viernes. 19.04.2024

En el complejo y rico mundo de la izquierda obrera catalana nos acercamos a la historia del Bloque Obrero y Campesino.

El Bloc Obrer i Camperol (BOC) surgió en el mes de marzo de 1931, en vísperas de la proclamación de la Segunda República en un congreso en el que se fusionaron el Partit Comunista Català de Jordi Arquer, y la Federación Comunista Catalana-Balear de Joaquín Maurín. También participaron miembros de la Federación Comunista de Levante. 

El principal líder del BOC fue Joaquín Maurín, que había sido expulsado del Partido Comunista, junto con la directiva de la Federación mencionada en julio de 1930, y de la Internacional Comunista en 1931. Otros dirigentes destacados fueron:  Hilari Arlandis de la Federación levantina, aunque fuera expulsado al año siguiente y terminara militando en el PCC, federación del PCE, el propio Jordi Arquer, Pere Bonet, Víctor Colomer, partidario de acercar el BOC al PSOE, Jaume Miratvilles, que terminaría en la Esquerra Republicana de Catalunya, etc. El estudio de muchos de estos personajes nos permite entender las conexiones entre las distintas fuerzas del movimiento obrero y la izquierda en la sociedad catalana de los años veinte y treinta, y comprobar las complejas fronteras entre el socialismo, el comunismo, el anarquismo y la izquierda catalanista.

El BOC se enfrentaba al comunismo oficial del PCE. Por otro lado, pretendía la creación de una especie de federación socialista en España, sin olvidar la lucha revolucionaria y el internacionalismo, pero que permitiera la autonomía de cada fuerza política frente al modelo autoritario de la Internacional Comunista. También abogaba por la autodeterminación de Cataluña. Por su parte,  planteó una clara crítica al apoliticismo de la FAI y del anarcosindicalismo. Tampoco fue un partido partidario del reformismo que Esquerra Republicana desarrollaba desde la Generalitat. El BOC quería presentarse como un partido obrero y captar votos entre los trabajadores y campesinos. En las elecciones de 1931 consiguió unos veinte mil sufragios. Los militantes se elevaron a unos cinco mil.

El BOC fue, realmente, una especie de plataforma de propaganda, mientras que el grupo fuerte era la Federación Catalano-Balear, que en 1932 pasó a ser la Federación Comunista Ibérica, manteniéndose Maurín en su secretaría general. El BOC recuperó el periódico “La Batalla”. Esta publicación tuvo una intensa historia, ya que fue creada en 1922 por Maurín en relación con los Comités Sindicalistas Revolucionarios, más tarde se vinculó a la Federación Comunista Catalano-Balear, y cuando se creó el POUM pasaría a ser su órgano de expresión.

El BOC participaría en la Revolución de 1934, en los conocidos como los hechos del Seis de Octubre en los que se proclamó el Estado Catalán.

El BOC adquirió un intenso protagonismo en la izquierda catalana durante la Segunda República frente a la federación del PCE en Cataluña, aunque se reconstruyera. En agosto de 1933 participaría en la creación del Comité Internacional de Unidad Socialista Revolucionaria, al margen de las Internacionales. En diciembre de ese mismo año se firmó el acuerdo de constitución de la Alianza Obrera de Cataluña. En esos momentos se produjeron importantes movimientos y negociaciones para que distintas fuerzas socialistas y comunistas pudieran converger para crear una única formación. En este sentido, el BOC y la Izquierda Comunista de España de Andreu Nin terminaron por unirse para formar el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) en 1935. Otros miembros del BOC, como hemos apuntado más arriba, tomarían otros caminos. Algunos de sus dirigentes participarían en el proceso de creación del PSUC en 1936.

El Bloque Obrero y Campesino