viernes. 29.03.2024

Esto debió pensar seguramente el general americano Twiggs cuando entró en el patio del convento de Santa María del Churubusco el 20 de agosto de 1847, exigiendo a las tropas mexicanas que entregasen el baluarte, las armas y la pólvora, rendidos a sus pies tres batallones mexicanos, uno de los cuales era el San Patricio.

Caramba se me olvidaba estamos hablando de un disco que ha caído en mis manos, editado el pasado año “San Patricio”, Blackrock Records, 2010, que habla de la gesta de “Los patricios”

Producido por Paddy Moloney y Ry Cooder (Chieftaisn) y que hace referencia a una “pandilla” de idealistas y tercos Irlandeses, que antepusieron sus conciencias a otras razones, combatiendo en el bando mexicano frente a la primera intervención de los EEUU en la guerra mexicana–americana.

Pero volvamos a la historia, las pretensiones expansionistas de los jóvenes EEUU eran manifiestas desde su independencia de Inglaterra, pero para llegar al oeste, al océano Pacífico tenían un pequeño problema, las tierras de nueva España (españolas), la Luisiana (Francia) Canadá al norte (Inglaterra) y Alaska, al noroeste (Rusia). Tras las guerras napoleónicas se abre una nueva realidad. Francia ha vendido La Luisiana, España ha cedido La Florida y en los antiguos territorios españoles ha nacido un nuevo Estado: México (1821). Los estados del sur de EEUU esclavistas, ponen la mirada en Texas (libre del esclavismo, como todo México. De religión católica y sometida a gravámenes fiscales, a diferencia de los americanos). Texas se independiza en 1836 integrándose definitivamente en la Unión en 1845. Pero la “Unión” quiere más, llegar al oeste, al mar… y en 1846 provoca un incidente, al cruzar unidades militares de EEUU, la frontera siendo repelidos por fuerzas mexicanas. Se inicia una guerra declarada primero por EEUU, que durará dos años, hasta 1848 cuando la bandera de la Unión es izada en el bastión de Chapultepec, en la ciudad de México, (30 años más tarde se harían con Alaska mediante compra al zar de todas las Rusias)

México perdió el 55% de su territorio; Texas, todo la tierra de al norte del río Bravo y los territorios de Alta California, y Santa Fe de nuevo México, lo que hoy conocemos como; Arizona, California, Nevada, Utah, Nuevo México, y partes de, Colorado, Wyoming y Oklahoma. Cayeron 12.000 soldados de EEUU (solo 1.700 en combate) y 25.000 mexicanos. Luego habrían dos intervenciones más de los EE.UU. pero esa es otra cuestión…. Ulysses S. Grant, que fuera presidente americano, dijo “No creo que haya habido guerra más injusta como la que Estados Unidos le hizo a México, era seguir el mal ejemplo de las monarquías Europas”

Y ahora queridos amigos, en este contexto, entran en liza esos puñeteros irlandeses. EEUU había declarado la guerra y se hicieron levas obligatorias, para poder hacer viable la guerra contra México y evitar que la minoritaria población católica de la Unión desertara por las magníficas promesas del lado mexicano (concesiones de tierras) y la empatía generada por las fuertes convicciones religiosas. Es así que a fuer de ser vejados y torturados en su caso por la desconfianza de las mandos en esos soldados provenientes de un territorio católico perseguido durante siglos por los anglicanos, que se produce una deserción en masa de católicos irlandeses, a los que se les unen emigrantes venidos ex profeso a la contienda, y que junto a católicos de otros países forman un batallón (el 45% de irlandeses), tomando el nombre del patrón de aquella pequeña isla San Patricio –historia llevada al cine en 1999, “Heroes sin Patria” (One man´s hero)-.

Nunca en la historia de los Estados Unidos se había formado una unidad de desertores en el ejército enemigo. Destacan como artilleros sumando hasta 300 efectivos con oficialidad mexicana, al mando de John Riley (ex teniente) luego son asignados a una unidad de infantería hasta ser capturados en la batalla de Churubusco.

Aquellos que formaban parte del ejército americano antes de la declaración de guerra, fueron azotados y marcados con hierro candente en la cara con una “D” de desertores y sentenciados a trabajos forzados. Los que entraron después de la declaración de guerra, ahorcados como traidores justo en el momento en que era izada la bandera estadounidense en la capital Mexicana.

The Chieftains, como buenos amantes de la música popular, a lo largo de su dilatada carrera, han fusionado músicas de todo el mundo,grabando con músicos españoles, bandas de música china de Bluegrass, de country y actuando con Van Morrison o los mismísimos Rolling Stones,

Esta ocasión une sus esfuerzos a los de Ry Cooder, para detenerse en México y dar una visión del folklore del país, de ese país por el que luchó un puñado de puñeteros irlandeses con pasión, generosidad y convicción. El fin de este disco es dar una visión conjunta de las raíces irlandesas, mexicanas y estadounidenses. En la música se mezclan gaitas irlandesas el “tin whistle” (silbato irlandés), violines , guitarras y guitarrones, banjo, trompetas…

Y si la música es una expresión del mestizaje, en lo que se refiere a las voces, no quedan adjetivos. Abre el disco Lila Downs, pero también participa nuestra entrañable Chavela así como Linda Ronstad… pero el desfile de figuras más o menos conocidas en estos pagos continúa; La Iguana, Los Tigres del Norte, Moya Brennan, Carlos Núñez con su gaita en varios temas, Los Folkloristas, Los Centzoles… o la voz de Liam Neeson que presta su voz junto a la Banda de Gaitas del Batallón de San Patricio.

Créanme, que este disco no aburre, todo lo contrario, engancha, y nos hace disfrutar cada vez un poco más cuando lo escuchamos.

Y todavía más si visualizamos los momentos que una vez ocurrieron en torno a estos estilos musicales.

 Chieftains y los Tigres del Norte

Marcha de Batalla de San Patricio

Viva México!

Banda de Gaitas Batallon San Patricio

Aquellos puñeteros y jodidos irlandeses…