fue recuperada y ensalzada por la historia británica, convirtiéndola en heroína nacional. En el año 1905, se erige la estatua de Boudica triunfante subida en su carro de combate, que se instaló junto al río Tamesis, frente al Parlamento británico en Londres, ciudad que ella había destruido. Esta estatua simboliza el sentimiento de libertad del pueblo de Britania.

Boudica la reina Britana